“Ahora que llegamos a un año electoral, hay que resolver las diferencias en elecciones”. Con esa frase, Eduardo de Pedro parece haber admitido como innegable que los matices del Frente de Todos(FdT) se resolverán con una interna en las PASO. Mientras el cristinismo auspicia el clamor de un operativo para bajar a Alberto Fernández de una aventura releccionista, el ministro del Interior desestimó el apuro. No es el único de los suplentes del oficialismo que evita decir que el Presidente debería imitar a Mauricio Macri con su renunciamiento: tampoco lo hacen Axel Kicillof ni Daniel Scioli.
En Futurock, De Pedro fue abordado puntualmente por el paso al costado que cerca de Cristina Fernández de Kirchner le demandan al mandatario. "Hay un plazo por ley que es el plazo de presentación de frentes y de presentación de listas (el 24 de Junio), así que todavía tenemos tiempo”. No se mostró apremiado el funcionario camporista. ¿En privado opina lo mismo? "Es cierto que algunos compañeros están en esa, pero Wado no", confiaron desde su germinal comando de campaña.
Una lectura posible es que tampoco nadie está apurando a De Pedro al punto que, al igual que Fernández, el ministro necesita tiempo. En su caso, para cimentar su instalación. Como contó Letra P, en las últimas semanas tomó envión su carrera por una candidatura 2023, con CFK fuera de la cancha. El corrimiento del líder del PRO llegó en paralelo a un proceso que ya había comenzado, con la sinergia del Instituto Patria trabajando con el equipo del Ministerio del Interior.
Más allá de que no salga a pedir la baja de Fernández, De Pedro comparte parte del argumento que esgrimen en el despacho del Senado. La decisión de Macri “ordena la propuesta de Juntos por el Cambio, mientras que nosotros estamos en el proceso de ordenamiento interno”, dijo. Cerca de la vicepresidenta opinan algo similar. "(El renunciamiento) ayudará al frente político opositor porque, al correrse de la cancha, bajan las especulaciones y eso permite que las diferentes corrientes que tiene JxC entren de lleno a competir entre ellas", esgrimen en su despacho del Senado.
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El paralelismo cristinista entre el Presidente y su antecesor va más allá: "Macri se bajó de la candidatura presidencial porque no le dan los números. Había un triple empate en la interna de JxC y, en la general, Macri no supera los 20 puntos en ninguna encuesta. Lo mismo ocurre con Alberto, que no tiene dirigentes en el territorio que puedan llevar adelante una elección".
En otra terminal peronista parafrasean ese reproche, al calificar la indefinición de Fernández como un "tapón". "Alberto obtura que aparezcan otros jugadores en la cancha porque, mientras no diga nada, para la gente el candidato del FdT será él". La percepción de las candidaturas no fue aún medida.
"Daniel cree que hay respetar institucionalmente a Alberto y sus tiempos", sostiene el sciolismo. Con un ADN asociado a la velocidad, la opinión del embajador en Brasil será más por decoro que por falta de ansiedad. Fue un pionero en lanzar su precandidatura, siempre atada a la decisión presidencial sobre su futuro, al punto que hasta ahora es el único aspirante del oficialismo anotado en la carrera.
Por el lado de Kicillof la cuestión se complejiza, en línea con su propia situación: el gobernador se resiste a pegar el salto a la boleta presidencial, como el candidato K con más voto propio detrás de CFK, mientras continúa su campaña reeleccionista en la provincia. ¿Debería Fernández decir cuanto antes que no será candidato? "No tenemos preferencia", es la respuesta en La Plata, donde tampoco se emocionan por ser el Plan B del oficialismo.
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El apuro kicillofista viene por otro lado. Radica en la necesidad de acordar una estrategia macro para el FdT que permita generar un diseño integral donde, después, los casilleros se completen con nombres. "Hay que hacer todo lo necesario para generar esa estrategia", repiten cerca del gobernador. "No podemos seguir hablando sobre supuestos, parece Elige tu propia aventura", apelaron a los clásicos infantiles con múltiples caminos que podía tomar el lector para hilvanar su propia historia.
Con una analogía más actual, el FdT convive en un multiverso. En una realidad, Fernández busca la reelección, lo cual impide que se habilite una interna: esto argumenta La Cámpora. En otra dimensión, hay una oferta electoral por cada sector societario de la coalición: el albertismo, el massismo y el cristinismo. En una tercera, hay una candidatura de consenso. Quienes motorizan el plan "Bajate, Alberto" consideran que ese esquema no se puede acordar mientras dure el misterio presidencial.
"Mi prioridad no es ser candidato, mi prioridad es que gane el espacio. Para ganar las elecciones, hay que democratizar el espacio”, lanzó este jueves Fernández. Es algo que hace meses viene repitiendo en privado, con la excepción que agrega que cree en su competitividad para que el FdT tenga otro mandato. En la segunda quincena de abril se reunirá el Consejo del PJ, que preside Fernández. Hay quienes creen que para entonces puede haber señales más certeras del mandatario sobre sus intenciones.