El gobernador de Córdoba y precandidato presidencial de Hacemos por Nuestro País, Juan Schiaretti, aterrizó en Rosario este martes y se abrazó al socialismo, uno de los pocos partidos nacionales que lo abrazó a él en su aventura nacional. Arrancó en la mañana con una conferencia de prensa y continuaba el día, luego del contacto con medios, con una visita a la Bolsa de Comercio y a la firma Bioceres. A su agenda productiva y federal para sostener un mensaje antigrieta le faltó la foto con la ganadora del PS en las elecciones provinciales, la diputada provincial Clara García. En su mensaje, no se olvidó de promover un “gobierno de unidad nacional”, pero lo fechó luego de las PASO, a las que ya avisó que no piensa renunciar.
Fuera de su provincia, la que a partir del 10 de diciembre gobernará Martín Llaryora, a Schiaretti no le sobran socios electorales. El socialismo acaso se convirtió en el principal a nivel nacional, mucho más en Santa Fe donde, si bien ya no conduce el no peronismo, mantiene una fortaleza para nada despreciable.
Schiaretti comandó una delegación que ingresó a media mañana en un hotel céntrico. Lo secundaban su compañero de fórmula, Florencio Randazzo, y el ex titular de ANSES y postulante a diputado por la ciudad de Buenos Aires Diego Bossio. También descendió de la van la presidenta del PS a nivel nacional, Mónica Fein. Los recibieron en la vereda el primer candidato a Diputados, el socialista Esteban Paulón, y el diputado provincial Joaquín Blanco, armador del eje lifschitzta dentro del partido progresista.
https://publish.twitter.com/oembed?url=https%3A%2F%2Ftwitter.com%2FLetra_P%2Fstatus%2F1683849963053236227&partner=&hide_thread=false
Ausente con aviso, García estaba de recorrida por Villa Constitución en su plan campaña nacional. La situación no deja de ser sensible. La viuda de Miguel Lifschitz ganó las elecciones legislativas provinciales, comparte coalición con el ahora candidato a gobernador Maximiliano Pullaro, quien juega a nivel nacional con Horacio Rodríguez Larreta, pero de manera tenue. En Santa Fe, el frente Unidos prioriza arrebatarle la provincia al PJ: lo nacional es secundario y hay esfuerzos en evitar daños innecesarios. Una foto Schiaretti–García hubiese generado ruido.
El cordobés terminaba su jornada con una reunión con las autoridades de la Bolsa local para compartir su propuesta de eliminación de retenciones al sector agropecuario de manera gradual. Luego viraba hacia Bioceres, la empresa de biotecnología reconocida a nivel mundial que todo político quiere visitar. Agenda conocida, familiar.
Las PASO y el amigo Perotti
En el contacto con el periodismo, Schiaretti reiteró que construye más allá de la grieta, remarcó que el kirchnerismo está “agotado” y fustigó la presidencia de Mauricio Macri, aunque le dejó la puerta abierta a la chance de integrar un “gobierno de unidad nacional” en línea con lo que pretende Larreta, aunque no lo haya nombrado.
El gobernador rechazó la posibilidad de bajarse de la contienda antes del 22 de octubre, día de las elecciones generales, para beneficiar al alcalde porteño. No obstante, si no accede a la segunda vuelta, no descarta acompañar a un armado opositor más amplio que lo tenga a Larreta como referente.
“No hay ninguna posibilidad de que abandonemos el camino hacia la presidencia. Vamos a participar en las PASO, en la primera vuelta y esperamos que los argentinos nos den la posibilidad de pelear en la segunda vuelta. Hace falta un gobierno de unidad nacional, pero lo vamos a hablar después del 22 de octubre, la crisis del país requiere mucho volumen de respaldo”, explicó el cordobés.
Letra P le consultó en la conferencia de prensa sobre el andar electoral del peronismo en las elecciones provinciales y el de su par Omar Perotti en particular. Reiteró la palabra “imprudente” para preferir no dar una opinión. Con respecto al jefe de la Casa Gris, lo definió como su “amigo”, pero remarcó: “Quienes lo tienen que juzgar son los santafesinos”.