María Jesús Alonso Jiménez, representante del gobierno español en Buenos Aires, fue convocada a consulta por el gobierno socialista.
Diana Mondino, canciller de Javier Milei, junto a María Jesus Alonso Jimenez
La embajadora de España en Argentina, María Jesús Alonso Jimenez, aterrizó en Europa tras partir este domingo en un vuelo de regreso a su país en el medio del conflicto diplomático entre el presidente Javier Milei y su par Pedro Sánchez tras las acusaciones de "corrupción" que realizó el libertario en relación a la esposa de Sánchez, Begoña Gómez.
La funcionaria española respondió a la indicación del ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España, José Manuel Albares Bueno, quien le solicitó una “consulta sine die” hasta que se destrabe el problema diplomático que el gobierno argentino niega.
Milei había deslizado este domingo en la cumbre del partido de ultraderecha Vox que "el socialismo es destructivo y algunos parecen obviarlo, aún cuando tienen a la mujer corrupta y se tomen cinco días para pensarlo". Como no dio ningún nombre propio, el vocero presidencial, Manuel Adorni, este lunes desentendió al Gobierno de la reacción española.
"Si el presidente y los funcionarios del reino de España se quieren hacer cargo de las críticas que Milei vertió hacia el socialismo y la corrupción no es un problema de nuestra república", apuntó el portavoz de la Casa Rosada después de ratificar que el economista libertario no se disculpará con la administración española y que son las autoridades europeas las que deben disculparse por las "cataratas de insultos" contra el mandatario argentino.
Sánchez había afirmado, también este lunes en el foro económico CREO 2024, que la respuesta a la acusación será acorde “a la dignidad de la democracia española” y a los lazos de hermandad que unen a ambos países.
"Soy consciente de que quien habló ayer no lo hizo en nombre del gran pueblo argentino. España y Argentina son dos países hermanos, cuyos pueblos se quieren y respetan. Entre los gobiernos los afectos son libres, pero el respeto es irrenunciable”, había señalado el mandatario español.