OBSESIÓN 2027

Leila Gianni, la antifeminista y peronista anti-K devota de Javier Milei que quiere gobernar La Matanza

Tiene 39 años. Trabajó para cuatro gobiernos. Practica tiro y predica la mano dura. Pasión por Racing y el milagro de Cromañón. Pasado duro, presente explosivo.

La discusión con Juan Grabois la hizo saltar a la escena pública tras permanecer 12 años en áreas técnicas durante los últimos cuatro gobiernos. No bajó el perfil y defiende en los medios y en las redes al presidente Javier Milei. Madre de cinco hijos, soltera, amante del rock y futbolera, Leila Gianni camina La Matanza con libreto antifeminista y de mano dura. Sueña con arrebatarle al peronismo el gigante de la Tercera sección.

Su pasado zigzagueante no la inmuta: trabajó en la Secretaría de Ambiente durante el kirchnerismo en 2012; fue funcionaria en el INTI de Mauricio Macri en 2018 y en el ANSES y los ministerios de Justicia y Ambiente durante la gestión de Alberto Fernández. En diciembre, se sumó al megaministerio de Capital Humano que conduce Sandra Pettovello, siempre en funciones alejadas de los flashes y las portadas. Recién tomó trascendencia en los medios con la explosiva discusión que la enfrentó al dirigente social en el marco de la audiencia a la que asistió como subsecretaria de Legal y Técnica de la administración libertaria.

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Juan Grabois y Leila Gianni.

Juan Grabois y Leila Gianni.

El milagro, la tragedia y la violencia

Gianni, de 39 años, se asume peronista no kirchnerista y cree en la función pública para transformar y no para hacer política, razón por la que nunca militó, excepto en alguna situación particular. Durante un tiempo se sumó al Espacio Político Aires, de Juan Cabandié, con quien tuvo serias diferencias durante su gestión en Ambiente y de quien advierte haber sufrido abuso de poder. No fue más allá.

Cuenta que ser madre a los 19 años la privó de militar y dedicarse plenamente a su trabajo, pero también la salvó de la tragedia. Su bebé de seis meses levantó su primera fiebre horas antes de que cayera la noche del 30 de diciembre de 2004, cuando estaba lista para ir a Cromañón a ver a la banda de su amigo Elio Delgado: Callejeros. Fanática de los Ramones y los Rollings Stones, curtió las noches de rock hasta que el desastre marcó un antes y un después en su vida. La exfuncionaria afirma que a los pibes los mató la corrupción gubernamental y empresarial.

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Leila Gianni en Comodoro Py.

Leila Gianni en Comodoro Py.

Hasta 2012 sufrió violencia física, psicológica y sexual por parte de su expareja, con la que tuvo dos hijos más y a quien denunció en 2021. El agresor se encuentra prófugo de la Justicia. Cuando Gianni salió del círculo de violencia, pudo reconstruir su vida y "volver a nacer, trabajar y hacer política". Más tarde se puso en pareja y tuvo otras dos nenas. Haber sido víctima de violencia de género no la inhibe de considerar al feminismo como una pantalla que no sirvió para nada.

La libertaria habla de violencia doméstica y cree que la misma es transversal, que habría que hacer una reforma en la Justicia para que la figura de un asesinato por razones de género sea considerado como un homicidio agravado por el vínculo o ante una relación sexual o sentimental, y no un femicidio. Cree que el feminismo puso a las mujeres en una situación de inferioridad.

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Leila Gianni.

Leila Gianni.

Un mensaje a Javier Milei y a caminar La Matanza

La abogada conoció a Milei en Casa Patria, la sede del Ministerio de Capital Humano, el día anterior a la audiencia del escándalo con Grabois, donde recibió palabras de apoyo por parte del Presidente. De ahí en más conversó con él un puñado de veces, convencida de que forma parte de un gobierno que encarna “acciones para llevar a los sectores vulnerables a liberarse de la esclavitud de las organizaciones sociales”.

Con ese espíritu acordó su salida de la función ejecutiva después de una charla con Milei y se puso a caminar La Matanza, con la venia de Sebastián Pareja, el armador libertario que responde a Karina Milei. Gianni se mudó a San Justo hace un año, lugar que conoce bien desde su infancia y donde decidió dar la batalla cultural. Considera que el gigante bonaerense está dominado por casta empobrecedora y los militantes del hambre. Sueña con desarticular ese dispositivo desde adentro.

Gianni quiere una La Matanza sin narcos, ni robos ni homicidios, que vuelva a soñar con el progreso, las inversiones y el agua potable. Hace un tiempo empezó a participar de las mesas políticas distritales con el equipo del coordinador Luis Ontiveros, y tuvo un par de apariciones públicas con Florencia Arietto -que quiere ser intendenta de ese municipio-, con quien comparte el estilo irreverente, filoso y anti-K. Ella no dice abiertamente que quiera gobernar La Matanza. Su hijo de 20 años le pidió que se volcara a Las Fuerzas del Cielo.

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La voz de la familia

El joven veía las charlas de economía de Milei en televisión e imaginó que el libertario algún día llegaría a Presidente. Cuando eso ocurrió, le pidió a su madre que se moviera de lugar, que lo anterior “no iba más”. Gianni trata de equilibrar sus horas de trabajo y exposición pública con los actos escolares y las cenas con sus cinco hijos. A veces recurre a sus padres para que los cuiden, pero los lleva siempre al colegio. La libertaria cree que el secreto es “nivelar energías” y, aunque termine agotada, hacerse un espacio para leerle cuentos a las más chiquitas o estudiar con los adolescentes.

Gianni no conoce a Santiago Caputo ni a Karina Milei, los dos lados del triángulo de hierro de los que se sostiene el Presidente. Admira a El Jefe, pero en la diaria se maneja con Pareja. Asiste a práctica de tiro: lo tenía entre sus "pendientes". Cree que si la población se instruye, tiene un buen marco teórico y asume los riesgos con responsabilidad, podría estar armada. “Si el Estado bonaerense no puede dar protección, habrá que modificar la ley, siempre con medidas de seguridad, no siendo pepita la pistolera”, dice.

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Leila Gianni con el equipo de Sebastián Pareja, el armador de Javier Milei en Buenos Aires.

Leila Gianni con el equipo de Sebastián Pareja, el armador de Javier Milei en Buenos Aires.

La Academia, la UBA y los tattos

Se confiesa hincha de Racing -el campeón sudamericano-, una pasión que heredó de su padre. Admite que hizo locuras para seguir a la Academia de adolescente, con viajes clandestinos, a escondidas de sus padres. Recibida de abogada en la UBA, comparte las medidas de Milei respecto a las universidades y dice que cuando estudió no había papel, los profesores no tenían tizas y los libros no se actualizaban o estaban rotos. Pide a gritos auditorías.

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Leila Gianni, fanática de Racing.

Leila Gianni, fanática de Racing.

Gianni destaca tres de sus decenas de tatuajes: la Virgen de Guadalupe en su brazo derecho, el arte de tapa del disco "Rocanroles sin destino", de Callejeros, y el de San Expedito. Sobre el mito del tattoo en homenaje a Néstor Kirchner, solo dirá una frase: “Al pingüino se lo comió el león”.

Florencia Arietto
La ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, desplazó a Leila Gianni

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