AHORA SHOCK

Elsztain, un cruzado pro Cambiemos, salió a vivar el acuerdo con el FMI

“Al ver la noticia me asusté”, reconoció el presidente de IRSA y Banco Hipotecario, pero se cuadró en la línea oficial de un gesto positivo desde el exterior. Más moderado sobre la economía.

La interlocución del Gobierno con sectores del establishment más vinculado a las finanzas y el sector bancario redundó en las últimas semanas en un apoyo masivo de esos sectores al acuerdo alcanzado con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Los rubros no productivos de la economía tienen una visión sobre el contexto diametralmente opuesta a la del resto del Círculo Rojo. Ergo, el Ejecutivo que comanda Mauricio Macri los ha elegido como aliados en medio de las tensiones en la actividad.

 

Lo que muchos venían haciendo en privado o por medio de las cámaras sectoriales apareció por primera vez en público en la voz del jefe de IRSA, Cresud y Banco Hipotecario, Eduardo Elsztain. “El acuerdo con el FMI es una buena noticia; nos trae fortaleza ante los shocks externos y refuerza la confianza de los inversores”, explicó en un mensaje dado en la celebración del Día del Periodista. “Al principio, cuando vi la noticia, me asusté un poco. Pero haber logrado un acuerdo de esta magnitud es muy valioso”, apuntó.

 

Elsztain, que ha sabido jugar fuerte en línea con el Gobierno en los años del kirchnerismo, se transformó de un tiempo a esta parte en uno de los hombres de consulta y escucha del macrismo. En ese pelotón convive un puñado de CEOs. Entre ellos, Gabriel “Pájaro” Martino, del HSBC; Enrique Cristofani, de Santander Río; Martín Migoya; de Globant, y Marcos Galperín, jefe de Mercado Libre. Son los que le dan ánimo al oficialismo en el marco de las quejas constantes que recibe la política desde los rubros fabriles y del consumo.

 

En esa línea, Elsztain agregó que “el mundo está complicado, las tensiones globales no han terminado, por lo cual siempre es bueno tener un paquete fuerte. Lo del FMI es una señal de respaldo rarísima”.

 

 

 

La última parte del discurso se centró en unas pocas palabras sobre le realidad económica y social. Un resumen que, de todos modos, también calcó el discurso oficial. “Estamos en un momento de la economía muy especial. Las señales de mejora se sienten de a poquito, acá y en el exterior”, expresó. Y concluyó con una dura crítica a otro punto de la realidad que molesta particularmente al oficialismo, como es el contexto de crisis laboral que redundó en amenazas y concreciones de medidas de fuerza. “La discusión es cómo va a ser el próximo paro y, en una situación así, la peor decisión es parar. Yo soy optimista, es raro, lo sé”, se sinceró.

 

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