En el Gobierno de Mauricio Macri, al menos respecto a la política a encarar hacia Aerolíneas Argentinas, se está librando una guerra entre halcones y palomas que empezó en las líneas subterráneas de la administración nacional, pero ya tocó las puertas de la Casa Rosada y parece que llegó para quedarse por un tiempo.
Al menos eso creen en la compañía aérea, donde esperan una decisión del Presidente mientras la CEO, Isela Costantini, incrementa sus chispazos con el secretario de Coordinación de Políticas Públicas y ex CEO de LAN Argentina, Gustavo Lopetegui.
La ex General Motors está furiosa porque el Gobierno no le gira los fondos que solicitó para asegurar el funcionamiento actual de la aerolínea nacional, algo con lo que su principal rival en el gabinete no concuerda en lo más mínimo.
Lopetegui en persona le advirtió a Costantini que el dinero reclamado no le llegará y le insistió con la misma receta: deberá hacer frente al déficit de la compañía con los recursos asignados en el Presupuesto 2016 y “profundizar” el ajuste". El viernes 26 de febrero, Isela le explicó que le encargó un plan a su equipo para “optimizar” recursos y que no estaba convencida de que disminuir las frecuencias de viajes sea una buena idea, pero su razonamiento no fue tomado en serio. Como puede sospecharse, ese encuentro no terminó de la mejor manera.
El hombre que es el segundo del jefe de Gabinete, Marcos Peña, tiene en mente que Aerolíneas se convierta en una empresa que opere con vuelos de cabotaje y algunos destinos regionales como Asunción, Montevideo, La Paz, Santiago o Río de Janeiro. Todo bajo el argumento de que los vuelos internacionales significan un gran déficit.
Costantini no es la única que advierte sobre este plan. Los gremios piensan lo mismo y, por esa razón, la química entre ambos mejoró. La prédica del “menos malo” caló hondo en los sindicatos que intervienen en la compañía aérea.
En los últimos días, los trabajadores de los distintos rubros que operan en Aerolíneas Argentinas mejoraron su relación con la funcionaria del PRO. Hay quienes sostienen que la designación de Daniel Maggi como director de Recursos Humanos fue un guiño hacia el sector gremial. Maggi cumplía la misma función en LAN, donde desarrolló un buen vínculo con los sindicatos que enojó a los dueños de la compañía.
Naturalmente, los gremios no creen que la función de Aerolíneas deba limitarse a esos tipos de vuelos, pero Isela tampoco quiere que la firma cumpla ese rol. Por ahora, se trata de un apoyo mutuo por el mismo interés: presionar por más fondos.
En menos de quince días, la situación cambió considerablemente. Los gremios pasaron de denostarla por el plan de ajuste que les presentó en una reunión a marcar que el achicamiento gradual que plantea Costantini es más conveniente que el “shock” que planea concretar Lopetegui. Como explicó este portal, Isela pidió 1.100 millones de dólares y el ex CEO de LAN descartó la posibilidad. En concreto, reclamó que se “arregle” con los 350 millones de dólares aprobados por el Congreso nacional.
Los gremios exhiben un rol más combativo y aseguran que Lopetegui quiere “destruir” y “vaciar” Aerolíneas. Para justificar esta posición advierten que se abrirán rutas como Salta-Lima y Rosario-Lima que favorecerían a LAN, antigua empleadora del hombre que tomó las riendas de la política aerocomercial nacional y quiere correr de la escena a Costantini.
Según indican los sindicatos, desde la capital peruana LAN tiene conexiones con Nueva York y Miami. De esta manera, en el norte del país podrían viajar hacia Estados Unidos por línea aérea privada. Sería un golpe directo para la compañía nacional, ya que la ciudad del estado de Florida es uno de los destinos más rentables debido a la cantidad de viajes por día que salen desde el país. Por otra parte, también circula la posibilidad de un acuerdo entre Iberia y LAN para que pasajeros de Madrid puedan viajar vía LAN Chile hacia la Argentina.
La discusión por los fondos de la empresa no se terminó de saldar aún y el rebote llegó hasta otros funcionarios del gabinete. El ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, respalda a la mujer, a quien le abrió camino en el Gobierno nacional, mientras que Peña hace lo propio con Lopetegui. Se trata de una guerra fría sin mayores impactos, pero el tiempo corre y se espera una decisión.
En la compañía están convencidos acerca de que el propio Macri deberá intervenir para destrabar el tire y afloje por el presupuesto que pide Isela y lo que Lopetegui está dispuesto a liberar.
En paralelo, ocurren dos cosas. Por un lado, los gremios se pronunciaron en estado de alerta y amenazan con un paro en caso de que la propuesta que elevará el Gobierno durante los próximos días no los convenza. Por otro, el macrismo insiste con el plan de retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas que se le encargó al estudio De Diego. Los sindicatos lo definen como “uno de los principales pro-empresa del derecho laboral”, mientras que en el Gobierno lo consideran clave para normalizar la situación financiera.
El viernes por la tarde, Dietrich se comunicó con Isela. Los gremios esperan que la CEO los llame nuevamente para informarles sobre la postura final del Gobierno. “Costantini está buscando darle productividad a una compañía que se mueve desde lo político; cuando decidan sobre el presupuesto nos volveremos a sentar”, indican los gremios.
Como informó Letra P, el plan de achicamiento presentado ante los gremios incluye los 1.500 retiros voluntarios, la fusión con Austral, la desprogramación de los aviones Airbus 340 y el cese de vuelos hacia destinos internacionales como Barcelona, Roma y Nueva York.
Los siete aviones Airbus son de cuatro motores, por lo que la intención del Gobierno de venderlos a empresas de alquiler puede tener inconvenientes debido a que, hoy en día, son más requeridos los aviones de dos motores, que son más eficientes.