La Junta Electoral Provincial de Tucumán(JEP) lleva dos jornadas llevando a cabo el escrutinio definitivo de las elecciones provinciales, en las que se impuso con un abrumador 56% la fórmula oficialista integrada por Osvaldo Jaldo y Miguel Acevedo. Sin embargo, todas las miradas están puestas en el conteo de los votos de la capital tucumana, en manos de la oposición, debido a que en la apertura de 203 mesas estará la definición en San Miguel. Allí se comprobará si la próxima intendenta será la diputada peronista Rossana Chahla o Beatriz Ávila, que aspira a suceder a su esposo, el intendente Germán Alfaro, quien viene de perder por 22 puntos secundando a Roberto Sánchez en la fórmula de Juntos por el Cambio (JxC). La derrota provincial y el pronóstico reservado en San Miguel tienen contra las cuerdas al líder del Partido por la Justicia Social, justo cuando faltan diez días para el cierre de listas para las elecciones nacionales en las que habrá cinco bancas en juego.
De un total de 432 urnas sobre las que no pudieron procesarse los datos el domingo por la noche, por problemas en la confección de las planillas, la mitad es de San Miguel de Tucumán, el escenario que concentra todas las miradas. El lunes por la mañana cerró el escrutinio provisorio con el 85% de las mesas procesadas, por inconvenientes que surgieron en la transmisión de los datos, según informó a Letra P el vocero de la JEP, Carlos Amaya. En el caso de la capital, tanto Chahla como Ávila reclamaron que se abrieran las urnas.
El escrutinio provisorio cerró con una diferencia de 1.999 votos a favor de la candidata del gobernador Juan Manzur y de Jaldo: una ventaja de menos de un punto. Alfaro y su más cercano equipo de colaboradores viven horas de extrema tensión porque no estaba en sus planes una elección tan ajustada, en la que arrancaron el conteo definitivo corriendo de atrás.
Al cierre de esta nota, con 77 mesas escrutadas de un total de 1.350, los números preliminares marcaban un 41,90% (8.954 votos) para Chahla contra 40,87% (8.735 sufragios) de Ávila. Se espera que el conteo finalice el viernes próximo.
Corte de boleta
Una derrota en la capital dejaría a Alfaro con las manos vacías a días del cierre de listas para las candidaturas a Diputados. Es decir, perdería poder de fuego a la hora de negociar espacios, sin contar que se quedaría sin el principal soporte de su espacio, el Partido por la Justicia Social. Un escenario inesperado cuando a principios de año pujaba con Sánchez por quedarse con la candidatura a la gobernación.
El mayor malestar de Alfaro y su equipo tiene como eje la diferencia entre las cosechas de votos en la capital para la fórmula a la gobernación y para la intendencia. En San Miguel, la dupla Sánchez-Alfaro superó por casi cuatro puntos a Jaldo-Acevedo y totalizó más de 137 mil votos. En la capital, la boleta de JxC quedó un punto abajo de la del PJ. En resumen, 11.018 votos menos, lo que habla de un importante corte de boletas. "Siempre hay una diferencia pero esta vez fue muy grande, demasiada, no se esperaba. Se están estudiando los números finos para, por lo menos, saber en qué circuitos sucedió", contó a Letra P un integrante de un acople alfarista.
El escrutinio definitivo se lleva a cabo en la sede de la JEP, ubicada en Mendoza al 1000, en el centro de San Miguel de Tucumán, con la custodia de la Gendarmería adentro del edificio y apoyo externo de la Policía provincial. Arrancó este martes a las 18 y se realizará de 8 a 18, con un corte de 13 a 15. En los 20 boxes que se han dispuesto, explicó Amaya, el primer paso del control consiste en que los partidos cotejen las cifras del acta de mesa con el certificado con el que se quedó el fiscal al cierre del comicio. Si hay coincidencia, se avanza. Sólo si hay diferencias los partidos pueden reclamar la apertura de la urna y el conteo voto a voto. Para que la JEP acceda, la solicitud deberá estar fundada y esas causales pueden ser la ausencia del acta de mesa, que ese documento tenga errores, tachaduras o señales de adulteración.
"Recién entonces podría abrirse una urna, pero si el acta y el certificado coinciden, el proceso es ágil. La demora del escrutinio dependerá del nivel de dificultad del recuento", señaló. Si no se presentan objeciones, las cifras consignadas por el presidente de mesa en el acta son las que se usan para calcular el resultado definitivo.
Si no hay contratiempos, el fin de semana se conocerían los resultados de esas 203 mesas de la capital aunque, advirtió Amaya, las 1.200 mesas de la capital serán controladas para que no quepan dudas del resultado final.