(Corresponsalía).- Que el gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, es un aliado desde el minuto cero a la gestión de Cambiemos no es una novedad. Tampoco las diferencias con un importante sector del Movimiento Popular Neuquino (MPN), el partido que preside y conduce la provincia hace décadas. Con el respaldo del sector peronista, el vicegobernador Rolando Figueroa anunció una reunión -en febrero - a la par de la Junta de Gobierno partidaria y anticipó un escenario de compulsa para el año que se viene.
Al intentar mostrarse como un buen aliado de la Casa Rosada, Gutiérrez dividió a un sector importante de su partido. De notables diferencias, Figueroa se posiciona como un rival dentro del MPN que, luego de la derrota electoral en 2017, piensa en reagruparse con sus mejores cuadros para estirar la hegemonía que la familia Sapag construyó, pero que hoy tiene dividida a su columna vertebral. Los dirigentes que no quieren ser furgón de cola del macrismo, analizan su estrategia.
Federalismo y soberanía política, dos claves del MPN histórico (adquiridas de sus raíces peronistas) son el escudo protector de una resonante línea interna que ve en el presidente de la Legislatura un fiel representante de las bases partidarias. El senador nacional y gremialista Guillermo Pereyra, quien llamó la atención de Gutiérrez sobre el cierre del año, pondría toda su estructura si Figueroa decide salir a competir por el cargo mayor en el 2019.
Desde que el vicegobernador rechazó la candidatura a diputado, cargo que fue para Alma “Chani” Sapag, el diálogo de la dupla ejecutiva se rompió. Según fuentes partidarias consultadas por Letra P, Gutiérrez se cerró en un círculo muy propio (ver crítica de Pereyra) que incluye a su hermano Gerardo -al mando de las redes- y Pablo, abogado que lo asesora en la agenda institucional. Figueroa, lejos de aislarse, continuó su trabajo por el norte neuquino. Como ex intendente de Chos Malal, y de notable influencia en esa región de la provincia, trabajó todo el año que pasó tras decirle que no a Gutiérrez por la lista del MPN.
Con ese escenario, febrero será el inicio de la carrera por el poder. Una reunión paralela de la Convención del MPN allana el camino a una interna a pesar de la definición del propio Figueroa, quien detalló claras diferencias que deberían despejarse al encontrar un candidato de “consenso” o marcar reglas claras que definan la conducción y las candidaturas del año que entra. “Somos un partido de distrito y un movimiento”, aseguró este viernes al diario Río Negro. Con “la premisa número uno” de ser “un compañero leal del gobernador” hasta el último día de su mandato.
Su preocupación por las economías regionales, junto a otros vices de la Patagonia, o la respuesta a Macri cuando visitó Villa Traful, demostraron que no comulga con el proyecto presidencial. En aquella oportunidad, el presidente había dicho que el MPN tenía "una deuda" con los neuquinos. "Es una de las que más recursos tuvo en la última década y no se ve la infraestructura acorde a todos los recursos que tuvieron", comentaba el jefe de Estado. Figueroa, ante la ausencia de Gutiérrez, levantó la bandera del movimiento y lo cruzó.
MACRISMO. El apego de Gutiérrez al macrismo no convence a la vieja guardia emepeísta. Laderos del poderoso dirigente petrolero, e intendentes díscolos, entienden que si no se ponen reparos en la siempre necesaria relación entre la provincia y la Nación, el futuro del partido está en serios problemas. “Si sigue así, Gutiérrez puede ser el Miguel Saiz de Neuquén”, insisten referentes del partido en clara referencia al último gobernador radical de Río Negro, quien dejó a la deriva a la UCR que gobernó esa provincia por casi tres décadas consecutivas.
A Horacio “Pechi” Quiroga, intendente de la capital neuquina, ya le pusieron un techo desde la Casa Rosada y podría ser reemplazado por el flamante diputado nacional David Schlereth. El outsider que ganó la elección de medio término, es a quien prefieren los laderos de Macri ante el cerco de votos de Quiroga que ya intentó ir por la provincia como aliado al kirchnerismo, y, en 2015, naufragó en una pobre elección que dejó a Gutiérrez en el poder.
