PLANO CORTO. MARCELO MINDLIN

Los misterios del hombre corcho

El dueño de Pampa Energía reunió a todos los palos del Círculo Rojo en el CCK. Flota en la grieta con ganancias de otra era. Del viento de cola K a los campos eólicos PRO, IECSA y Joe Lewis.

Su caso es único. Mientras socios suyos como Gerardo Ferreyra hoy están presos en la cárcel de Marcos Paz por orden de Claudio Bonadio, Marcelo Mindlin luce como el magnate que mejor se adapta a la era Cambiemos.

 

El dueño de Pampa Energía es capaz de congregar en el Centro Cultural Kirchner a 1.500 invitados entre los que se destacan la cúpula del macrismo, el peronismo no cristinista y los formadores de opinión que aborrecen al kirchnerismo. Después de haber sido durante por lo menos ocho años uno de los hombres de negocios ligados al gobierno de Néstor y Cristina Kirchner, Mindlin se recicló como exponente del nuevo viento que prometió encarnar Mauricio Macri. No sólo eso. Apareció justo a tiempo para mostrarse como el comprador de IECSA, la firma del clan presidencial que estaba en manos de Ángelo Calcaterra desde 2007.

 

Como si no hubiera un mañana y el cristinismo no tuviera retorno, Mindlin posó el lunes último, como presidente del Museo del Holocausto, con Sergio Massa de un lado y Horacio Rodríguez Larreta del otro. Las fotos del encuentro lo exhiben a pura sonrisa. Tiene sus razones: es uno de los grandes beneficiarios del ajuste interminable de tarifas que encaró Macri sin anestesia y del blanqueo generoso con el que debutó el gobierno de los CEOs.

 

 

MISTERIO Y GANANCIA. Socio del amigo presidencial Joe Lewis, a los 54 años, Mindlin es un financista récord rodeado de misterio: nadie sabe cómo hizo para lograr su fortuna. Sin embargo, algo se repite: compra barato, vende caro y se abraza siempre al poder de turno. Nacido a los negocios junto a Eduardo Elsztain -se conocieron en el Colegio Nacional Buenos Aires- y con vía directa a la comunidad de negocios de Nueva York, se mantuvo unido al dueño de los shoppings durante 15 años hasta que se independizó como hombre de negocios, en el amanecer de la década ganada.

 

Mindlin es un financista récord que compra barato, vende caro y se abraza siempre al poder de turno.

Hoy, su nombre no aparece asociado a la corrupción ni demonizado como otros empresarios inventados y potenciados durante la era del Frente para la Victoria en el poder. No deja de ser curioso: a su lado, se jactaban hasta hace no tanto de haber inventado la marca ambiciosa de la “burguesía nacional” que el kirchnerismo tomó como eslogan y finalmente naufragó, triturada por las evidencias.

 

En ese tránsito frustrado, Mindlin aceptó dejar de lado el nombre del Grupo Dolphin -el fondo que había dado origen a IRSA y que delataba su génesis financiera- y mutar hacia un maquillaje de resonancias nacampop, Pampa Holding.

 

El empresario que lució junto a Massa y Larreta es primo del ex canciller Héctor Timerman. Pero edificó su puente con el gobierno de los Kirchner a partir de la relación con Julio De Vido primero y Axel Kicillof después. Hombres de su entorno solían viajar a Santa Cruz para hablar directamente con Máximo Kirchner y Rudy Ulloa, antecedentes que hoy prefieren dejar de lado.

 

 

 

Pampa Energía participa del sistema de generación, transmisión y distribución eléctrica. Asociado con Ferreyra y Osvaldo Acosta, transporta con Transener el 85% de la electricidad de la Argentina. Según informa en su página web, la compañía abarca más de 14.500 kilómetros de líneas propias y 6.200 kilómetros de líneas de alta tensión. Además, es dueño de Edenor, la mayor distribuidora de electricidad de la Argentina, con tres millones de clientes en el norte de la Ciudad de Buenos Aires y el noroeste del Gran Buenos Aires. Las dos empresas fueron productos de su habilidad para acoplarse al cambio de época que se inició en 2003 con Kirchner en la presidencia, De Vido como ministro de Planificación y Roberto Baratta como influyente secretario de Coordinación.

