ENTREVISTA. MIGUEL ACEVEDO

“El empresario está decepcionado con el Gobierno”

El titular de UIA elogió el G20 pero destacó que “no hay proyecto industrial”. Dijo que “el problema no es la tasa sino la recesión” y que “quizás el dólar no esté atrasado" sino "el tema salarial".

Las entidades empresarias bailan en la Argentina al ritmo de la política. Como otras cámaras, la Unión Industrial Argentina (UIA) ha puesto a sus presidentes de acuerdo al clima y a la coyuntura. El de Miguel Acevedo no fue un caso de excepción: sucedió al representante de Arcor, Adrián Kauffman, en la segunda mitad del gobierno de Cambiemos. Inicialmente, se esperaba de Acevedo un mandato dialoguista y negociador. Algo que el hombre de Aceitera General Deheza (AGD) llevó al extremo en sus primeros años.

 

Pero los tiempos cambian y en la charla que mantiene el dirigente con Letra P se observan cambios de conducta, que se traducen en definiciones directas y críticas al extremo respecto a la administración de Mauricio Macri. “Sólo con el voluntarismo no vamos a tener mucho más. Hoy no hay un proyecto industrial que te marque una línea de cómo se va a seguir creciendo en este país. Está bien bajar el gasto, pero hay cosas más importantes”, explicó.

 

A Acevedo se lo nota cansado. Viene de recorrer el país percibiendo que la crisis existe también en el interior. Esta conversación se da en la previa a una de las últimas reuniones del año en la UIA. El próximo martes recibirán, precisamente, a dirigentes de las provincias para comunicar un documento de 30 puntos con propuestas de política industrial que le harán llegar al Gobierno. Esta situación de efervescencia interna en la casa de Avenida de Mayo también explica el rictus de Acevedo, una gestualidad que es la misma que tienen sus pares. “Esperábamos mucho más –dice-. Creo que el empresario hoy está decepcionado por la performance del Gobierno. Hace un año hablábamos de brotes verdes y hoy venimos de una devaluación del 100%. Hablaban de que la inflación se terminaba y no la terminaron”.

 

Mientras se disparan las fotos con el fondo de obras arte que decora el lobby de la entidad fabril, Acevedo comenta también cuestiones vinculadas a precios y avisa que “puede haber alguna avivada, pero ya no un gran salto”. Trata de explicar la contienda con Elisa Carrió; y esboza una defensa de Techint ante el escándalo de los cuadernos y el pedido de prisión preventiva para Paolo Rocca.

 

BIO. Al frente de la aceitera más importante del país, propiedad de la familia Urquía, Acevedo llegó a la presidencia de la UIA sucediendo a Adrián Kauffman (Arcor). Le tocó gobernar la gremial empresaria en los años más duros del macrismo. Los Urquía, oriundos de Córdoba, fueron algunos de los que crearon la Fundación Mediterránea. En su carrera, el dirigente fue también secretario de la Asociación Empresaria Argentina (AEA) y titular del ferrocarril de cargas Nuevo Central Argentino. Con una licenciatura en Administración de Empresas, ocupó cargos directivos en la Fundación Exportar y en la Fundación Observatorio PYME. La llegada a la presidencia de Acevedo fue parte de un acuerdo de unidad entre las dos listas que desde hace 15 años alternaban el poder: la Celeste y Blanca y la de Industriales.

 

 

-A la luz de las declaraciones públicas y privadas de dirigentes y los resultados de la gestión, ¿qué perspectiva observa en el Gobierno?

 

-Creo que el Gobierno tiene puestas todas sus esperanzas en principios de año. Pero lo que veo es que en el tema económico vamos a tener que tener un poquito más de política económica. Sólo con el voluntarismo no vamos a tener mucho más. Hoy no hay un proyecto industrial que te marque una línea de cómo se va a seguir creciendo en este país. Está bien bajar el gasto, pero hay cosas más importantes.

 

-¿Por ejemplo?

 

-Por ejemplo: cuando una empresa está en crisis o sobre endeudada, el contador va a empezar a mirar de bajar el café, los autos, pero eso solo te da un poco más de tiempo. Y tenes que aprovechar buscando cómo vender más, cómo producir. Eso hoy no está pasando, estamos confiando en que va a bajar la inflación, en que va a venir uno de afuera a poner plata… Estoy convencido de que las primeras inversiones llegan de la gente que está adentro.

 

-Ha habido inversiones especulativas y capitales golondrina.

