El Gobierno y sus principales dirigentes políticos salieron a militar arduamente la reforma jubilatoria a pocas horas de su votación en la Cámara de Diputados y en el marco de una amplia incertidumbre en torno al acuerdo de la Casa Rosada con gobernadores y los votos necesarios para refrendar el ajuste previsional que ya sancionó el Senado.
Ante las dudas por el quórum y el apoyo de algunos bloques opositores, Cambiemos sacó a la cancha a sus espadas políticas para respaldar el proyecto oficial, que modifica la fórmula de cálculo de las jubilaciones. El primero que salió a bancar la reforma jubilatoria fue Marcos Peña. Según el jefe de Gabinete, “los jubilados van a ganar más el año que viene”.
Su mensaje, que se emitió desde la oficina de comunicación de Presidencia, rebotó en redes sociales y medios de comunicación. Al mismo tiempo, distintos funcionarios nacionales, provinciales y porteños replicaron el texto de Peña en sus redes sociales.
Al igual que con el incremento de la tarifa de los servicios públicos, María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta salieron en bloque a respaldar el proyecto de Mauricio Macri.
Larreta sostuvo que la reforma jubilatoria “garantiza estabilidad hacia adelante” y que permitirá que el año que viene los jubilados “cobren el 5 por ciento por encima de la inflación”. En declaraciones radiales, el jefe de Gobierno porteño se mostró “optimista” en torno a que el Gobierno logrará la aprobación de la iniciativa que, como informó Letra P, depende del accionar de los gobernadores y el Bloque Justicialista de Diego Bossio.
“Tengo la esperanza de que se vote la ley como se comprometieron muchos de los gobernadores. Todos en su momento mostraron mucha responsabilidad en que la reforma es necesaria. Yo estuve en la mesa. Esperemos que se traduzca en que los diputados la apoyen”, afirmó Rodríguez Larreta.
En la previa de la sesión, Elisa Carrió hizo un último intento de apaciguar las aguas y destacó que “la ley es muy buena para el futuro”. Pero en el mismo mensaje, vía Twitter, apuntó a “los que inventaron un desaparecido, los que no quieren la República, los grandes evasores y ladrones de la riqueza de la Nación”.
En línea con Rodríguez Larreta y Peña, la gobernadora Vidal, también integrante del triángulo de poder PRO, defendió la reforma previsional. "Nadie se está apropiando de los recursos de los jubilados. Y quienes les dice eso no les está diciendo la verdad", lanzó la mandataria bonaerense. Y agregó: "Esta reforma garantiza los ingresos futuros de los jubilados. El sistema actual no se sostiene para nuestros hijos y nuestros nietos. Esa es la verdad".
Al mismo tiempo, como reveló Letra P, dejó en suspenso una reforma previsional más integral y más dura que la que propone Macri, porque, a diferencia de la que impulsa la Casa Rosada, sube las edades requeridas para el retiro.
La sesión especial -donde también se votará la reforma tributaria- promete extenderse hasta la madrugada y las avenidas Rivadavia y Entre Ríos estarán cortadas hasta este jueves. En tanto, la Cámara de Diputados extremó sus medidas de seguridad: sólo se habilitará un ingreso por Bartolomé Mitre y Riobamba, y el acceso al Palacio se limitará a personas con acreditación.
El interbloque oficialista sabe que la suerte del “reformismo permanente” que obsesiona al presidente Mauricio Macri depende de la votación de este jueves: el ajuste jubilatorio fue avalado por los gobernadores peronistas que suscribieron el Consenso Fiscal y que, en ese marco, llegaron a un acuerdo por el Fondo del Conurbano.
La tensión social extrema obligó a la bancada que preside Mario Negri a adelantar el debate que, en los planes originales, estaba previsto para la semana próxima. La discusión arrancará a las 14 y a esa hora la CGT comenzará a concentrarse en la esquina de San José y Avenida de Mayo, para movilizarse a un Congreso bloqueado por las fuerzas de seguridad desde primera hora de la mañana.