zona de promesas

Toto Caputo vende un crecimiento de hasta el 8% para 2026, más del doble del estimado por las consultoras

Mientras el Gobierno celebra las cifras de repunte de la actividad de la economía, las proyecciones privadas rondan el 3,1% en los casos más optimistas.

El ministro de Economía, Toto Caputo, fijó las expectativas de crecimiento del PBI para 2026 entre 6% y 8%, una cifra que supera con creces las proyecciones privadas. Los datos de la actividad económica del INDEC sorprendieron al alza, pero las consultoras advierten que la recuperación sigue siendo heterogénea y que el escenario oficial no forma parte del consenso.

Tanto el presidente Javier Milei como el titular del Palacio de Hacienda, mencionaron esa proyección en público, apoyándose en los últimos datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), que mostraron un avance de la actividad superior al previsto y revisiones al alza en meses anteriores.

Ese escenario no aparece en las proyecciones privadas. El economista Gabriel Caamaño, de la consultora Outlier, señaló a Letra P que “no hay proyecciones privadas en ese rango aún”.

El consultor remarcó que, para alcanzar semejante expansión, “se tendría que avanzar mucho en las reformas y resolver el tema de la vuelta al mercado para que eso sea posible”. Si bien aclaró que “imposible no es”, subrayó que “no parece el escenario base en la mayoría de las proyecciones”, en parte porque “el contexto externo por ahora no está tan favorable”.

actividad económica 2025
Producción, empleo y consumo, la economía real, llega a las elecciones en terapia intensiva.

Producción, empleo y consumo, la economía real, llega a las elecciones en terapia intensiva.

De hecho, el último relevamiento de FocusEconomics, que agrupa estimaciones de 50 bancos y consultoras, ubica el crecimiento de Argentina para 2026 en torno al 3,1%, bastante por debajo de la meta oficial. Aunque esa cifra representa un desempeño “sólido para los estándares regionales”, está muy lejos del 6%-8% que menciona el Gobierno.

Actividad en dos velocidades

La publicación del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) de septiembre mostró un crecimiento de 0,5% mensual y revisiones hacia arriba en meses previos. Varias consultoras, como LCG, destacaron que la corrección de datos llevó a un crecimiento acumulado del año cercano al 1%, lo que aleja el riesgo de recesión técnica.

Pero detrás del dato agregado aparece una economía en “dos velocidades”. Sectores como intermediación financiera -que saltó casi 40% en septiembre-, actividades inmobiliarias, petróleo y minería traccionan el promedio.

En cambio, ramas ligadas al consumo masivo, comercio minorista y manufactura muestran una dinámica más débil. La heterogeneidad sectorial es uno de los puntos más mencionados por los economistas para explicar por qué el rebote difícilmente pueda generalizarse sin crédito, reformas y un marco macro más estable.

Según Max Capital, el dato oficial "sugiere que la recuperación moderada comienza a compensar el estancamiento observado en los últimos meses".

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"Si los niveles de septiembre se mantienen hasta fin de año, el PBI de 2025 crecería 4.5% i.a. (interanual), impulsado casi por completo por el arrastre estadístico de 2024, dejando un arrastre estadístico menor para 2026, de 0.3%", dijo en su informe diario.

Dólar más calmo

El economista Fernando Marull, de FMyA, destacó en el último simposio del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), que en los meses previos a las elecciones “las cuatro variables principales -actividad, dólar, tasas e inflación- se habían desanclado por el riesgo político”, pero que tras los comicios “se ancló la política, se ancló la calle y se ancló el mercado financiero”.

Marull sostuvo que, en este nuevo escenario, “el dólar va muy tranquilo en el corto plazo” y recordó que la demanda preelectoral había sido muy fuerte y que entre dólar spot, futuros y bonos dollar linked se buscaron coberturas por el equivalente a unos 23.000 millones de dólares".

"Ese proceso, afirmó, “se está desinflando”, y aun un eventual cambio en el esquema de bandas cambiarias “no sería disruptivo para la inflación ni para la tasa de interés”.

Inflación y tasas todavía exigente

Para Marull, la inflación de 2026 podría ubicarse “más cerca del 20%” y las tasas tenderían a niveles de 5% a 7% en términos reales, dentro de lo que considera “normal para Argentina”.

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Javier Milei y Toto Caputo celebran la caída de la inflación, con un IPC de 1,6%.

Javier Milei y Toto Caputo celebran la caída de la inflación, con un IPC de 1,6%.

El economista plantea un escenario en el que el Banco Central busca consolidar el sendero de desinflación con una política de tasas reales moderadamente positivas, siempre que la confianza se sostenga y la dolarización de carteras continúe disminuyendo.

El crédito internacional vuelve

Una de las claves para 2026 será el financiamiento externo. Marull señaló que, después de meses de tensión, “apareció el financiamiento fuerte, no sólo para empresas sino para provincias” y consideró que el Tesoro podría tener margen para cubrir vencimientos importantes del año próximo si se mantiene ese flujo.

En la misma línea, Diego Martínez Burzaco, country head de Inviu Argentina, explicó que la baja en el retorno de los bonos del Tesoro estadounidense genera un entorno más favorable para los emergentes. “Cuando baja el retorno en Estados Unidos los capitales salen a buscar más riesgo. Esto es bueno para la Argentina desde varios puntos de vista”, aseguró.

Martínez Burzaco sostuvo que el país podría beneficiarse de flujos más estables si se consolida un marco institucional más firme y si avanza la agenda legislativa en las sesiones extraordinarias de diciembre.

No obstante, también advirtió sobre riesgos externos: la posibilidad de un petróleo más barato, impulsado por la política energética de Donald Trump, complicaría planes de inversión en el sector; y una desaceleración de la economía estadounidense podría afectar el precio de las materias primas y los flujos hacia emergentes.

Institucionalidad y reformas

Tanto Martínez Burzaco como Marull coinciden en afirmar que la construcción de consensos será determinante. Para Martínez Burzaco, “la palabra institucionalidad, un Presupuesto y reformas estructurales son tan vitales como los anuncios económicos”, no sólo para 2026 sino para los años siguientes. También destaca el rol del mercado de capitales como canalizador de ahorro y financiamiento, sobre todo ante el bajo nivel de intermediación financiera tradicional.

Marull, por su parte, proyecta un crecimiento de entre 4% y 4,5% para 2026, con un repunte fuerte en construcción, impulsado por un tipo de cambio más competitivo y el regreso de proyectos financiados, y un desempeño más moderado en consumo masivo y agro. Considera que 2026 es un “año tremendamente” distinto a 2018 y que el margen de optimismo es mayor si se mantiene la estabilidad política y financiera.

Toto Caputo con el gobernador Ignacio Torres. 
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