REFORMA IMPOSITIVA

Los lobistas del cero: Cornejo y Cobos, el tándem contra el impuesto al vino

El gobernador y el senador por Mendoza influyen para que la Nación no grave ni marginalmente a la uva. Los productores quieren cero o alguna compensación. El dilema de Dujovne.

En Mendoza, tierra gobernada por Cambiemos, el clima es espeso con la posición del Gobierno Nacional de gravar el vino en el marco de la reforma impositiva que irá al Congreso. No hay medias tintas: “Lo que queremos es cero impuesto o, a lo sumo, alguna compensación, sino los productores no van a poder digerir esta situación”, contó a Letra P un ladero del gobernador, Alfredo Cornejo. El jefe político mendocino no hace más que transmitir las tensiones internas a Nación mientras se dedica a apaciguar los ánimos de los empresarios vitivinícolas nucleados en la cámara COVIAR.

 

El lunes al mediodía, con información de esta situación en la provincia, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, envió mensajes tranquilizadores por voceros afines. Deslizó la posibilidad de una moderación en el cobro del tributo. Fue un globo de ensayo que repitió a la tarde, cuando recibió en su despacho al senador nacional por Mendoza, Julio Cobos. El ex vicepresidente es un ariete de Cornejo, con quien hizo toda la campaña para la gobernación, y la pata en Buenos Aires del lobby político y económico para tumbar el impuesto al vino. Un tributo que, de concretarse, hundiría aún más a una industria que es central (junto al petróleo) y que ya venía con problemas de competitividad previos al intento oficial de cobrar un impuesto.

 

En el diálogo diario con la cadena del vino está la vice gobernadora, Laura Montero, la que salió a cruzar más fuerte a Dujovne, cuestionándolo por no conocer las economías regionales. En el rol de “policía bueno” quedó Cobos, que el lunes mantuvo un amistoso encuentro, una reunión de “ablande” con el ministro de Economía y el subsecretario de Planeamiento Económico, Sebastián Galiani. En su rol de vicepresidente de la Comisión de Presupuesto del Senado, escuchó la idea de Dujovne sobre la reforma impositiva y habló de impuestos internos. Cobos mencionó el “perjuicio” que generará el impuesto y arriesgo en decir que el ministro está dispuesto a modificarlo. En paralelo, aclaró que Cornejo se puso en contacto con su par de San Juan, Sergio Uñac, para discutir en tándem un beneficio para las dos provincias más golpeadas por el impuesto.

 

 

 

Naturalmente, las presiones sobre Hacienda van in crescendo y todas las fichas están puestas en lo que ocurrirá en las próximas horas en el encuentro que COVIAR y Cornejo mantendrán con Dujovne y su par de Producción, Francisco “Pancho” Cabrera. “Hasta que no dialoguemos con el gobernador y los sectores, no tenemos ninguna definición”, explicaron fuentes de Hacienda a la agencia Télam.

 

Pero hay un tema central que casi que descarta que el tributo quede anulado: la reacción que ya avisaron tendrán los productores de cerveza, espumantes y, sobre todo, bebidas azucaradas. Lo más elocuente es lo de Coca Cola, que lobeó directamente a Mauricio Macri en Nueva York para lograr atenuar el impacto del gravamen del 17%. De hecho, el Presidente estuvo reunido con el CEO de Latinoamérica, Alfredo Rivera, en el marco de su ronda de reuniones con empresarios.

 

Los sectores ajenos al vino ya están recelosos del buen avance que ha tenido el lobby de Cobos y Cornejo con el Ejecutivo nacional. Gestiones que además tienen como telón de fondo el hecho de garantizar la paz política entre aliados estratégicos dentro del frente Cambiemos.

 

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