Con la presencia de los principales dirigentes de sus gremios, la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) anunció que el próximo 27 de noviembre realizará asambleas en todas las ramas que, promete, van a afectar la movilidad en el país.
La fecha elegida para medida no es inocente: fue definida fijada para tres días antes del inicio de la Cumbre del Grupo de los 20, el encuentro diplomático de máximo nivel con el que el Gobierno nacional busca relanzar su imagen en el exterior.
Las asambleas fueron convocadas para las 4 de la mañana y se extenderán hasta las 7, algo que, descuentan los gremialistas, va a afectar como mínimo la primera mañana de todos los medios de transporte.
"Nos preocupa que el Gobierno haga uso del encuentro del G-20, que busca promover la inversión extranjera en base a un mayor endeudamiento (...) Las máximas autoridades del mundo deben saber que el actual trazado económico no cuenta con el respaldo del pueblo trabajador", afirma el documento consensuado por los transportistas a modo de cierre del plenario sectorial que sesionó el mediodía del jueves en el teatro Empire de La Fraternidad.
Roberto Fernández de UTA, Juan Carlos Schmid de Dragado y Balizamiento, Omar Maturano del gremio de maquinistas, Juan Pablo Brey de los aeronavegantes y Roberto Coria de Guincheros oficiaron de anfitriones en una reunión que tuvo una impronta de reencuentro, ya que después de varios años volvieron a participar los taxistas de Omar Viviani y los ferroviarios de Sergio Sasia, pero también la mesa de gremios aeronáuticos que encabezan el piloto Pablo Biró y el aeronáutico Edgardo Llano, este último enrolado en CTA.
En diálogo con Letra P, Fernández consideró que la medida de protesta "es una demostración del malestar que existe hoy en los trabajadores" y evaluó que, además, "va a servir para que el Gobierno y los empresarios cumplan con el pago del bono de fin de año" fijado por decreto por el presidente Mauricio Macri.
"Más allá de las promesas de campaña incumplidas, el Frankestein tributario, confiscatorio, lesivo para los asalariados, atentatorio contra la producción y el consumo, requiere de una total revisión", reclama el documento difundido una vez terminado el acto, en el que también se señala que "cada día vivimos en carne propia la “uberización” de los servicios y del transporte en general, además de la irrupción de las denominadas “empresas tecnológicas”, que atentan contra las bases de nuestras organizaciones".
Entre las demandas planteadas en el teatro del barrio de Congreso figuran la aplicación de una Ley Federal del Transporte, un aumento de emergencia para los jubilados y pensionados, paritarias libres y la urgente modificación de las escalas y de todos los conceptos que conforman el gravamen del impuesto a las Ganancias.