EL PACTO CON EL FMI

Las ganancias y los riesgos del pleno forzoso a un impuestazo al juego

Tras acordar el Presupuesto con el FMI y los gobernadores, el Gobierno dio luz verde a la aplicación de tributos a bingos y casinos. Esperan casos similares en otras provincias. Temor por despidos.

La decisión de aplicar nuevos impuestos y aumentar algunos vigentes a los juegos de azar en la Ciudad y en la provincia de Buenos Aires fue una decisión coordinada entre el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, con el apoyo de la Casa Rosada, donde aguardan “experiencias similares” en otras provincias, cuyos gobernadores buscarán ampliar la base imponible de sus gravámenes.

 

“No nos oponemos; es una decisión que corresponde a las autonomías provinciales”, explicó a Letra P un funcionario del Palacio de Hacienda que estaba al tanto de la coordinación entre las dos administraciones provinciales que administra el PRO. Durante las extensas negociaciones que mantuvo el Ejecutivo con los gobernadores, los ministros locales de Hacienda reclamaron vías alternativas de financiamiento a partir de cambios en el Consenso Fiscal para retrasar la eliminación de impuestos provinciales como Ingresos Brutos o Sellos. El acuerdo fue parcial y sólo pudieron retocar algunos gravámenes, aunque no hubo cuestionamientos de Balcarce 50 para aumentar la presión fiscal sobre las apuestas. 

 

En ambos casos, la iniciativa busca gravar las jugadas en tragamonedas y apuestas online dentro de una política fiscal que ya había lanzado Vidal durante su discurso de apertura del último coloquio de IDEA en Mar del Plata. "Tenemos dos bingos menos, tres casinos menos y ni un sólo tragamonedas más, porque hay una sola lotería y un sistema para controlar los tragamonedas, pero, si fuera por mí, habría menos", dijo la gobernadora y cosechó el malestar de los empresarios vinculados a los juegos de azar que estaban presentes en el evento, como los ejecutivos de Codere, el segundo grupo más importante de la actividad en el país. El mensaje de Vidal fue pronunciado en la más importante de las ciudades balnearias,  donde clausuró el Casino del Mar, del Grupo Boldt.

 

Las críticas de la mandataria fueron el anticipo de la regulación bonaerense que comenzará a regir el año próximo, si la Legislatura provincial la aprueba, donde algunos empresarios muy vinculados al PRO deberán pagar más impuestos, como el presidente de Boca Juniors, amigo presidencial y magnate de los bingos provinciales, Daniel Angelici. El "Tano", aseguran en La Plata, no se enteró por los medios, sino que recibió un mensaje "informal" sobre el nuevo incremento, según confiaron fuentes oficiales.

 

En el Gobierno admiten el riesgo del "escudo humano" que puedan utilizar las empresas que explotan los juegos de azar, en referencia a despidos masivos para repudiar los aumentos impositivos. “No descartamos las quejas de las empresas del sector, como lo hacen siempre”, explicó a Letra P un alto funcionario de la administración bonaerense. “Cada vez que intentamos subirles los impuestos nos amenazan con que van a echar gente”, agregó, aunque se mostró confiado de la sanción de esa reforma impositiva en la Legislatura provincial. Hasta el momento, los grupos empresariales afectados no han planteado su posición al respecto, como tampoco hubo pronunciamiento de los sindicatos de trabajadores vinculados a la actividad. 

 

 

DATOS DEL NEGOCIO. La Argentina es el país más desarrollado de América del Sur en materia de juegos de azar. Según la Asociación de Loterias Estatales (ALEA), en 2016 todos los organismos provinciales de control del juego de azar aportaron 12.615 millones de pesos.

 

De acuerdo a los últimos datos disponibles de esa organización, la rentabilidad de las loterías creció un 18,53% entre 2015 y 2016, dentro de una actividad que tiene 11.500 puestos de trabajo directo en los organismos reguladores locales, 70.000 en agencias y puntos de venta y 159.000 en salas y empresas del sector. Según el ente, son 240.500 fuentes de trabajo, dentro de un universo que alcanza a unas “500 salas de juegos y casinos en todo el país, con un estimado de 70.000 tragamonedas distribuidas entre todas ellas. Solo en la provincia de Buenos Aires existen 46 bingos distribuidos entre 32 municipios. Se les conoce como bingos, pero en los hechos son casinos repletos de tragamonedas”, explica el portal Casino Top, que compara casinos online de toda la región.

 

En sus cálculos, “existen 24.300 tragamonedas en la provincia de Buenos Aires de las cuales, 21.000 hoy se encuentran operativas, pero el 1% de las ganancias de esos salones es destinado a entidades de bien público”.

 

Una investigación de los periodistas Cristian Pérez y Ricardo Heurtley  aporta otros contornos sobre el volumen de dinero que maneja la actividad. “Generan casi 95.000 millones de pesos anuales de facturación entre agencias de lotería, casinos, máquinas tragamonedas, hipódromos y bingos”, sostiene el trabajo, con una estimación que no incluye el juego clandestino, aunque resalta el último informe presentado por ALEA hace tres años.

 

En 2015 declaró que “se apostaron 50.000 millones de pesos en todo el país, mientras que las loterías provinciales recibieron 15.000 millones de pesos”. Por su parte, “las empresas recaudaron 35.000 millones de pesos y las loterías, quinielas y juegos como Quini 6 o Loto, recibieron 44.100 millones de pesos”.

 

Las ganancias de 2015 para las loterías fueron “de 17.200 millones de pesos”. Las  24.970 agencias oficiales que reciben apuestas recibieron 8.800 millones en concepto de comisión, el Estado recaudó 8.400 millones y se pagaron 26.900 millones en premios.

 

 

 

DUEÑOS DE LA PELOTA. La actividad tiene diez grandes grupos empresarios que la explotan, en un ranking de facturación que estuvo encabezado por el Grupo Indalo y seguido por el Grupo Codere, el Grupo Boldt, Argentina Gaming Group, la Concesionaria de Entretenimiento y Turismo (CET), el Grupo Midas, Antonio Lacquaniti, Daniel Mautone, Golden Jack y Tango Game Group.

 

Según anticipó Letra P, el plan bonaerense busca regular las apuestas que se juegan en línea, que hasta la fecha no reportan tributos, incorporándoles el pago de un 15% por Ingresos Brutos más un canon aproximado de 34% a aplicar sobre la ganancia de cada empresa dedicada al rubro. Esa fórmula la reportaría a las arcas provinciales un ingreso extra de 2.5 mil millones de pesos.

 

A eso se suma un nuevo impuesto para las tragamonedas del 2% de los premios, que agregará otros 6 mil millones de pesos.

 

Ese nuevo gravamen también será aplicado en territorio porteño y le permitirá al estado capitalino una recaudación adicional de 2000 millones de pesos.

 

 

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Laura Alonso, vocera del GCBA.

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