Las reuniones entre el sector de Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, que comenzaron el lunes con una cumbre del PRO en Lanús y tomaron relevancia nacional este miércoles en la histórica sede de la UCR, buscan zurcir lo más rápido posible las distintas partes que conformar Juntos por el Cambio (JxC). Es que ambas tropas son conscientes de que tienen que meterse en un mismo traje presidencial y una campaña uniforme para seguir siendo competitvos, aunque todavía no logran etiquetar con claridad un manual de uso común. Bullrichsistas abren los brazos y convocan, pero exigen compromiso; larretistas se acercan, pero quieren hacer valer su porción de los votos, una porción que, en Buenos Aires, por un pelo no fue idéntica a la de los ganadores de la interna.
Las fotografías que se tomaron en estos días y puntualmente este miércoles, incluso los elogios cruzados en redes sociales y medios de comunicación, tuvieron este objetivo. Quieren caminar juntos dejando atrás la interna a cielo abierto que los desgastó y que, creen, los arrojó a un segundo lugar a nivel nacional, por detrás de Javier Milei. Por ahora, en concreto, se habla sólo de esto: unificar campañas, caminar juntos, dejar atrás las peleas.
En la tropa de Larreta no hay resquemores sobre el pasado. Este martes reunió a Diego Santilli y a su tropa bonaerense en La Calesita, una parrilla clásica de Vicente López, y se hizo cargo de la derrota electoral. Aun así, le propuso a quienes lo acompañaron seguir sin reparos la campaña de Bullrich y Néstor Grindetti y dar pelea desde adentro a través de un bloque moderado, sin bajar las banderas que levantó en la disputa con la jefa de los halcones. Luego de eso, el propio exprecandidato a gobernador de Buenos Aires llamó a varios de los intendentes que trabajaron a su lado y les pidió que "empujen" la campaña que lideran los halcones.
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La integración proselitista, es decir, que vencedores y vencidos se sientan parte de un mismo proyecto, dependerá en buena medida de lo que suceda en lo que queda de la semana y la próxima. Los halcones están dispuestos a dar vuelta la página, pese a los resquemores del pasado, y convocar a las palomas a todas sus actividades. La reunión en Lanús con intendentes, el encuentro con Gerardo Morales y otros radicales este mismo miércoles, y la mega cumbre de candidatos nacionales prevista para el viernes en Pilar van en ese sentido. Con todo, los dirigentes caídos en desgracia esperan un poco más que una convocatoria de unidad: quieren lugares en la mesa chica de estrategia política, en las recorridas por los medios de comunicación e, incluso, en la jefatura de campaña bonaerense.
Un sector del larretismo y del radicalismo sugiere -¿presiona?- para que Santilli sea el próximo jefe de campaña de Grindetti. La propuesta busca amalgamar sus perfiles y darle mayor volumen político al candidato a gobernador. Las palomas creen que puede ser garantes de una unidad en ciernes.
Esta iniciativa aún no habría llegado de manera directa a Grindetti, aunque quienes conocen al jefe comunal tienen una certeza: “Adrián es Néstor”. La frase alude al legislador Adrián Urreli, quien no sólo es y fue su jefe de campaña en las últimas seis elecciones, sino también su principal voz política en la Legislatura. Algunos dicen que las chances de que eso suceda son nulas. Un sector del grindettismo sigue masticando bronca por "el silencio de tres semanas" mantuvo El Colorado, a quien -afirman en el team halcón- tuvieron que ir a buscar en varias oportunidades a su búnker la noche del domingo de las elecciones y recién "apareció cuando el escrutinio provisorio llegó al 95%. Tarde".
Por ahora, a nivel nacional y bonaerense, las conversaciones son de estrategia política y también de disputa de poder -"Nosotros ganamos, ustedes tienen que acompañar", dicen unos). Un capítulo aparte merecería la Ciudad de Buenos Aires, que por tradición y porcentajes todos creen que ganarán de manera cómoda. Es ahí donde los radicales de Martín Lousteau y algunos aliados sí piensan en repartos concretos en lugares de gestión. Como sea, en JxC todos los esfuerzos están puestos ahora en meterse en el ballotage y soñar con entrar nuevamente a la Casa Rosada.