El acto de Luján de este sábado va a ser la postal con la que se va a dar por consolidado el bloque sindical opositor que componen gremios y organizaciones de todo el espectro gremial. El espacio, que tiene como figuras centrales a Hugo y Pablo Moyano (Camioneros), Ricardo Pignanell (SMATA) y Hugo Yasky (CTA), cuenta ya con un recorrido en el tiempo -iniciado en la pelea contra la reforma previsional y, después, en el multitudinario acto del 21 de febrero- que incomoda y pone en aprietos a la deteriorada conducción de la CGT.
La decisión del Frente Sindical por un Modelo Nacional de lanzarse a una disputa callejera con el Gobierno, robustecida por el acuerdo con los movimientos sociales que integran la CTEP, contrasta con la quietud que reina en la principal central obrera entre paro y paro. Pese a que en las últimas horas el binomio que integran Héctor Daer y Carlos Acuña anunció que se encamina a convocar a la quinta huelga general contra el gobierno de Mauricio Macri, desde el gremialismo disidente acusan que esa medidas operan más como acciones de descompresión que como nodos de un plan de lucha que enfrente al modelo económico.
Lo cierto es que la cúpula de la CGT endureció su discurso después del paro del 25 de septiembre, pero no alcanzó para recomponer la fragmentación interna y, días después, uno de los sus tres secretarios generales, Juan Carlos Schmid, anunció que renunciaba a su cargo.
El vacío de nuevas acciones gremiales de la CGT redunda en un fortalecimiento del Frente Sindical, que se consolida e impone una agenda propia al ritmo de un paso doble.
sa renuncia dejó en una situación endeble a la cúpula sindical, sobre todo porque detrás de Schmid renunciaron Juan Pablo Brey y Omar Plaini a los cargos de secretario de Juventud y de Administración, respectivamente. En los últimos días, se reavivaron las versiones sobre la salida de otros miembros de la Directiva de CGT, que, de concretarse, dañaría aún más la legimitidad y sumaría presión para una eventual convocatoria para renovar las autoridades.
El vacío de nuevas acciones gremiales de la CGT redunda en un fortalecimiento del Frente Sindical, que se consolida e impone una agenda propia al ritmo de un paso doble.
Por un lado, las principales disputas salariales se dan bajo el ala de este sector. Tan solo en las últimas dos semanas, los docentes, los mecánicos, los metalúrgicos y los camioneros fueron los protagonistas de los reclamos de apertura de paritarias. Después de haber sido el gremio que rompió el techo salarial, ahora Camioneros es la cabeza de playa de los reclamos por recomposición que promete calentar el último trimestre del año.
En paralelo, el Frente Sindical gana protagonismo político como recomponedor de las relaciones de diferentes sectores del peronismo que se alejaron durante los últimos años del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. La foto en la que se mostraron juntos la ex presidenta, Moyano y Pignanelli en un acto en SMATA es testimonio de eso, al igual que el trabajo conjunto entre la CTA de Yasky y los gremios moyanistas.
El pedido de detención contra Moyano hijo volvió a colocar en primera plana al líder camionero, que, frente a la ausencia de Pablo, se convirtió en el articulador del operativo que iba a impedir la detención. En la cúpula de la CGT se sintió el impacto de la maniobra judicial e inmediatamente, a instancias de Julio Piumato y Jorge Sola, dos (¿ex?) moyanistas que permanecen dentro del Consejo Directivo cegeteista, emitió un comunicado repudiando el pedido de detención.
Más allá del carácter ecuménico, el acto frente a la Basílica de Luján escenifica también el rol que, crecida y sostenidamente, viene jugando la iglesia frente a los conflictos sociales. Sin un interlocutor político preferencial, antes de Luján el cura Pepe di Paola disertó en el salón Felipe Vallese de la CGT. El Episcopado se convirtió en un punto obligado donde recurrir frente a la decena de conflictos en curso. En las últimas semanas, la curia católica instó al Gobierno a entablar mesas de diálogo con trabajadores de estatales y docentes y, en paralelo, acordó poner a disposición su red de comedores para atender la creciente demanda en los barrios periféricos.