Mientras la empresa Boldt espera definiciones sobre las licitaciones en casinos bonaerenses, la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativa confirmó en segunda instancia la clausura del Casino del Mar, confirmaron fuentes judiciales a Letra P. El predio fue cerrado el mes pasado luego de una inspección municipal.
Se trata del casino anexo al hotel Hermitage. El albergue es propiedad del empresario Florencio Aldrey Iglesias. Gracias a una ordenanza “delivery” se permitió la habilitación del Casino de Mar, que es explotado por la empresa internacional Boldt. La firma es uno de los mayores aportantes de fondos al partido PRO, cuyas máximas figuras son el presidente Mauricio Macri y la gobernadora María Eugenia Vidal.
En la resolución a la que accedió Letra P se destaca que "es indiscutido que la firma Boldt S.A. no contaba con la habilitación comercial exigida por la Ordenanza N° 20.054 y que por tanto no se advertía con carácter manifiesto la ilegalidad y arbitrariedad denunciada " y por lo tanto " el expreso reconocimiento que realiza en cuanto a no contar con la habilitación municipal pertinente aleja toda posibilidad de predicar como manifiestamente ilegítimo el proceder de la Administración, pudiendo –para más- activar el trámite administrativo que dice encontrarse pendiente desde el año 2005”.
Cabe recordar que tras las inspecciones llevadas a cabo por personal municipal el pasado 16 de agosto último, se detectó que la firma Hermitage SA, en su calidad de concesionario de la UTF del emprendimiento Paseo Las Toscas, se encontraba en infracción a la normativa vigente al corroborar que no estaba presentado el contrato de cesión parcial de uso y explotación a favor de Boldt SA como así tampoco el Instituto Provincial de Lotería y Casino tenía iniciada ante la comuna los trámites inherentes a obtener la correspondiente habilitación municipal. Desde entonces permanece clausurado.
EL NEGOCIO DE BOLDT
Tal como informó este medio, el jueves de junio pasado se conocieron las apuestas para el manejo por los próximos 21 años de las máquinas tragamonedas en las siete salas de juego de la provincia de Buenos Aires. Aunque en un principio se especuló con la posibilidad de seis jugadores que se presentarían para competir en esta licitación, lo cierto es que en la apertura de sobres realizada en el Instituto de Lotería y Casinos bonaerense, fueron tres las empresas que presentaron propuestas. Dos grandes grupos internacionales, enviaron cartas a la Provincia argumentando que su no participación responde a la turbulenta marcha cambiaria que se registra en el país.
Así, la apuesta más fuerte, fue la de la firma más baqueana en este rubro en la provincia hoy administrada por María Eugenia Vidal: Boldt S.A, empresa que durante años recibiera la adjudicación directa del negocio por parte de los gobiernos anteriores y que en el mes de mayo último obtuvo la prórroga de su contrato hasta el 31 de diciembre “o hasta el momento de entrada en vigencia del nuevo contrato con los proveedores que resulten adjudicatarios en el proceso licitatorio”.
Y, por cómo se avizora el proceso licitatorio, la compañía de Antonio Tabanelli tiene serias chances de hacerse auto-entrega del bastón de mando de las máquinas de juegos de azar de los casinos de Tigre, Pinamar, Tandil, Miramar, Hermitage, Central y Monte Hermoso.
Para los casinos de Tandil, Miramar y el Hermitage de Mar del Plata, además de Boldt se presentó Oasis Entertainment Group, firma que opera el Bingo Pilar y tiene entre sus caras visibles a Ricardo Glazman y Alejandro Gravier (marido de la modelo Valeria Mazza).
Boldt, además, tiene una alianza estratégica con el empresario Aldrey Iglesias, sindicado como el empresario más poderoso y temido de Mar del Plata. Desde su matutino La Capital, no vacila en castigar a quienes se opongan a sus emprendimientos privados, muchas veces ligados a favores del poder político de turno. Aldrey Iglesias fue un empresario muy cercano al ex gobernador, Daniel Scioli, con quien tenía un trato cotidiano, aunque la llegada de Vidal a la provincia no lo consternó, y de inmediato inicio y consolidó relaciones con Cambiemos.
Además del rubro periodístico, entre su cartera de inversiones figura como concesionario del histórico Hotel Provincial y el shopping Paseo Aldrey emplazado en el predio de la antigua terminal de ómnibus de Mar del Plata.
Aldrey Iglesias y Boldt son la síntesis perfecta de cómo se generan negocios privados al calor del Estado y funcionarios públicos permeables a las presiones. En ese marco, una simple inspección municipal los corrió del negocio, al menos, hasta que regularicen la situación ante la comuna que conduce con mano de hierro, Carlos Arroyo, el intendente vecinalista más díscolo de Cambiemos.