 

 

 

Según un estudio del peronismo de Miguel Ángel Pichetto y Diego Bossio, dos de los asistentes al CCK el lunes pasado, las ganancias de las empresas de Mindlin entre diciembre de 2015 y febrero de 2018 fueron formidables, como las del resto de las compañías de servicios públicos beneficiadas por el tarifazo permanente. Edenor ganó 82 millones de dólares durante 2017, con un crecimiento del 15% desde 2015 y una suba de la acción que reportó ganancias de 210% en dólares. Transener obtuvo resultados aún mejores: un saldo positivo de 337 millones de dólares en 2017, con un crecimiento del 177% desde 2015 y una suba de la acción de 346% en dólares.

 

Desde febrero hasta hoy y pese a la crisis económica, los resultados del sector siguen siendo para festejar. Mientras Edesur informó el martes último en la Bolsa ganancias del 91% interanual entre enero y setiembre de este año, Edenor está a punto de comunicar sus números del tercer trimestre.

 

BLINDAJE PURO. Accionista mayoritario de Transportadora de Gas del Sur y con inversiones en energía eólica, Mindlin suele ser noticia por los proyectos que lleva adelante. También nutre las páginas judiciales, aunque disfruta de un trato preferencial por parte de los medios. El periodista Alejandro Bercovich reveló en el diario Bae que el chofer de Baratta, Oscar Centeno, también estacionó en la puerta del edificio que ocupaban las oficinas de Pampa, en Bouchard 547, el 14 de mayo de 2009. Sin embargo, su caso no fue tomado en cuenta por las empresas periodísticas que habían llevado el tema a lo más alto. El blindaje informativo se rompió sólo cuando Bonadio citó al socio de Lewis a una indagatoria que parece haber sorteado sin mácula, el 17 de octubre pasado.

 

Según el fiscal Picardi, Calcaterra sigue vinculado a la ex IECSA a través de una sociedad offshore que comparte con Mindlin en Delaware, Estados Unidos.

También en octubre pasado, el director del Museo del Holocausto recibió una noticia ingrata que mereció escasa difusión. El fiscal Franco Picardi le pidió al juez Marcelo Martínez de Giorgi que amplíe los embargos en el caso del soterramiento del ferrocarril Sarmiento y sostuvo que Calcaterra sigue siendo el dueño de la empresa que figura a nombre de Mindlin. Un fantasma que no termina de alejarse por completo.

 

Según Picardi, el primo presidencial sigue vinculado a la ex IECSA a través de una sociedad offshore que comparte con Mindlin en el estado de Delaware, Estados Unidos. “Concretamente, de lo expuesto se desprende que, más allá de la modificación de la denominación social de Iecsa SA a Sacde SA., como así también de la transferencia del paquete accionario de Grupo Ods SA a Emes Energía Argentina LLC, los accionistas y las personas físicas detrás de las estructuras societarias señaladas, seguirían siendo las mismas”, afirmó Picardi.

 

El periodista Ari Lijalad agregó en El Destape que los vínculos de Calcaterra no terminan ahí. La otra accionista de IECSA es Latifer. El fiscal Picardi cita el Boletín Oficial del Registro Mercantil de Madrid del 26 de junio de 2017, donde figura que la única socia de Latifer es Emes Energía Argentina LLC, la offshore que comparten Calcaterra y Mindlin.

 

Entre los asistentes al acto del CCK, están incluso los que reconocen que jamás se presentó un contrato de compra venta de la empresa. Conocido el pedido de Picardi, los voceros de Pampa difundieron un comunicado en el que negaron rotundamente “que algún integrante de la gestión anterior conserve acciones de la actual SACDE, ni en forma directa ni a través de alguna sociedad o persona jurídica como fue mencionado en algunos medios” y reiteraron que la firma pertenece a Mindlin, su hermano -dos años menor- Damián Mindlin, Gustavo Mariani, Ricardo Torres y otros inversores financieros minoritarios.

 

“A través de la sociedad inversora Emes Energía Argentina -agregaron-, adquirieron la totalidad de las acciones de la ex empresa IECSA, a través de la compra de todas las acciones de Latifer y ODS, el 16 de marzo de 2017”.

