El Gobierno de Mauricio Macri se despegó este miércoles de las acusaciones sobre una supuesta influencia en la decisión adoptada por la jueza electoral María Romilda Servini de Cubría de intervenir al Partido Justicialista (PJ) y designar al frente al sindicalista cercano al oficialismo, Luis Barrionuevo. "No nos metemos" en ese conflicto porque “es algo que tendrá que resolver el PJ con la Justicia”, dijeron en la Casa Rosada.
Sin embargo, el embajador argentino en España, Ramón Puerta, de origen peronista, criticó a la conducción kirchnerista a la que calificó de “okupa” y avaló indirectamente los dichos de Barrionuevo sobre su designación, que derivó el martes en incidentes en la sede del PJ nacional ubicada en Matheu al 100 de esta capital, ante la resistencia del titular del Consejo en funciones, José Luis Gioja, de abandonar el edificio que fue rodeado por la policía en medio de forcejeos.
Tras participar junto al presidente Macri de la conferencia de despedida del presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, en el Hotel Alvear de Recoleta, Puerta afirmó: “Es importante que el PJ vuelva a manos peronistas. En algunas provincias no está y en el orden nacional está en manos del kirchnerismo. El kirchnerismo tomó otro camino. Allá ellos, yo los respeto, pero como kirchneristas. No quiero tener okupas en mi casa. Mi casa es el peronismo”.
La de Puerta es la postura de un peronista tradicional, parte del cual está en funciones en el Gobierno de Macri. Ex presidente -por horas- durante la crisis política y social terminal de diciembre de 2001, Puerta fue uno de los peronistas definidos como “ortodoxos” que se fueron de la estructura formal del justicialismo en 2005 cuando Néstor Kirchner tomó el poder del partido tras enfrentarse al ex presidente Eduardo Duhalde, quien hasta ese momento manejaba el aparato partidario más grande del país.
En ese escenario, los peronistas más ortodoxos se convirtieron en la resistencia al kirchnerismo junto con el duhaldismo, los Rodríguez Saa y el PJ cordobés comandado por el ex gobernador José Manuel De la Sota, entre otros sectores que intentaron entre 2005 y 2007, enfrentarlo en elecciones para conducir el PJ pero quedaron en minoría ante el alineamiento de la mayoría de los gobernadores e intendentes peronistas con la administración central.
En tanto, el jefe del bloque de senadores de PRO y titular del Consejo Nacional de ese partido, Humberto Schiavoni, también salió al cruce de las versiones al afirmar que el Gobierno "mira con respeto tanto la independencia de la Justicia como la vida de los otros partidos". "Eso está totalmente descartado, el gobierno es totalmente ajeno", dijo.
En la misma línea, fuentes de Casa Rosada consultadas por Letra P aclararron que “no nos metemos” en la interna del PJ y, en ese marco, difundieron un encuentro que encabezó el presidente Macri en la residencia de Olivos con intendentes de Cambiemos, convocados por el jefe comunal de Vicente López y primo del primer mandatario, Jorge Macri.
“No es un tema nuestro, solo garantizamos que esté la policía para evitar desmadres. Es un tema que tendrán que resolver ellos con la justicia electoral”, adujeron en el Gobierno nacional cuando Letra P preguntó sobre si al macrismo le conviene un peronismo sumido en una pelea interna y si teme que el clima político se desmadre. “No nos preocupa. Es un tema del PJ, no del Gobierno”, repitieron el manual oficial que circula en cada despacho político de la Casa Rosada.
Cerca del Presidente destacaron “la buena relación” institucional que mantienen "desde la gestión con gobernadores e intendentes del PJ. Uno de los principales operadores de Macri suele señalar que "este es el Gobierno que más les dio en materia de coparticipación y financiamiento de obras públicas" a los gobernadores peronistas y que "esa relación se traduce en los debates en el Congreso".
“Nuestra relación con gobernadores, intendentes y el Congreso no se modifica por esto”, señalaron este miércoles en la Casa Rosada al ser consultados sobre el conflicto que atraviesa el principal partido de la oposición, del cual podría surgir el rival de Macri en las presidenciales de 2019.
“Es un tema de su armado electoral, no nuestro”, insistió un funcionario con despacho en Casa Rosada.
En cuanto al escenario político que se avecina con un Justicialismo en conflicto, teniendo en cuenta los antecedentes históricos, en el Gobierno parecen disfrutar de sus beneficios, aunque no lo admiten abiertamente: "No vemos cambios”, señalan, aunque descartan que se trate de una crisis terminal del PJ e indirectamente avalan los cuestionamientos a la presidencia del senador Gioja en la conducción del PJ.
“Gioja tampoco había hecho demasiado. Es parte de lo mismo que tendrán que resolver con la Justicia. Nosotros estamos enfocados en la gestión, falta mucho para la campaña”, advierten en el Gobierno, aunque ya se trabaja por la reelección de Macri.