La primera y turbulenta reunión del año de la Asamblea de Representantes del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal (CPACF) derivó en un fallo judicial que ordena al titular del organismo y líder de la agrupación oficialista Gente de Derecho, Jorge Rizzo, a garantizar la presencia de un escribano público en el próximo encuentro para “asegurar la eficacia” y “resguardar el equilibrio”.
La decisión judicial llega luego de la escandalosa reunión del jueves siete de julio en la que Rizzo protagonizó una discusión a los gritos con una ex empleada, invitó a pelear a un opositor y recibió reproches de sus colegas, que lo acusaron de cometer fraude esa tarde. Ese día, además, el titular del Colegio alteró el orden del día de la sesión de la Asamblea y desató la furia de sus rivales dentro de la institución de la Avenida Corrientes.
En paralelo, la oposición había contratado a una escribana para que constate las acreditaciones de los asambleístas, pero no pudo hacer su trabajo: por “pedido” de las fuerzas de seguridad del Colegio se tuvo que retirar antes de que comience la sesión. Esa reunión quedó cargada de escándalos, gritos, invitaciones a pelear por parte de Rizzo hacia un dirigente de la opositora Cambio Pluralista, pero todo lo que se aprobó allí solamente cosechó objeciones en ese momento.
Sin embargo, las agrupaciones opositoras Cambio Pluralista y Encuentro de Abogados Independientes fueron a la justicia para reclamar la presencia de un escribano en las reuniones de Asamblea de Representantes. Tiempo después, el Juzgado Contencioso Administrativo Federal Nº 7, a cargo de María Cristina Carrión de Lorenzo, obligó a Rizzo a permitir la presencia de un escribano público para que controle y fiscalice esta instancia deliberativa de la institución.
En el fallo, al que tuvo acceso Letra P, la jueza advierte que “a los efectos de asegurar la eficacia de la tutela que se solicita y a la vez resguardar el equilibrio entre las partes” y “sin necesidad de provocar una interferencia en el desarrollo de la Asamblea” es “prudente habilitar la presencia y la actuación de un escribano público, que -a designación de los peticionantes-cumpla con la tarea de verificación, comprobación y asiento en el acta pertinente de los cometidos a los que se refiere el escrito en despacho”.
Según la funcionaria judicial, su decisión se basa en “el temperamento seguido en la Asamblea del 7/07/2016”. La jueza se refiera a la reunión en la que Rizzo tuvo su tarde de furia, tal cual reveló este medio.
Se indica en el fallo que el escribano público que asista a la reunión siguiente (jueves 6 de octubre) quedará habilitado para concurrir y “verificar, constatar y volcar en el acta que levantará al efecto: la acreditación de los delegados, la validez de la constitución de la Asamblea, e informará al Tribunal sobre su desarrollo”.