La marcha prevista para el 2 de octubre en rechazo a un eventual veto de la ley que aumenta el presupuesto de las universidades podría coincidir con una sesión que impulsa para ese día el titular de la cámara baja, Martín Menem. Ante esta posibilidad, la oposición pidió no abrir el Congreso en esa fecha por temor a disturbios.
La idea del riojano es debatir los proyectos de ficha limpia (que impide candidaturas de quienes tengan condena por corrupción), boleta única papel y las reformas penales que aún se tratan en comisiones.
El plan original era abrir el recinto el próximo miércoles, pero la fecha quedó en revisión luego de que la Federación Nacional de Docentes Universitarios (Conadu) definiera que ese día marcharán hacia la plaza del Congreso.
El oficialismo no confirma un cambio de cronograma, pero diputados de la oposición dialoguista que participaron este lunes de la reunión de coordinación en la Casa Rosada confirmaron a Letra P que hubo sugerencias de revisarlo.
Los miembros de la UCR que dialogan con el oficialismo también pidieron cambiar el día de la sesión. “Van a tener que buscar otra fecha”, señalaron a este medio.
Hay propuestas para pasar la sesión al jueves 3 de octubre o a la semana siguiente, aunque el problema en ese caso es la urgencia de Guillermo Francos por tener sancionada cuanto antes el nuevo sistema electoral.
El plan de las universidades
La fecha elegida por la Conadu para salir a las calles no es casual: Javier Milei tiene hasta esta semana para definir si veta la ley que aumentó el presupuesto universitario. El plan de los docentes y referentes de las casas de altos estudios es que la marcha no sea el mismo día de un tratamiento en Diputados del veto, para que la convocatoria no sea tomada como una provocación.
“Convocamos rápido a la marcha para que no coincida con una sesión y no se produzcan hechos de violencia”, confirmó, a Letra P, un dirigente universitario a cargo de organizar las manifestaciones. Ni él ni sus pares imaginaban que la fecha podría coincidir con una sesión para debatir otros temas.
Por ahora, en el oficialismo hacen oidos sordos a esos planteos. “Nosotros seguimos con el plan de sesionar el 2 de octubre. Nada cambió”, aclararon en La Libertad Avanza, ajenos a la marcha universitaria.
Las plazas llenas
Como explicó Letra P, en la Rosada no ignoran la manifestación y hasta sondearon al exministro de Educación, el diputado del PRO Alejandro Finocchiaro, sobre los alcances de la revuelta.
En el Gobierno y en el Congreso hubo recomendaciones a Milei para que no vetara la ley, pero no recibieron respuestas. De mínima, sugirieron un refuerzo al presupuesto para paliar las protestas y tampoco el Presidente dio señales de tomarlos en cuenta.
Milei podría sostener el veto a la ley de presupuesto universitario con el respaldo de los cinco radicales que facilitaron la eliminación definitiva de la reforma previsional. Sólo así, el libertario podría garantizar los 86 votos necesarios para que no hubiera dos tercios del recinto que rechazaran su decisión de vetar la ley que aún no llegó.
La ley contempla un aumento de los gastos de funcionamiento y los salarios de docentes y no docentes universitarios con retroactividad a diciembre y hasta fin de año, en función de la variación de la inflación. La norma dice que sólo podría suspenderse su aplicación si Milei abriera la paritaria. Por ahora, no es una opción.