El bono de Toto Caputo no convenció a los mercados y persisten dudas sobre los vencimientos de deuda de 2026
Tras la licitación del Bonar 2029, subió el riesgo país y bajaron los títulos públicos. Sin reservas, Economía tiene que volver a colocaciones internacionales.
El bono de Toto Caputo no convenció a los mercados.
La colocación de u$s 1000 millones del nuevo Bonar 2029 deToto Caputo no logró atraer capital externo y dejó sin cubrir la mayor parte de los vencimientos de enero. Con un riesgo país que no baja de los 600 puntos y reservas netas prácticamente en cero, los inversores evalúan el desafío de deuda que enfrentará Argentina en 2026.
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El día posterior a la licitación del Bonar 2029N mostró un mercado bursátil sin convicción. El S&P Merval cayó 0,27%, con avances liderados por Transener (1,32%), TGN (0,91%) y TGS (0,62%), y retrocesos encabezados por Aluar (-2,01%), Central Puerto (-1,57%) y Edenor (-1,49%).
En Wall Street, los ADRs argentinos alternan subas de 3% en TGS y 1% en Banco Supervielle, con bajas de Cresud (-2%), Central Puerto (-1,9%), YPF y Edenor (-0,8%).
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El riesgo país volvió a subir y se ubicó en los 641 puntos básicos, un nivel que los analistas interpretan como señal de dudas sobre la capacidad de afrontar los vencimientos de enero, equivalentes a cuatro veces lo captado en la licitación.
Licitación con sabor semiamargo
La analista de Rava Bursátil, Soledad López, evaluó que “con un riesgo país de 600 puntos, a mí me parece un gran resultado”. Sin embargo, remarcó que “la expectativa del mercado era totalmente otra… no hubo apetito local para entrar a este tipo de bono”. Además, señaló que “el ministro dijo que la tasa iba a ser menor del nueve y terminó siendo 9,26, está ahí, en línea con el secundario”, recordando que el AL29 ya opera como referencia.
"Nuestra impresión es que es una colocación correcta, es un buen primer paso de parte del Gobierno para empezar a abrir esa ventana de los mercados. Creemos que no fue ni una colocación excepcional ni para ser negativo, es lo justo y necesario", aseguró Juan Pablo Ronderos, socio fundador de MAP LATAM, ante la consulta de Letra P.
"Ahora es momento de ver cómo es el próximo paso de ir al mercado internacional, donde creemos que el Gobierno debería poder conseguir u$s 2000 millones con una tasa en torno al nueve por ciento", aventuró.
Max Capital calificó la operación como “exitosa” en términos de aprovechar recursos locales, pero advirtió que “colocaciones de mayor tamaño requerirán inversores externos, que parecieron mayormente ausentes”. La financiera indicó que algunos inversores offshore (no residentes) sólo hubieran ingresado arriba del 11%.
Portfolio Personal Inversiones hizo un análisis similar: “El Tesoro alcanzó la meta, aunque dejó un gusto semiamargo”. La consultora destacó que la tasa quedó por debajo de la curva y que entraron más de 2500 participantes, pero alertó que con los u$s 910 millones efectivos recaudados “aún quedan u$s 277,5 millones por financiar” de la amortización de AL29 y AL30, y que el total de vencimientos de enero asciende a u$s 4215 millones.
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El Head of research de Criteria, Gustavo Araujo, coincidió: “la demanda habría sido inducida por recientes modificaciones regulatorias… El punto pendiente ahora es saber cómo planea el Gobierno obtener los más de u$s 3000 millones restantes necesarios para cubrir los vencimientos de enero”.
Por su parte, la financiera ADCAP agregó que la tasa del 9,26% “implica un 10% al considerar precios offshore”, y si bien destacó que se abrió un canal de financiamiento, planteó dudas sobre la capacidad del mercado para absorber nuevas subastas.
El economista del Centro de Estudios Macroeconómicos de Argentina (CEMA), Pedro Siaba Serrate, subrayó que la licitación “fue sorpresiva porque no esperábamos este timing”, y remarcó que “el offshore no estuvo presente" y que "los cambios de regulación jugaron un rol relevante”.
Enero como test de un año crítico
Un informe de la consultora MAP tituló el capítulo sobre el frente externo como “Vencimientos a la vista y reservas al límite”. Según el documento, “la fragilidad externa sigue siendo el principal punto de incertidumbre”, debido a que entre 2023 y 2025 el BCRA compró u$s 23.000 millones pero debió usarlos casi íntegramente para pagar deuda, sin formar colchón de reservas. La falta de reservas alimentó un círculo vicioso: uso de dólares propios, riesgo país alto y cierre del mercado voluntario.
MAP advierte que las reservas netas siguen en torno a u$s 16.500 millones negativas bajo la metodología del Fondo Monetario Internacional (FMI) y que “el vencimiento de enero es el próximo y más visible test”. Sin financiamiento, volvería la presión sobre reservas y la curva en pesos; con financiamiento, la estabilización ganaría aire.
El informe sostiene que el Tesoro cuenta apenas con “u$s 239 millones en depósitos en dólares” y unos $19 millones, insuficientes para enfrentar los compromisos sin tensionar el mercado cambiario. “Pagar nuevamente cash implicaría avanzar en una dirección que no corta el círculo vicioso”, concluye.
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Asimismo, según reportó Bloomberg Línea, el Tesoro está acelerando la compra de divisas en el mercado de cambios, y habría sumado unos $220 millones este jueves, incluyendo $50 millones de compras en el MULC el miércoles último.
Además, MAP describe 2026 como un año determinante. “Semanas claves para entender el escenario de 2026… cualquier desvío puede reactivar las restricciones que ya frenaron al programa en el pasado”.
Tasa alta para construir confianza mañana
El analista financiero Javier Timerman defendió la estrategia oficial: “Muchos van a criticar al gobierno por salir al mercado a una tasa más alta que muchas provincias… No concuerdo. El mercado se abre de a poco y se cierra de golpe”.
Para Timerman, “emisiones chicas y tasas apetecibles para inversores son la única forma de generar confianza” y recordó que “sin financiamiento no hay economía que pueda crecer”.