Tras una jornada cargada de tensión, que incluyó incidentes dentro y fuera del recinto, el oficialismo se encaminaba a conseguir en la madrugada del jueves la aprobación en Diputados del Presupuesto 2019, con los votos de Cambiemos y el apoyo de parte de los gobernadores del peronismo, que durante toda la jornada mantuvieron abiertas las negociaciones con la Rosada. El presidente Mauricio Macri seguía de cerca el curso del debate y esperaba por la ley que el Ejecutivo elaboró en sintonía con las exigencias del Fondo Monetario Internacional (FMI).
La sesión comenzó pocos minutos después de las 11.30, con 129 diputados sentados en el recinto. El oficialismo logró sortear así el escollo del quórum, gracias a la ayuda de 23 legisladores de la oposición, entre los que se contaron representantes del peronismo de San Luis, Tucumán, Córdoba, San Juan, Salta y Mendoza, el Frente de la Concordia Misionero y el bloque Evolución, que encabeza Martín Lousteau.
Con un Congreso vallado, rodeado de manifestantes que comenzaron a congregarse ya el martes para protestar contra el ajuste, y una fuerte presencia de fuerzas de seguridad, la tensión callejera tardó poco en llegar al recinto. “Responsabilizamos de nuevo al gobierno de Macri por la represión”, apuntó Axel Kicillof, mientras en los alrededores del Palacio comenzaban las corridas. El comienzo del discurso del ex ministro de Economía se vio interrumpido por los movimientos de varios diputados del bloque del Frente para la Victoria (FpV), que llevaron delante del estrado de la Presidencia de la Cámara, donde se ubica Emilio Monzó, una gigantografía de la titular del FMI, Christine Lagarde, al tiempo que repartían banderas de Estados Unidos entre las bancas.
“¡Patria sí, colonia no!”, cantaban los legisladores del kirchnerismo. “Ya está, diputadas, ya fue retratado eso. Vuelvan a sus bancas”, decía Monzó a Mayra Mendoza y Luana Volnovich (FpV) en referencia a la imagen de Lagarde.
Una vez que la sesión volvió a su cauce, Kicillof acusó al Gobierno de pretender “llevarle el Presupuesto al FMI” como un logro, calificó el Presupuesto como “invotable” y “de ajuste” y señaló que “no lo defiende absolutamente nadie: ni el oficialismo ni los que lo que lo van a votar que no son oficialismo”.
Había sido el presidente de la Comisión de Presupuesto, Luciano Laspina, el encargado de poner la cara por el oficialismo. El santafesino remarcó la necesidad de “equilibrar las cuentas públicas” y acusó al kirchnerismo de haber profundizado el “descontrol fiscal” de “los últimos 50 años”. Desde las bancas del FpV llovieron los reproches.
El clima se tornó aún más tenso minutos más tarde, cuando mientras hablaba el radical Luis Pastori, con Luis Petri sentado en la Presidencia, varios diputados del kirchnerismo y la izquierda irrumpieron en el recinto a los gritos para denunciar la represión que se vivía en la calle. Los incidentes trajeron a la memoria lo que se vivió en el mismo Palacio en diciembre de 2017, durante el debate de la reforma previsional. A toda velocidad, Monzó recuperó su lugar.
Con la Presidencia rodeada y en medio de reclamos de diputados que le mostraban imágenes de lo que ocurría en la calle, el bonaerense insistió en sus llamados al orden. Pero los incidentes se trasladaron dentro del recinto, donde las discusiones subieron de tono. El jefe del bloque del PRO, Nicolás Massot, terminó casi a los golpes con los kirchneristas Daniel Filmus y Leopoldo Moreau. Monzó decidió pasar a un cuarto intermedio y convocó a una reunión a los jefes de bloque en el Salón de Honor.
La sesión se retomó casi media hora más tarde. “Es una irresponsabilidad continuar, que hagamos oídos sordos a lo que pasa afuera. Hasta que no paren la represión no queremos sesionar más, ¡a ver si lo entienden! Si hay muertos y heridos se van a hacer cargo ustedes”, gritó el presidente del bloque del Frente para la Victoria, Agustín Rossi. Los titulares de las bancadas volvieron a salir del recinto más tarde para reunirse con el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Martín Ocampo, y el secretario Marcelo D´Alessandro, que dieron garantías de que la represión no continuaría.
“Queda garantizado el derecho a manifestarse de la gente”, anunció Monzó cuando el debate se reanudó, ya pasadas las 17. Para entonces, ya estaba claro que el oficialismo tenía los votos para el Presupuesto garantizados.
En paralelo a los incidentes del Congreso, los gobernadores opositores negociaban con la Rosada la inclusión de obras y fondos para sus provincias a cambio del apoyo de algunos de sus diputados.
Al cierre de esta nota, en el oficialismo calculaban que la ley lograría obtener el apoyo de unos 135 diputados, entre los que contaban 106 de Cambiemos - el salteño Alfredo Olmedo anunció que votará en contra- , unos 20 del interbloque Argentina Federal, tres de Evolución Radical, dos del interbloque Frente Renovador UNA –la cordobesa Adriana Nazario y la chubutense Rosa Muñoz-, la neuquina Alma Sapag y tres por Santiago del Estero.
“Es un presupuesto que no nos deja nada conformes, pero peor sería que el Gobierno tenga que gobernar con la prórroga del Presupuesto de este año, que quedó totalmente desactualizado”, explicó el presidente del interbloque Argentina Federal, Pablo Kosiner. En línea con su compañero de bancada, el entrerriano Juan José Bahillo criticó en duros términos el proyecto pero defendió su postura: "Nosotros vamos a acompañar este Presupuesto en un trabajo con gobernadores. Reflexionamos cuál es el mal menor: si un país no tiene presupuesto, le estamos permitiendo al presidente un manejo discrecional de más de un billón de pesos", dijo.
El argumento de Bahillo fue avalado en voz baja por varios de los diputados que votarán en contra del proyecto y que tienen plena conciencia de que la prórroga del Presupuesto 2018, con una inflación galopante y que se acercará este año al 50 por ciento, “es la peor opción”. “Nosotros nos reunimos con los rectores de las universidades y nos dijeron claramente que dejar al Gobierno sin Presupuesto los perjudicaba mucho más que votar este ajuste”, reconoció ante Letra P un titular de bancada que rechaza el proyecto.
En ese contexto, el acompañamiento al Presupuesto quedó en cabeza de los diputados oficialistas y del peronismo que responden a dirigentes “con responsabilidad de gestión”. “El kirchnerismo, la izquierda y los que no tienen gobernador están liberados”, dijo ante este portal un diputado que dará su aval.
Al momento de votar, el rechazo estará encabezado por los diputados del FpV, el flamante interbloque Red por Argentina, que conduce Felipe Solá, el Frente Renovador, la izquierda y el socialista Luis Contigiani, quienes ya anunciaron su voto negativo.