 

-No, esas no son inversiones, yo digo las inversiones en fierros. Esas se hacen cuando llegan los primeros brotes verdes en serio y eso todavía no pasó. Todo esto que han firmado hasta ahora son palmadas en la espalda diciendo “che, qué bien que les va”. Pero una cosa es “seguí que vas bien” y la otra es “tomá, te presto plata o invierto”.

 

"Estamos confiando en que va a bajar la inflación, en que va a venir uno de afuera a poner plata… Estoy convencido de que las primeras inversiones llegan de la gente que está adentro."

-¿Se refiere al G20? ¿Le pareció importante lo alcanzado en la cumbre o algo meramente simbólico?

 

-Fue importantísimo porque logramos mostrar cosas… Yo estuve en River y en el Colón y fueron dos opuestos: demostraste que podés recibir a gente, organizarlo, eso no es poco. Pero después, ¿cómo hacemos para crecer? ¿Cuáles son los sectores que nos van a apalancar? Lo que se firmó en el G20 es que van a hacer una represa. Son cosas que nos vienen a traer o a financiar y lo que se financia se tiene que pagar. Y lo que se tiene que pagar debe ser pagado con el producido nuestro.

 

-Dos banqueros, Enrique Cristofani (Santander) y Claudio Cesario (ABA), defendieron esta semana las tasas de interés como medio de atraer depósitos. En ese punto parecen estar parados en veredas opuestas.

 

-Son dos cosas distintas. El problema no es la tasa, el problema es la recesión en la que estamos. La gente no quiere estar en pesos. ¿La tasa alta por qué se produce? O les dan un regalo para estar en pesos o la gente está dolarizada, porque no hay confianza en el peso ni en un programa.

 

-Mencionó que no hay política industrial y desliza que lo que hace el Banco Central es desacertado. ¿Ustedes esperaban más del Gobierno? ¿O algo diferente?

 

-Sí, muchísimo más esperábamos. Creo que el empresario hoy está decepcionado por la performance del Gobierno. Hace un año hablábamos de brotes verdes y hoy venimos de una devaluación del 100%. Hablaban de que la inflación se terminaba y no la terminaron.

 

-¿Cree que estas deficiencias que señala le complican la posible reelección a Cambiemos?

 

-El Gobierno está jugando a una polarización como ha hecho hasta ahora. Eso es una decisión política y nada más.

 

"Quizás hoy el dólar no esté atrasado y sí esté atrasado el tema salarial."

-Eso no parece ser muy positivo para los inversores…

 

-Esta polarización ha traído que haya un miedo en el exterior y también local de que vuelva el anterior gobierno. Y eso hace que todas las decisiones de inversión se compliquen. Y estoy diciendo algo que se lo ha dicho al Gobierno la gente que vino al G20.

 

-Yendo a las personas, ¿han visto algún cambio positivo desde los “llorones” de Francisco Cabrera a la designación de Dante Sica en Producción?

 

-Con Sica hay un buen diálogo, entiende a la industria, no hay que explicarle nada. Ahora hay que ver qué poder de convencimiento tiene en el gabinete para aplicar medidas.

 

-Producción ahora incluye también a Trabajo. ¿Hablan del empleo? ¿Ya se ven los efectos de la recesión en más despidos?

 

-La industria ha seguido perdiendo puestos de trabajo y nos preocupa porque tratamos de mantenerlos, porque son nuestro mayor activo. Tratamos de suspender o adelantar vacaciones, o dar menos horas de trabajo, todo antes de despedir. Si se llega a echar personal, se ve que la empresa no tiene muchas posibilidades de subsistir.

 

 

 

-¿Cómo ve a la oposición de cara al año que viene?

 

-Hoy no veo una oposición armada, pero estamos a poco menos de un año de las elecciones. Puede aparecer cualquier cosa. Pero de nuevo, el año pasado me preguntaban si Cristina (Fernández) ganaba por seis puntos y qué pasaba; después, en diciembre, Macri iba derecho a cuatro años más; y hoy estamos hablando de vuelta de una posibilidad de que haya recambio de gobierno y del temor de inversores a que eso pase. Es muy cambiante esta Argentina.

 

 

El que está hoy pagando el ajuste es el sector privado. Y con esos impuestos es difícil producir y salir. El mismo Presidente dice que los impuestos te hacen poco competitivo.

 

 

-¿A usted le da temor que pase eso?

