Sin Scott Bessent no se puede, sólo con Scott Bessent no alcanza
El secretario de Trump anunció más ayuda para Milei. El Tesoro vendió dólares en el mercado local para frenar la suba. Deuda sin renovar y tasas que no aflojan.
A pesar del anuncio de más ayuda para la Argentina y del encuentro fallido entre Donald Trump y Javier Milei en la Casa Blanca, Scott Bessent tuvo que vender u$s 150 millones a un precio promedio de $1460 en el mercado mayorista y Toto Caputo no pudo renovar todos los vencimientos de la deuda en la previa de las elecciones.
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El secretario del Tesoro de Estados Unidos confirmó este miércoles que el programa de asistencia financiera a la Argentina incorporará una nueva línea de crédito por u$s 20.000 millones, que será canalizada a través de bancos privados y fondos soberanos. “De modo que en total serían 40 mil millones para Argentina: 20 destinados a bonos”, aclaró Bessent desde Washington.
El funcionario, mano derecha de Trump, explicó que se trata de una “facilidad adyacente a la línea de intercambio (swap)” y que estará “más dirigida al mercado de deuda”. Con estos montos, aseguró, ya alcanzaría para cubrir los vencimientos de todo el mandato de Milei.
MIlei Caputo Trump
Javier Milei, Toto Caputo y Donald Trump en la Casa Blanca.
Según publicó Reuters, Bessent también reconoció haber intervenido en el mercado cambiario, confirmando la venta de dólares para estabilizar la cotización del miércoles y frenar la volatilidad que se agravó tras las declaraciones de Trump durante la reunión bilateral en la Casa Blanca: “Si Milei pierde las elecciones, no seremos tan generosos con Argentina”.
“Estamos trabajando para reunir al sector privado en torno a esta nueva facilidad destinada a apoyar la economía argentina en apuros”, declaró Bessent, en un mensaje que volvió a exponer la dependencia financiera y política del Gobierno argentino respecto a Washington.
El mercado, atento a cada movimiento
El clima financiero local se mantiene tenso y los mercados sólo parecen reaccionar a los posteos y decisiones de Bessent, que actúa de hecho como un actor de la política monetaria argentina.
El dólar mayorista cerró en $1380, con un alza de 1,5% y un volumen operado de u$s 850 millones en el segmento de contado, mientras que el dólar oficial terminó a $1405 en el Banco Nación, tras subir 20 pesos o 1,4%. El blue, por su parte, se mantuvo en torno a $1455.
En el frente financiero, el contado con liquidación (CCL) retrocedió cerca de $50, hasta los $1439, y el MEP bajó hasta $1429-$1435, mostrando que el auxilio estadounidense logró, al menos momentáneamente, contener la escalada.
Los mercados bursátiles y de deuda respondieron con mayor cautela. Se registraron compras selectivas de bonos soberanos, leves correcciones al alza en los ADR de empresas argentinas en Wall Street -que treparon hasta 14%- y una baja de 2% promedio en el riesgo país, tras la fuerte suba del martes, aunque todavía por encima de los 1000 puntos básicos.
La combinación de venta de dólares por parte del Tesoro de Estados Unidos y el anuncio de la nueva línea de crédito permitió un respiro, aunque los operadores financieros siguen dudando de la eficacia del esquema para estabilizar la economía real.
Tasas que no aflojan y deuda que no rueda
El frente de tasas volvió a tensionarse. Según la cuenta especializada Target de Mercado, las tasas cortas se mantienen en niveles altísimos (caución 95%, repo 130%), aunque con menor estrés de liquidez por la inyección de pesos del BCRA tras el pico del 190% de la semana pasada.
El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, debió enfrentar este miércoles una licitación de deuda por $3,9 billones, la última antes de las elecciones del 26 de octubre. El resultado fue adverso: adjudicó sólo $1,75 billones sobre un total de $3,9 billones en vencimientos, lo que implica un rollover del 45,7%.
“No convalidamos tasas altas. Los instrumentos a tasa fija ofertados hoy reflejan niveles elevados y circunstanciales en relación a los fundamentos económicos”, justificó Quirno desde Washington. En la práctica, quedaron sin renovar $2,1 billones, liberando pesos al mercado.
Licitación del día de hoy. El rollover ($1.75 billones) fue solamente del 45.68% sobre los vencimientos, se colocaron nada más instrumentos que ajustan por dólar y se debió pagar además tasas hasta 10%.- https://t.co/WZABpNnPYc
“Se liberaron pesos por $2 billones. Deberían aflojar las tasas”, apuntó el analista Fernando Marull. Pero otros, como Christian Buteler, marcaron que “se colocaron sólo instrumentos ajustables por dólar y con tasas de hasta 10%”, reflejando la desconfianza creciente del mercado local.
El swap de Scott Bessent tiene fecha
Desde Washington, el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, confirmó que el swap con Estados Unidos por u$s 20.000 millones estará operativo “en los próximos días”. Se trata del principal instrumento del paquete de asistencia que impulsa Bessent.
Durante su exposición en el Atlantic Council, Bausili explicó que el swap permitirá coordinar flujos de divisas entre el Tesoro estadounidense y el BCRA, garantizando liquidez inmediata para operaciones estratégicas y ofreciendo mayor certidumbre al mercado.
santiago bausili
Santiago Bausili en Washington
Según el funcionario, el acuerdo es parte de un plan de cooperación más amplio con Washington, que incluye intervenciones coordinadas y mecanismos de respaldo financiero. El objetivo: reducir la presión sobre el dólar y sostener la confianza de los inversores privados.
Entre la dependencia y el límite
Con la elección presidencial a días de distancia, el Gobierno argentino depende por completo de la asistencia estadounidense para sostener la calma cambiaria y evitar un salto devaluatorio. La promesa de un paquete de u$s 40.000 millones es, para Milei, tanto un salvavidas como una señal de fragilidad.
El problema, advierten los analistas, es que sin Bessent no se puede, pero sólo con Bessent tampoco alcanza: el financiamiento externo no corrige la falta de reservas, la debilidad fiscal ni la recesión profunda que marca el pulso de la economía real.
Mientras tanto, las tasas exorbitantes, la deuda que no se renueva y el dólar todavía sensible a cada declaración confirman que el margen de maniobra de Milei es cada vez más estrecho.
Washington puede comprar tiempo. Pero no estabilidad.