El ministro de Economía, Toto Caputo estira el veranito cambiario al menos hasta fines de octubre en medio del salto dramático de la pobreza registrado en el primer semestre de 2024, que representa el golpe más importante que ha sufrido el gobierno de Javier Milei desde su inicio, en diciembre pasado.
La primera etapa del blanqueo de capitales se estiró un mes más, hasta el 31 de octubre. En un contexto de escasez de reservas y aún impedido de salir al mercado internacional con un riesgo país que es rígido a la baja, el equipo económico intenta construir un puente que lo conduzca, al menos, hasta la definición de las elecciones en Estados Unidos, previstas para el 5 de noviembre, que podrían cambiar el mapa de la política global.
La información de Estados Unidos
El lunes comenzó a llegar la información sobre las cuentas y sus movimientos de argentinos en Estados Unidos y viceversa. El Palacio de Hacienda confía en que, con esos datos, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) pueda inducir a quienes no ingresaron al blanqueo gratis por debajo de los u$s100.000 a que finalmente lo hagan.
Es la parte del relato económico a la que se aferra por estos días, mientras se espera que, por la rebaja del impuesto PAIS, la inflación de septiembre quiebre al menos un poco el piso del 4% que el Gobierno no puede romper por la inercia de los precios que todavía no admite.
De la pobreza no se habla
En el quinto piso de Economía no acusaron recibo de la pobreza del 52,9%, que incluye un salto a casi el doble de la indigencia, que trepó al 18,1%. “Ya habló (el vocero presidencial, Manuel) Adorni”, respondieron fuentes del ministerio a Letra P horas después de la bomba que lanzó el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).
El mercado espera que el último mes del régimen de regularización permita que las reservas vuelen. Esto sucede porque la etapa que se estira es la de dinero en efectivo y los bancos deberían encajar las divisas recibidas, es decir, guardar una porción (determinada por ley) en el Banco Central.
Los encajes forman parte de las reservas brutas, las que informa la autoridad monetaria todos los días. En la City se habla de un blanqueo de u$s8.500 millones, el doble de lo esperado y lo que Caputo le dijo al Fondo Monetario Internacional (FMI) que esperaba, pero, según un informe de la consultora 1816, desde el inicio del régimen hasta ahora sólo crecieron en u$s700 millones.
La revisión del FMI
Con las reservas abultadas, el Central sobreviviría, aunque no le alcanzaría para cumplir con las metas del FMI, que el organismo revisará en los próximos meses.
Más ingresos al blanqueo será más oferta de dólares en la plaza porteña y una razón más para que el dólar permanezca en su veranito financiero. Además, le permitirá a la autoridad monetaria seguir sosteniendo la intervención en las divisas que cotizan a través de la Bolsa (MEP y CCL).
La intención del Gobierno es unificar el tipo de cambio “hacia abajo”. El único que dio un indicio de cuál sería el precio de convergencia es el secretario de Finanzas, Pablo Quirno.
En una charla que dio en agosto en IAE Business School, el funcionario planteó: “Estamos trabajando para que la salida del cepo ocurra de manera no traumática. No es un objetivo salir del cepo, sino un resultado del orden macro. No miramos el tipo de cambio como algo que haya que tocar, manipular, sino producto (su ajuste) de acciones que estamos haciendo”, indicó. El precio de referencia sería $1.100.