 

El nombre de Mariani ganó algo de popularidad en noviembre de 2012, cuando el diario Perfil reveló que figuraba bien arriba en el ranking de los empresarios que más dólares compraron en 2011, en abierta conspiración para la filosofía kirchnerista. También Mindlin estaba en la lista.

 

 

 

EL AMIGO DE LEWIS. Con el macrismo en el poder, el dueño de Pampa no sólo se quedó con la papa caliente que Calcaterra buscaba sacar del fuego de las denuncias. Además, se reencontró con viejos conocidos que llegaron a la función pública. Su ex socio Alejandro Mac Farlane, presente también en la velada del CCK, tiene una historia de afecto y negocios que lo une a Jorge Grecco, el secretario de Comunicación Pública de Macri.

 

Aunque al financista modelo le desagrade, los orígenes de los fondos de Mindlin son un enigma. En el libro “Los Patrones de la Argentina. Los negocios, el poder y la política de los verdaderos dueños de la década ganada”, los periodistas Esteban Rafele y Pablo Fernández Blanco relatan con detalle el vínculo directo de Mindlin con el kirchnerismo y sus dos etapas: de las cartas con pedidos de disculpas y elogios a De Vido a la presentaciones judiciales y los reclamos para actualizar tarifas. Allí, sostienen: “Es imposible a través de la documentación pública determinar el origen de los fondos con los cuales el empresario realizó las adquisiciones que lo posicionaron en dos años como el zar del sector eléctrico argentino”. A Mindlin, aclaran, lo tiene sin cuidado porque la ley no lo obliga a nada.

 

La primera pista es la que conduce al magnate británico Joe Lewis, con centro de operaciones en Bahamas, inversiones en la Patagonia y, desde 2015, además, amistad personal con el presidente argentino. Macri llegó incluso a visitarlo en Lago Escondido en marzo de 2016, a poco de arribar al poder. Lewis es socio de Mindlin en Edenor y Transener. Según reconstruyeron Rafele y Fernández Blanco de fuentes sin contacto entre sí, el comprador de la empresa de Calcaterra viajó en varias oportunidades a las extensiones de Lewis en el Sur para reunirse con él y sus colaboradores.

 

Desde que el hijo de Franco llegó al poder, Mindlin avanzó también en los negocios vinculados a la energía eólica.

La sospecha sobre el origen de los fondos del director del Museo del Holocausto llegó a los tribunales en los años finales del gobierno de Cristina Kirchner, después de una ruptura que sorprendió en los ámbitos empresarios y que incluyó una carta pública de Mindlin en 2012, con alertas sobre el riesgo para los servicios.

 

Desde la Unidad de Información Financiera, José Sbatella inició una investigación por lavado de dinero en la compra del Banco de Servicios y Transacciones (BST) que llegó al juzgado del juez federal Ariel Lijo. Involucraba a Mindlin, a su hermano Damián, al amigo Lewis y a una lista de empresarios que los rodeaban: Sergio Grosskopf (uno de los mayores desarrolladores inmobiliarios del país, ex dueño de Alto Palermo) y Pablo Peralta y Roberto Domínguez (propietarios del BST), entre otros.

 

Desde la fiscalía de Patricio Evers se amparaban en reportes de operaciones sospechosas de la UIF y del Banco Central que hablaban de la introducción en el mercado financiero más de 100 millones de pesos de origen desconocido. Mindlin fue sobreseído en 2014 por el juez Lijo, uno de los blancos predilectos de Elisa Carrió y un sector del oficialismo actual, que se entusiasma con el ideal de una República bajo Macri.

 

Desde que el hijo de Franco llegó al poder, Mindlin avanzó también en los negocios vinculados a la energía eólica. Junto con sus inversiones por 140 millones de dólares en dos parques eólicos, la administración Cambiemos se ocupó de destrabar las regulaciones y los beneficios que reclamaba el sector privado que, desde entonces, empezaba a integrar el dueño de Pampa. También en Vaca Muerta, el talismán de la recuperación que sueña el macrismo, donde promete invertir 300 millones de dólares en cinco años.

 

En la Ciudad de Buenos Aires votan con Boleta Única Electrónica (BUE). (Foto: NA)
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