Este miércoles la Casa Rosada experimentó dentro del Congreso el rigor de la oposición contra el nuevo aumento de tarifas, que profundizó sin éxito su ofensiva dentro de la Cámara de Diputados. Sin embargo, el presidente Mauricio Macri también volvió a vivir el peso del “fuego amigo” por parte del presidente de la UCR y gobernador mendocino, Alfredo Cornejo, que luego de un día de tensas negociaciones entre diputados macristas y radicales, no presentó ante la Cámara Baja un proyecto propio para atenuar el impacto del tarifazo del gas, aunque se lo envió personalmente al Presidente, a su jefe de Gabinete Marcos Peña y luego lo difundió en los medios. La movida blanqueó la tensión que el Gobierno intentó ocultar durante toda la jornada, entre llamados intempestivos y reuniones a las apuradas en los despachos parlamentarios que derivaron en una invitación para este jueves, con el fin de negociar las diferencias dentro de Balcarce 50.
El texto, con una escala tarifaria alternativa, es la confirmación material de las advertencias que lanzó Cornejo la semana pasada en un almuerzo con el Rotary Club, donde cuestionó duramente al ministro de Energía, Juan José Aranguren, y reclamó que la Casa Rosada haga algo frente al impacto del nuevo aumento del gas en la clase media, el núcleo de votantes más importantes de la alianza Cambiemos en todo el país. Hasta el mediodía Peña había asegurado que no iban a dar marcha atrás con el esquema de aumentos, pero concluyó la jornada con una inesperada invitación a los socios políticos de Cambiemos para hacerlo.
La crítica pública que lanzó la semana pasada el titular del radicalismo fue atentamente leída, y aprovechada, por los bloques opositores a Cambiemos, que este miércoles no lograron tratar el incremento tarifario. Dentro del recinto, con la cuenta regresiva en marcha, el oficialismo logró postergar la sesión para la semana próxima, mientras la Casa Rosada negociaba con la UCR y la Coalición Cívica para contener el estado asambleario por el tarifazo y evitar que ese malestar llegara al Congreso, mediante el proyecto de Cornejo.
Las negociaciones entre ambos socios menores oficialistas para doblegar el PRO quedaron en evidencia desde semana pasada, cuando Cornejo también dijo que compartía con Carrió las críticas al impacto negativo del aumento. Luego hubo un encuentro entre ambos, y después los dos dirigentes mantuvieron diálogos reservados con Peña, que sostiene a rajatable a su vicejefe Mario Quintana, el controller que diseñó los aumentos junto al ministro Aranguren.
Fuentes de la Coalición Cívica confirmaron a Letra P que Carrió sumó dos diálogos reservados con el jefe de Gabinete entre martes y este miércoles. A esa troika se sumó Cornejo, que si bien no presentó el texto en el Congreso, este miércoles lo envió a Balcarce 50, mientras la UCR se lo mandó a todos los medios a través de su red de contactos.
QUÉ DICE EL BORRADOR RADICAL. El documento establece tres medidas inmediatas: “aplicar un mecanismo que prorratee el mayor consumo del tercer, cuarto y quinto bimestre del 2018 en las facturas de los bimestres posteriores”, es decir, el sexto de este año, y el primero y segundo de 2019. La iniciativa dice que podría ser “de aplicación anual o estacional”.
Además pide “posponer el 50% de la última cuota de la RTI pasando el mismo para que efectivamente se aplique en octubre del 2019”. Se refiere a la “Revisión Tarifaria Integral", prevista hasta 2021, cuyo primer tramo comenzó en abril del 2017 con la aplicación de un 30%. El segundo fue de un 40% a partir de diciembre pasado y el restante 30% rige desde el 1° de abril de 2018. La propuesta del radicalismo busca atenuar la última parte del aumento, busca dividirlo en dos partes iguales de 15% cada una, pero postergar la aplicación de la segunda parte para octubre de 2019.
El tercer punto sostiene postergar “las modificaciones en la estructura de la Tarifa Social por un bimestre, pero en forma progresiva, junto con una fuerte campaña de concientización sobre hábitos de consumo y eficiencia energética”.
