TUCUMÁN (Correponsal) Este domingo, la fórmula que integraron el vicegobernador Osvaldo Jaldo y el ministro Miguel Acevedo prolongó en Tucumán la hegemonía del PJ, que lleva dos décadas en el poder. Dejaron en segundo lugar al binomio de Juntos por el Cambio que integraron el jefe de la UCR local, Roberto Sánchez, y el intendente de la capital provincial, Germán Alfaro, alineado a nivel nacional con Horacio Rodríguez Larreta. El derechista Ricardo Bussi, que tenía la bendición de Javier Milei, resultó un fiasco: no pasaba el 4% de los votos. En la disputa por la intendencia de la capital, al cierre de esta nota y con el 60% de las mesas escrutadas, se vivía un final abierto: no se sacaban más de dos puntos de distancia entre la peronista Rossana Chahla y la PRO Beatriz Ávila.
Con el 60% de las mesas escrutadas, final abierto en la capital
Con el 60% de las mesas escrutadas, la victoria de Osvaldo Jaldo lucía irreversible en la noche tucumana. El gobernador electo, acompañado en su fórmula por Miguel Acevedo tras el fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que bajó a Juan Manzur, cosechaba al cierre de esta nota el 56,3% de los votos. Su principal rival, el binomio de JxC compuesto por Roberto Sánchez y Germán Alfaro, alcanzaba el 34,1% de los sufragios. El fiasco de la elección fue Ricardo Bussi, el candidato de Javier Milei, que no alcanzaba el 4% de los votos.
En San Miguel de Tucumán, la disputa seguía voto a voto hasta bien entrada la noche. Beatriz Ávila, la candidata del PRO, luchaba por sostener el gobierno de la capital para su partido, que la controla desde 2015 vía Germán Alfaro, pero no lograba achicar la pequeñísima luz de distancia que la peronista Rossana Chahla le había sacado cuando las mesas escrutadas alcanzaban el 60%. La exministra de salud provincial alcanzaba el 42,7% de los votos, mientras que la macrista la seguía de cerca con el 42% de los sufragios. Con una elección tan cerrada, todavía ninguna se había declarado ganadora.