La gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, dejó en suspenso una reforma previsional más integral y más dura que la que propone el presidente Mauricio Macri, porque, a diferencia de la que impulsa la Casa Rosada, sube las edades requeridas para el retiro.
Concretamente, la mandataria pisó, por ahora, un proyecto de ley para modificar el sistema jubilatorio bonaerense -que administra el Instituto de Previsión Social (IPS)- que busca armonizarlo con el sistema nacional de ANSES.
Por ahora, la gobernadora no lo bajará a la Legislatura por varios factores: por un lado, esperará el desenlace de la discusión a la reforma previsional en el Congreso de la Nación; además los gremios mas conciliadores ya le avisaron que no se iba a iniciar ningún tipo de diálogo por las paritarias si la iniciativa prosperaba. También obtuvo algunas objeciones de parte de la oposición peronista a la iniciativa, que sintentiza las condiciones de jubilación por insalubridad y prescinde, por ejemplo, de la posibilidad de obtener una jubilación ordinaria en base al mayor cargo jerárquico que un trabajador obtuvo en su paso por la actividad laboral.
Por todo ello, Vidal giró otros 11 proyectos que espera aprobar en sesiones extraordinarias.
El plan era, o es, modificar distintos puntos del régimen de jubilatorio. Uno de ellos es estirar en cinco años más la edad de las jubilaciones ordinarias. Por un lado, para este tipo de beneficio el plan freezado establece que tendrán derecho a la jubilación ordinaria los afiliados que:
a) Hubieran cumplido sesenta (65) años de edad los varones, sesenta (60) las mujeres y treinta y cinco (35) años de servicios.
b) Tuviera cumplida la edad de sesenta (60) años los varones y cincuenta y siete (57) años las mujeres y acreditaren veinticinco (25) años de servicios de los cuales diez (10) como mínimo, continuos o discontinuos, deben ser al frente de alumnos con 20 horas de cátedra en cualquiera de las ramas de la enseñanza.
Mientras que
el régimen actual y vigente detalla que “tendrán derecho a la jubilación ordinaria los afiliados que acrediten como mínimo veintidós (22) años de servicios con aportes y que reúnan las siguientes condiciones:
a) Hubieran cumplido sesenta (60) años de edad y treinta y cinco (35) años de servicios.
b) Hubieran cumplido cincuenta (50) años de edad y veinticinco (25) años de servicios docentes como maestros al frente directo de alumnos o profesores con veinte (20) horas cátedra, en cualquiera de las ramas de la enseñanza.
Otros de los puntos sustanciales es la determinación del haber jubilatorio.
El proyecto que los gremios hicieron correr como propio del Ejecutivo establece que el haber, es decir lo que el jubilado cobrará, “será el equivalente al setenta (70) por ciento del promedio actualizado de las remuneraciones mensuales asignadas a él o los cargos de que fuera titular efectivo el afiliado durante los diez (10) años anteriores a la fecha de cese o de solicitud, la que fuera ultima”. No se tiene en cuenta la cuestión jerárquica. El actual régimen sí.
En la norma vigente se explicita que el haber “será el equivalente al setenta (70) por ciento de la remuneración mensual asignada al cargo de que era titular el afiliado a la fecha de cesar en el servicio”, permitiendo que sea también a través del cargo “de mayor jerarquía que hubiese desempeñado”. Detallando que “en todos los casos se requerirá haber cumplido en el cargo un período mínimo de treinta y seis (36) meses consecutivos o sesenta (60) alternados.
“Subsume todo y no respeta la individualidad de cada sistema”, le dijo a Letra P una fuente legislativa con fuerte anclaje en temas previsionales, al hacer referencia al proyecto que los sindicatos alertan que el Gobierno podría impulsar.
Este miércoles, distintos gremios estatales movilizaron hasta la sede del IPS para rechazar los posibles cambios y también por el proyecto que modifica el régimen jubilatorio de la Caja del Banco Provincia y que Cambiemos intentará aprobar este jueves en la Legislatura bonaerense.
Además, parte de esos gremios se reunieron con el jefe de Gabinete, Federico Salvai, quien les dijo a los sindicalistas que “hoy no está en la agenda legislativa nuestra un proyecto para modificar el régimen jubilatorio”. Sin embargo, distintas fuentes confiaron a este medio que la iniciativa estaba dentro del paquete que Vidal giró a la Legislatura pero tuvo que excluirlo ante la chance de que se cayera.
Otro de los motivos que determinaron la decisión de enfriar el proyecto fue el rechazo de los bloque tanto en Diputados como en el Senado del PJ Unidad y Renovación. “En todo caso, eso hay que consensuarlo con los sindicatos. Si lo mandaban lo íbamos a rechazar”, le dijo un diputado de ese bloque a Letra P.
Cambiemos daba por descontado que Unidad Ciudadana también iba a rechazar la iniciativa, pero no esperaba esta señal de alerta de parte de los intendentes del PJ que desde la semana pasada se convirtieron formalmente en el nuevo canal de acuerdo opositor en la Legislatura bonaerense.
La discusión asomaba a la par de lo que sucede en el Congreso de la Nación, donde el Gobierno empuja también por una reforma previsional. El gobierno de Mauricio Macri quiere que cambiar la fórmula de movilidad jubilatoria y que en lugar de un ajuste semestral en base al 50 por ciento a la evolución de los salarios y 50 por ciento de la recaudación, se usará el 70 por ciento de inflación y 30 por ciento de suba de los salarios formales. Y en lugar del aumento semestral, se aplicará por trimestre.
Esta es una de las reformas más polémicas que pretende aprobar del Gobierno nacional antes de fin año. Por eso y en base al resultado que tenga ese trámite legislativo, Vidal podría decidir si avanzará o no con su propio régimen jubilatorio. Distintas fuentes le dijeron a este medio que podría ser una de las discusiones a partir de marzo de 2018.