 

-Lo que me atemoriza es que sigamos en esta brecha y sin mirar en conjunto. Acá lo que perdemos es la posibilidad de hacer un trabajo entre todos. Y esto no es volver al 2001, pero sí hacer algo entre los sindicatos, empresarios, trabajadores, un acuerdo para abordar los problemas y las soluciones. No solo que el Gobierno esté diciendo “vamos para allá” y que entremos en una especie de voluntarismo de pensar que de acá a tres meses se va a solucionar todo. Yo no sé si va a ser así.

 

-Una de las críticas que plantean en el Círculo Rojo es la elevada carga impositiva. ¿Lo ve al Gobierno bajándola?

 

-No los veo bajando. Lo que están discutiendo la carga impositiva son los que van a usar esa carga, los grandes gastadores: el Gobierno, las provincias y los municipios. Ahí no estamos nosotros.

 

-¿Con los gobernadores hablan del tema?

 

-Las empresas no votan. ¿Qué han hecho los gobernadores? En algunos casos subieron Ingresos Brutos o pusieron tasas, pero también el Gobierno les dio la posibilidad de hacerlo. Entonces ahí esto sigue siendo lo mismo. El que está hoy pagando el ajuste es el sector privado. Y con esos impuestos es difícil producir y salir. El mismo Presidente dice que los impuestos te hacen poco competitivo.

 

-En repetidas ocasiones Elisa Carrió los criticó por especuladores y hasta denunció penalmente a la cúpula de los laboratorios de CILFA por supuestas acciones en la corrida cambiaria. ¿Cree que representa al Gobierno?

 

-Yo trato de dialogar y hablar de cosas reales. Estoy muy orgulloso de ser industrial, y de esos temas puedo discutir. A Carrió no la conozco pero posiblemente se mueve políticamente. Es muy respetada por las denuncias que hace, ese rol de fiscal, pero creo que algunas veces le hace tener dolores de cabeza a todo el Gobierno. Muchas cosas de las que dijo no las comparto y además no están pasando.

 

-Los apuntó Carrió por los cuadernos. Tienen en UIA dos vices procesados y Rocca acaba de tener un pedido de preventiva por parte del fiscal Carlos Stornelli. ¿Cómo evalúa el asunto hoy?

 

-Nosotros tenemos dos casos que no son por cuestiones industriales. La industria no está tan impactada por los cuadernos. Son dos vicepresidentes y uno es el vice primero de mi entidad, eso lo tiene que tratar la Justicia. Lo que puedo decir sobre el caso Techint son dos cosas: una es que lo que yo he visto de Techint es que es una empresa excepcional, de esto va a salir de alguna manera. Y respecto a los cuadernos, ojalá nos dé la posibilidad de que triunfen las instituciones sobre las personas. Esto se ha dado también porque ha habido un medio ambiente que produjo esta situación. En eso, algunos se movieron como pez en el agua y otros se vieron complicados, pero lo que tenemos que intentar es que esto no vuelva a pasar.

 

"Lo que puedo decir, sobre el caso de Techint, son dos cosas: una es que lo que yo he visto de Techint es que es una empresa excepcional, de esto va a salir de alguna manera. Y respecto a los cuadernos, ojalá nos dé la posibilidad de que triunfen las instituciones sobre las personas."

-¿Hace autocrítica, como ya hicieron algunos otros de sus colegas?

 

-Primero tenemos que ver cómo queda la parte judicial y recién después hacer la autocrítica y pedir las disculpas del caso.

 

-Con la devaluación hubo una fuerte disparada de precios y hoy la recesión derrumbó el consumo. En este escenario, ¿puede haber más tensión en las góndolas?

 

-Normalmente, cuando hay una devaluación, con más o menos retraso empieza a confluir en los precios. Tenemos que evitar que nos pase tener un dólar totalmente irreal, tanto sobrevaluado como subvaluado. No puede ser que tengamos una devaluación del 100% en tres meses, eso te estaba diciendo que vos tenías un dólar totalmente retrasado. Cuando pasa eso, todas las variables empiezan a ajustarse, salarios, precios, etcétera. Lo que hay que evitar ahora es anclar una de las variables. Quizás hoy el dólar no esté atrasado y sí esté atrasado el tema salarial.

 

Hoy, técnicamente, hace un mes o más entramos en recesión, y con recesiones es muy difícil. En el interior nadie está creciendo por inversión, están ganando nichos de mercado que otros dejan por X causa, porque cierran o no tienen capital de trabajo para cumplir. Pero hoy estamos en una profunda recesión y los precios no van a poder saltar mucho más, porque no hay oferta para la demanda que puede existir hoy en el mercado. La mayoría de las empresas industriales están por debajo del 60% de su capacidad instalada. Puede haber alguna avivada, pero no un gran salto en los precios.

 

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