La mesa de Juntos por el Cambio en Córdoba volvió a rencontrarse después del impasse a la unidad con motivo de las PASO, que dividió a su dirigencia en la canasta de Patricia Bullrich, la de Horacio Rodríguez Larreta y la neutralidad. Después de tres derrotas al hilo -la provincial de junio, la capitalina, de julio; y la nacional, de agosto- la jefa de campaña de la candidata ganadora de la interna amarilla, Laura Rodríguez Machado, convocó a la primera reunión de trabajo para abordar un escenario complejo después del triunfo del libertario Javier Milei.
Hubo buena voluntad por parte de las dirigencia invitada al café. Reaparecieron en escena el senador Luis Juez, el diputado Mario Negri; integrantes de la Cámara de Diputados como Soher El Sukaria y Soledad Carrizo, el pelotón de aspirantes a Diputados liderado por Luis Picat, y autoridades partidarias. El objetivo fue mostrar una coalición activa y unida, sin dar la sensación de un scrum de "casta" asustada.
Es por eso que se evitó la típica foto grupal de amplias sonrisas a la lente de la cámara. Es parte del tiempo pretérito ese JxC batiendo récord en el principal distrito electoral del interior del país: el domingo La Libertad Avanza quedó primera, desplazó al segundo lugar a su gobernador, Juan Schiaretti, y el cambiemismo perdió exactamente la mitad de su caudal de votos de noviembre de 2021.
Juez le tiró un palo a Larreta de arranque y convalidó la dinámica de la armadora halcón. “No tenemos que hacer política con fotos”, disparó. Pidió una campaña disruptiva, arengó a trabajar al 100% en los próximos 70 días para que Milei no deje a JxC “en ridículo”.
Milei sobrevoló la charla, pero no fue el centro de atención. Cómo se diferenciarán las marcas liberales de la góndola electoral será parte del debate de una reunión del comando nacional de campaña, prevista para el martes que viene, en Buenos Aires. Ese eje y la distribución de roles serán capítulos posteriores. Son días de alta susceptibilidad.
Sí quedó expuesto en el resultado que la dirigencia trabajó a media máquina. No sólo sus grandes figuras se escondieron detrás de la neutralidad, sino que buena parte de la dirigencia en el interior quedó en medio de los fuegos cruzados entre Bullrich y Larreta, por ende, inactiva. La pelea por la estructura parece un juego de la infancia con el resultado puesto: un economista sin aparato, sin fiscales, antisistema, con poder de fuego mediático prestado a conveniencia del rating, pintó de violeta 16 provincias.
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Por ejemplo, las cabezas de lista de Bullrich y Larreta, Picat y Pedro Dellarrossa respectivamente, no pudieron contener la ola libertaria en sus terruños. Perdieron en Jesús María y Marcos Juárez. En adelante, la estrategia se geolocalizará con una campaña de cercanía, con el regreso del “puerta a puerta”.
A su turno, Negri marcó algunas líneas estratégicas: apuntar al electorado que no fue a votar y trabajar en la preferencia de postulantes con perfiles similares. No lo nombró, pero el auditorio entendió que se trata de pescar en la pecera de Schiaretti.
Para el jefe del bloque radical que dejará su banca a fin de año, Córdoba debe ser un punto de protagonismo estratégico en el plan nacional de campaña. En otras palabras, la central de campaña porteña debería poner toda la carne al asador en la provincia.
Ausentes, con aviso
La cumbre se hizo a la siesta, en un pequeño hotel situado a la vera del río Suquía. Entre pocillos de café, Rodríguez Machado fue la encargada de abrir la ronda catártica. Agradeció la presencia de la mayoría. Rodrigo de Loredo se ausentó por vacaciones; Héctor Baldassi y Diego Mestre habían confirmado su asistencia, pero tuvieron problemas con sus vuelos.
La anfitriona quedó reconfirmada al frente de la conducción de la campaña de Bullrich en Córdoba. Al fin y al cabo, a JxC le fue mal, pero no tal mal. En especial, a la exministra. Con respecto a los porcentajes a favor de Bullrich dentro de la interna de JXC, la provincia en la que mayor porcentaje de votos sacó fue en Mendoza, terruño gobernado por la coalición y lugar de origen de Luis Petri, compañero de fórmula. Allí se alzó con el 79% de los votos aliancistas, pero Córdoba, sin ser gobierno, el porcentaje no se alejó (75%) y el candidato de Larreta para Diputados pelea por su ingreso a la boleta en el escrutinio definitivo.
Pese a que 500 votos lo separan del piso del 25%, Dellarossa prometió esta tarde que trabajará para Bullrich, ingrese o no a la lista que lidera el jesusmariense Picat.
El evento cerró con una buena dosis de concordia, ojos cansados y cierta irritabilidad para la dirigencia de discurso de largo aliento. Pasaron la página, larretistas y bullrichistas por igual. El enemigo ya no está adentro.