REFORMAS PRO

Resistencia insuficiente: no llegan a 100 los votos contra el ajuste jubilatorio

El FpV-PJ, el massismo, la izquierda y otros bloques suman 98 votos sólidos en contra de la reforma previsional, frente a una base de 128 adhesiones que tiene Cambiemos. Las alianzas impensadas.

Se volverán a llenar las calles. Se multiplicarán los gritos, las pancartas. Se profundizará el enojo, la bronca, y volverán a agitarse los peores fantasmas. Pero en el plano numérico, la resistencia será insuficiente. Superado el hervidero que vivió este martes la Cámara de Diputados, el interbloque Cambiemos se prepara para dar su última batalla en el recinto y sancionar este jueves el ajuste jubilatorio con una base de 128 votos y la posibilidad de sumar a un puñado de indecisos del Bloque Justicialista.

 

Luego de alzarse con el dictamen favorable en las comisiones de Presupuesto y de Previsión Social, el oficialismo resolvió apresurar la sesión que, en principio, estaba prevista para la semana próxima. El interbloque que preside Mario Negri tiene el quórum asegurado y también la mayoría simple para convertir en ley la reforma previsional, aunque antes debería superar el obstáculo reglamentario de los dos tercios necesarios para habilitar el debate, porque el despacho no cuenta con siete días de vigencia.

 

Según pudo estimar Letra P, el rechazo de una amplia franja de la oposición no alcanzará para bloquearle el camino a la ley. Los bloques del Frente para la Victoria-PJ, el massismo, el Movimiento Evita, los puntanos de Compromiso Federal y la izquierda encabezan la negativa, sumados a Victoria Donda (Libres del Sur), los santafesinos Alejandra Rodenas y Luis Contigiani, Jorge Taboada -del Sindicato de Camioneros de Chubut-  y el ex funcionario K Alejandro Ramos. Suman, en total, 98 votos.

 

 

Pero Cambiemos se fortalece con el respaldo de los gobernadores peronistas que firmaron el Pacto Fiscal y que, en ese marco, avalaron un cambio de la fórmula jubilatoria. Por eso, a los 107 votos propios del interbloque se suman cuatro cordobeses referenciados en Juan Schiaretti, cinco misioneros de Hugo Passalacqua y seis santiagueños de Gerardo Zamora. La base de votos a favor se completa con la chubutense Rosa Muñoz y la única representante del Movimiento Popular Neuquino, Alma “Chani” Sapag.

 

En el carril del medio, hay un pelotón de 30 diputados que permanecen en la duda y no explicitaron aún su postura. Ese grupo es encabezado por los 19 del Bloque Justicialista, que preside el salteño Pablo Kosiner y que tiene como protagonista en este tema ni más ni menos que a Diego Bossio, ex titular de la ANSES, que se encamina a votar en contra del proyecto. Más allá de ese caso puntual, se estima que varios integrantes obedecerán a sus gobernadores y es un hecho que la bancada sufrirá una fractura en pleno debut.

 

 

 

La incógnita también recae sobre los cuatro miembros del interbloque Socialdemócrata, que encabeza Martín Lousteau. El porteño juega al misterio y este martes se inclinó por firmar su propio dictamen sobre el ajuste jubilatorio. Otros sin definir son el mendocino Omar Félix, los cordobeses Juan Manuel Pereyra (Concertación-FORJA) y Adriana Nazario -esposa del ex gobernador José De la Sota-, y el catamarqueño Gustavo Saadi. En tanto, tres sanjuaninos que tienen monobloques por separado –Graciela Caselles, Walberto Allende y Florencia Peñaloza Marianetti- votarían en contra. 

 

Con este escenario, Cambiemos se juega sus última cartas y en las próximas horas buscará captar los votos que le faltan para, definitivamente, poder respirar tranquilo. La sanción de la ley significaría el primer trofeo parlamentario que el oficialismo tendría para regalarle al presidente Mauricio Macri como parte del amplio paquete de reformas acordadas con gobernadores. Todo ello, como desenlace de un debate que no deja de arrojar postales políticas inéditas.

 

 

 

Con la reforma jubilatoria quedó demostrado que el Frente Renovador-UNA, ya sin Sergio Massa entre sus filas, pasó de ser el principal socio estratégico de Cambiemos a votar junto al bloque que más resistencia les generaba: el kirchnerista. A lo largo de todo el año pasado, el massimo hizo esfuerzos por no quedar “pegado” al Frente para la Victoria-PJ en varias ocasiones, firme en su “ancha avenida del medio”. Sin embargo, en la primera votación del período extraordinario, ambos bloques terminarán confluyendo.

 

 

 

El kirchnerismo también mejora a pasos agigantados su extraña sintonía con la izquierda. Ambos espacios se identifican como los núcleos de oposición más dura en la Cámara baja, con nulas posibilidades de lograr acuerdos con Cambiemos. Con esa característica, volverán a votar juntos. Un dato: dirigentes como Vilma Ripoll y Myriam Bregman se solidarizaron con la senadora Cristina Kirchner tras el pedido de desafuero del juez Claudio Bonadio. La izquierda también votó en contra en el caso de Julio De Vido

 

Victoria Villarruel. 
Patricia Bullrich, ministra de Seguridad.

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