La inflación en la Ciudad de Buenos Aires fue del 7,3% en julio y rompió con la racha de desaceleración que protagonizó desde mayo, que le dio al ministro de Economía, Sergio Massa, una señal de aliento de cara a las primarias. Se trata del único dato oficial que tendrá el precandidato presidencial previo al informe nacional, que se publicará después del 13 de agosto ya que el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) que realiza el Banco Central cambió la fecha de publicación para "evitar especulaciones".
El Índice de Precios al Consumidor de la Ciudad de Buenos Aires (IPCBA) saltó un 0,2% respecto a junio cuando marcó un 7,1% y acumuló un 118% en los últimos 12 meses. Es el primer dato ascendente desde mayo, cuando comenzó a desinflarse del 7.8% de abril al 7,5% y esperanzó al Gobierno nacional que buscaba dar buenas noticias antes de las elecciones PASO. Ahora con la modificación del calendario del Central, el índice porteño anticipa la vuelta a la aceleración.
En el séptimo mes del año la variación de los precios respondió fundamentalmente a las subas en las siguientes divisiones: restaurantes y hoteles, vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles; alimentos y bebidas no alcohólicas; salud y recreación y cultura, que en conjunto explicaron el 68,3% del alza del nivel general. Entre enero y julio, la suba de precios en el distrito llegó al 62,3%, de acuerdo con la información oficial.
El Gobierno porteño detalló que la categoría restaurantes y hoteles promedió una suba de 12,4%, contribuyendo con 1,41% a la variación mensual del IPCBA, como resultado de los incrementos en los precios de los alimentos preparados en restaurantes, bares y casas de comida y en las tarifas del servicio de alojamiento en hoteles por motivos turísticos.
Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles aumentó 6,9% e incidió 1,28%, al impactar principalmente los ajustes en los precios de los alquileres y, en menor medida, los incrementos en los valores de los gastos comunes por la vivienda.
Por su parte, Alimentos y bebidas no alcohólicas promedió una suba de 5,6%, con una incidencia de 1,01% en el nivel general: al interior de la división, los principales impulsos provinieron de Pan y cereales (7,3%), Leche, productos lácteos y huevos (6,7%) y Carnes y derivados (3,2%).
En tanto, Salud aumentó 8,0% e incidió 0,65%, por ajustes en las cuotas de medicina prepaga y en los valores de los medicamentos. Recreación y cultura registró un incremento de 11,5%, con una incidencia de 0,65%, debido principalmente a las subas en los precios de los libros y de los paquetes turísticos. El resto de las divisiones tuvo una incidencia positiva, aunque menor, en el nivel general.
En términos interanuales, las divisiones Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, Alimentos y bebidas no alcohólicas y Restaurantes y hoteles, fueron las principales responsables del incremento de los precios minoristas, explicando el 50,7% de la variación interanual del nivel general, según el Poder Ejecutivo de la Ciudad.
Por otra parte, durante julio los Bienes registraron una suba de 6,3%, por debajo de los Servicios, que aumentaron 8%. En este caso, la dinámica mensual de los Bienes respondió fundamentalmente a los incrementos en los valores de los alimentos (principalmente panificados, lácteos y carnes). En menor medida, se destacaron las subas en los precios de los combustibles y lubricantes para vehículos de uso del hogar, de los libros, de los automóviles y de los medicamentos.
En tanto, el comportamiento de los Servicios reflejó principalmente los aumentos en los valores de los alquileres, de los restaurantes, bares y casas de comida y de las tarifas del servicio de alojamiento en hoteles por motivos turísticos. Le siguieron en importancia los ajustes en las cuotas de los establecimientos educativos de enseñanza formal y de medicina prepaga. Así, en los primeros siete meses del año los Bienes acumularon una suba de 58,3% y los Servicios de 65,2%, según la información oficial.