El organismo tomará la decisión en octubre. Años de reclamo y lobby para quitar peso a la deuda. Martín Guzmán impuso el tema y reclama la medalla.
Toto Caputo y la titular del FMI, Kristalina Georgieva
NAToto Caputo está a punto de recibir buenas noticias del Fondo Monetario Internacional (FMI) gracias a años de rosca argentina en Washington que impulsó el ex titular del Palacio de Hacienda Martín Guzmán. El organismo tomará en octubre la decisión de reducir los sobrecargos, un paso clave que le aliviaría a la Argentina el pago de alrededor de u$s400 millones anuales.
El lunes, el staff y el Directorio, con la directora gerente Kristalina Georgieva presente, analizaron propuestas para modificar su política de sobrecargos y pusieron fecha para la reunión en la que se tomará la decisión: entre el 21 y 26 de octubre próximo.
La entidad también estaría dispuesta a aceptar una revisión a la baja de la tasa base, que en el último tiempo fue cuestionada por su nivel alto alimentado por los créditos pospandemia y posguerra en Ucrania que otorgó el Fondo.
En la actualidad la administración libertaria paga una tasa cercana al 7,68% en la que los sobrecargos representan alrededor de 300 puntos básicos, a raíz del préstamo por u$s45.000 millones tomado durante la gestión de Mauricio Macri.
Argentina está entre los países que abonan los mayores montos, junto con Ucrania, Egipto, Ecuador y Pakistán.
La tasa "plus", que le genera al país y a otras naciones el costo extra a la hora de cancelar su deuda, se utiliza para:
La resolución inminente del tema es "consecuencia de un proceso y de la presión internacional, que fue creciendo", explicó a Letra P una fuente de Washington.
Desde 2020, el fenómeno de inflación mundial alta que empeoró el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania llevó a grandes actores financieros como el Banco de Inglaterra (BoE), el Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal (Fed) de los Estados Unidos a aumentar las tasas de referencia, lo cual influyó directamente sobre el interés que cobra el FMI.
La crítica internacional es que como el FMI tiene estado de acreedor privilegiado, es decir que tiene la potestad de cobrar antes que los bonistas, no debería estar incrementando su ahorro en gran medida fruto del crecimiento de préstamos otorgados por el contexto mundial del último lustro.
A esta situación se suma la coyuntura inmediata. Estados Unidos está en las puertas de una elección decisiva que puede cambiar radicalmente el color político y el Tesoro está interesado en que se vote antes de noviembre, cuando serán los comicios.
En el último tiempo, tres legisladores presentaron proyectos en el Capitolio para bajar los sobrecargos y ahora fueron los propios directores del FMI quienes definieron la nueva propuesta, luego de asegurarse que tienen el apoyo político suficiente para hacerlo.
Durante su gestión, Guzmán inició el reclamo por las sobretasas y lo puso en el centro de la discusión en medio de la renegociación del pacto stand by que reconvirtió en un acuerdo de Facilidades Extendidas, y que termina a fines de año.
Cuando Lula Da Silva asume la presidencia del G20 se hace eco de ese pedido y lo instala como tema para todo 2023.
En el paso de Sergio Massa por el Palacio de Hacienda, la insistencia bajó. Pese a que su entorno planteaba que se trataba de una "pérdida de tiempo adolescente", cuando viajó a la capital estadounidense en agosto del año pasado, firmó el rechazo al aumento del sueldo de los funcionarios del FMI, que se pagarían con esos sobrecargos.
En abril de 2024 Guzmán se reunió con representantes de los países en el Directorio del Fondo y les presentó la propuesta que se discutió este lunes y que en mayo había conseguido la bendición del papa Francisco.
El actual titular de la cartera económica, Toto Caputo, está esperando la definición ya que será clave para la negociación de un nuevo programa que implique tanto la llegada de fondos frescos como una reestructuración eventual de la deuda.
Este miércoles, en una respuesta en X a Guzmán, el director del BICE y asesor del ministro Felipe Núñez le adjudicó a la administración libertaria el "logro" que traería alivio a las cuentas internacionales argentinas.
"Falta solo un paso para que el FMI reduzca la tasa de interés que cobra por sus préstamos y así logremos ahorrarle a Argentina cientos de millones. Son intereses que el país paga por la deuda de tamaño récord histórico con el FMI que tomó el Gobierno en 2018", escribió el exministro.
"Lo único que peleaste y nunca lograste, lo vamos hacer nosotros. Abrazo", le contestó Núñez a Guzmán.
En febrero de este año la canciller Diana Mondino se mostró a favor de revisar los sobrecargos. "Tienen mucho sentido para evitar que los gobiernos lleguen a tener problemas, pero una vez que estás en eso, es imposible salir", aseguró.
Desde un despacho oficial aseguraron que existe la intención de hacer fuerza para lograr bajar o eliminar los sobrecargos, pero no confirmaron negociación en curso.
La gestión libertaria entiende que tendrá éxito en las últimas revisiones del acuerdo vigente y que le desembolsarán los últimos dólares pautados en Derechos Especiales de Giro (DEG).
En junio Caputo afirmó que antes de diciembre habría un nuevo programa que implique fondos frescos. En el quinto piso de Hacienda niegan haber iniciado esas conversaciones y el Presupuesto 2025 tampoco contempla nuevas divisas para engrosas reservas.