Ante las consultas de Letra P, fuentes cercanas a Cornejo negaron que las críticas del mandatario mendocino hayan buscado esmerilar al titular de la cartera de Energía, aunque fue el principal destinatario de las críticas públicas de la semana pasada. “El punto de la diferencia no es Aranguren: el radicalismo está de acuerdo en lo macro. La política tarifaria hay que hacerla y es necesario, pero la propuesta apunta a aliviar un poco la carga porque la tarifa social llega a la clase baja, la clase alta puede pagar el aumento, pero la más castigada es la clase media, que son los votantes de Cambiemos y el radicalismo quiere frenar eso. Queremos gradualizar más la tarifa para la clase media, no solo porque son muy perjudicados, sino porque jode el consumo: la gente para pagar la tarifa va a dejar de consumir”, resumió un alto funcionario del gobierno mendocino.
La fuente confirmó que Cornejo participará de la cita que convocó Peña para este jueves con dirigentes de la Coalición Cívica y del radicalismo. Por los "lilitos", estará el diputado Juan Manuel López y el secretario Fernando Sánchez, que es subalterno en el organigrama de funcionarios que reportan al jefe de Gabinete y a Quintana. En la propuesta que ya fue leída por Macri y Peña, las aclaraciones del radicalismo confirman el tenor de las críticas que hasta ahora se guardaron. “Si bien nadie discute la necesidad de corregir las enormes distorsiones en la estructura tarifaria del gas, comienza a haber fuertes señales que la presión generada por el retiro de los subsidios está afectando tanto al aparato productivo como a la capacidad de consumo de otros bienes esenciales por parte de los consumidores finales sobre todo en la temporada invernal”, advierte el documento.
“Muchas de las medidas fueron definidas en base a determinados escenarios macroeconómicos que no se están cumpliendo tal cual previstos”, y por eso “es necesario revisar aquellas medidas que fueron definidas bajo premisas que no se han concretado y por ende generan un riesgo de crear un esfuerzo de corte que termine rasgando el tejido social y la matriz productiva. El crecimiento económico que debía acompañar los aumentos de costos compensando menor nivel de márgenes con mayor nivel de actividad es más lento que lo esperado”, mientras que “la reducción de la inflación que debía haber compensado parte de los aumentos de tarifas es menor a la esperada”.
Al final de los dardos, el paper radical aclara que “ninguna de estas circunstancias marca el fracaso de la actual política de gobierno en materia económica ni tarifaria, pero sí son indicadores cuya evolución debe acompañarse de cerca para evitar inconsistencias en el funcionamiento general de la economía del país”.
LOS ORÍGENES DEL MENSAJE. El malestar contenido sobre el impacto piantavotos del ajuste fue advertido en diciembre por los titulares del radicalismo y la Coalición Cívica dentro de la Cámara Baja: Mario Negri y Carrió. Según anticipó Letra P durante las accidentadas sesiones extraordinarias de fines de diciembre pasado, “la idea de la compensación había sido acercada por los dos diputados a la Rosada pocos días antes: primero los sacaron volando, graficó una fuente de Cambiemos”, en referencia a Negri que “se enojó por la falta de comprensión de la situación por parte del Ejecutivo”, mientras que “Carrió tuvo que contener a dos diputadas de su tropa que lloraron en el Palacio”.
Cuatro meses después de esas advertencias dentro del Congreso, el radicalismo comenzó a blanquear en público los mensajes discretos de diciembre, en boca de su nuevo presidente, Alfredo Cornejo, que no tuvo problemas en confirmar un inesperado acuerdo con Carrió al respecto. Parte de ese fuego amigo tendrá su próximo round en la Casa Rosada, con una primera muestra pública de las internas que atraviesan a Cambiemos ante la ausencia de datos positivos de la economía y del incremento de la inflación que ya superó las expectativas oficiales, cuando el año recién transita su cuarto mes.
“¿Y si no hay acuerdo este jueves”, preguntó Letra P a los radicales. “Apostamos que haya acuerdo”, contestó la fuente. La esperanza busca eludir el "lado B" de la ofensiva: si no hay coincidencias entre el PRO, la CC y la UCR, el Gobierno podría afrontar el tratamiento de un proyecto dentro del Congreso, promovido por uno de los socios de Cambiemos que haría valer el peso corrosivo del “fuego amigo” ante una oposición que intentó hacerlo este miércoles, en el mismo lugar pantanoso para el oficialismo, pero sin más resultados que instalar el tema en la agenda pública e incomodar al Presidente.