En medio de una temporada magra y con la muy cuestionada gestión municipal Cambiemos como anfitriona, la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, volvió este viernes a la ciudad de Mar del Plata. Su arribo formó parte de una agenda que incluyó otros distritos costeros: Pinamar y Villa Gesell. El detalle de las actividades que desarrolló la mandataria en la (no tan) Feliz fue celosamente preservado de antemano con un cerrado hermetismo oficial, al punto de que hasta dirigentes oficialistas de la región desconocían el itinerario.
Si bien la administración provincial informó que Vidal recorrería nuevamente el principal balneario argentino tras visitar Pinamar y Gesell; evitó dar precisiones sobre el horario de su arribo y las actividades planificadas en el lugar. “Lo único que pude sacarles es que va a ir al Hospital Interzonal General de Agudos”, señaló un dirigente marplatense al ser consultado por Letra P sobre la agenda de la gobernadora.
La decisión de sumergirse en el silencio buscaría evitar la presencia de la prensa y las eventuales consultas en torno a la polémica gestión que en aquel distrito encabeza el ex carapintada Carlos Arroyo, así como sobre los números del verano en materia de ocupación de plazas de alojamiento y consumo por parte de los turistas, que no son buenos.
Hay, además, un antecedente de violencia que también podría explicar el hermetismo. En agosto del año pasado, organizaciones políticas, sociales y de derechos humanos movilizaron a un acto que encabezaban Vidal y el presidente Mauricio Macri para recriminarle al jefe de Estado unos dichos sobre la dictadura, a la que horas antes había identificado como una "guerra sucia". El mandatario había dicho, también, que no sabía si los desaparecidos del terrorismo de Estado son 30 mil o 9 mil. La Policía bonaerense reprimió a los manifestantes y el Gobierno denunció que el auto presidencial recibió un piedrazo, pero el propio jefe de la fuerza de seguridad, Pablo Bressi, terminaría desmintiendo la versión de la Casa Rosada.
En horas de la tarde, finalmente la gobernadora se mostró con Arroyo en el Hospital Interzonal.
NO TAN FELIZ. El balance de la temporada es malo. Se ve gente viernes a la noche, sábado a la noche y domingo al mediodía y luego se termina todo", definió a InfoBrisas la secretaria general de la seccional Mar del Plata de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Agentina (UTHGRA), Mercedes Morro, quien indicó que el sector tiene "un 15 por ciento menos de trabajo". Tanto empresarios como trabajadores de este rubro criticaron la decisión del Gobierno nacional de eliminar los feriados puentes. “Empeoran la realidad”, resaltaron
En Mar del Plata, aseguran que la ocupación en enero no superó el 70% y que, si bien la segunda quincena fue mejor que la primera, no logró empatar los valores y el movimiento registrado en 2016.
A la percepción de los sectores privados, se le enfrenta el informe preliminar de las autoridades del Ente Municipal de Turismo (Emtur), que aseguran que durante enero pasó por Mar del Plata 1,4 millón de turistas, lo que indicaría una mejora del 1,5% con respecto a igual período del año anterior.
La gestión del jefe comunal local, que no levanta cabeza, es otro problema para Vidal cuando aterriza en el aeropuerto de Camet. Cabe recordar que hasta aquellas costas fue enviado el ministro de Gobierno, Joaquín de la Torre, quien, entre otras funciones, debe monitorear de cerca la administración municipal, sumida en una crisis política y financiera.
PINAMAR Y GESELL. "El trabajo heroico de los bomberos refleja lo que son los bonaerenses y lo que podemos hacer todos juntos", dijo Vidal como resumen de su paso por aquellos dos municipios costeros, durante la mañana de este viernes. La mandataria recorrió el cuartel de bomberos voluntarios de Pinamar, cuyos miembros participaron en la extinción de los incendios que, a fines del año pasado, afectaron a las localidades de Cariló y Valeria del Mar.
Estuvo acompañada por el subsecretario de Gobierno y Asuntos Municipales, Alex Campbell; y el intendente local, Martín Yeza. "Siempre que voy a un cuartel, me voy contenta. Los bomberos de la Provincia reflejan lo que los bonaerenses tenemos que ser: generosos con el otro en momentos muy difíciles. La comunidad tiene que apoyar a la gente que hace cosas por el otro", analizó, previo a visitar un centro de la tercera edad de Gesell, "La casa de los abuelos", junto al jefe comunal Gustavo Barrera.