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Toto Caputo pegaría el faltazo a la interpelación y se arriesga a un juicio político

Martín Menem convocó a sesión para el martes y el ministro de Economía no quiere ir. Francos y Cúneo Libarona irán. La oposición pide un intercambio fluido.

Martín Menem llamó a sesionar el próximo martes, a las 14, en la Cámara de Diputados para cumplir con la interpelación a integrantes del gabinete por el escándalo $Libra, pero Toto Caputo no quiere ir y el Gobierno acepta que corre el riesgo de ser sometido a un juicio político que, de avanzar, complicaría su continuidad como ministro de Economía.

Hasta este jueves, sólo estaban confirmadas las presencias del jefe de Gabinete, Guillermo Francos; y del ministro de Justicia, Mariano Cuneo Libarona. Tampoco asistirá el titular de la Comisión Nacional de Valores, Roberto Silva, aunque en ese caso la excusa del Gobierno es que no tiene rango de ministro. Miguel Pichetto insistió en convocarlo igual.

Hace 30 años que no hay una interpelación en el Congreso. La última vez fue cuando Domingo Cavallo, entonces ministro de Economía, fue al Senado a declarar contra el fallecido empresario Alfredo Yabrán. Con la Constitución recién reformada, en esos tiempos no se consideraban las interpelaciones como un ataque directo al Gobierno, tal como fue entendiéndose con el correr de los años.

Francos siempre estuvo decidido a asistir porque sabe que la carta magna permite al Congreso pedir una moción de censura contra un jefe de Gabinete. Un faltazo al recinto dejaría al ministro coordinador ante ese riesgo. Cúneo Libarona no quiere terminar en Tribunales por no dar la cara y está dispuesto a someterse al interrogatorio de la oposición de la cámara baja.

La rebelión de Toto Caputo

En la Casa Rosada los funcionarios políticos debaten como afrontar las interpelaciones con el menor costo político. Menem, este miércoles, no tuvo otra opción que citar a la sesión con los cuatro convocados, tal como aprobó una ocasional alianza opositora en la última sesión. Participaron Unión por la Patria, Encuentro Federal, Democracia Para Siempre (UCR crítica), la Coalición Cívica y el Frente de Izquierda.

La estrategia final del Gobierno se definirá en una reunión prevista para el sábado, que liderará Francos y coordinará el enlace parlamentario de Milei, Oscar Moscariello.

Fuentes del Congreso y de la Casa Rosada confirmaron, a Letra P, que Toto Caputo se resiste a visitar el Congreso. No tiene buenos recuerdos: en 2018, cuando era ministro de Economía del gobierno de Mauricio Macri, el funcionario estuvo cuatro horas en una bicameral explicando el endeudamiento externo. La reunión terminó abruptamente, con denuncias de hostigamiento de la kirchnerista Gabriela Cerruti.

El año pasado, Caputo se negó a presentar el Presupuesto 2025 y el Presidente lo salvó con una exposición en el recinto. En este caso, no hay quien cubra al ministro de Economía, porque la interpelación es personal. El artículo 71 de la Constitución habilita a cada una de las cámaras a "hacer ir a su sala a los ministros del Poder Ejecutivo para recibir las explicaciones e informes que estime convenientes".

La oposición reconoce que, al no estar previstas sanciones ni en la carta magna ni una ley reglamentaria, si deja su silla vacía Caputo no podría ser denunciado penalmente. Pero el oficialismo admite que su faltazo sí puede ser causal de acusaciones de incumplimiento de los deberes de funcionario público, motivo de un pedido de juicio político.

Milei, por ahora, logró esquivar ese proceso, aunque hay proyectos presentados para que se aplique ante el caso $Libra. Es un camino que el Gobierno necesita evitar, porque se inicia en una comisión de la cámara baja que no tiene autoridades ratificadas: la oficialista Marcela Pagano se adjudica la presidencia, pero Menem desconoce su elección.

Riesgo de juicio

De activarse esa comisión, en caso de tener una mayoría dispuesta a admitir una evaluación de la conducta de Caputo (se necesitan 16 firmas sobre 31), serían habilitadas audiencias con testigos y pedidos de documentación, similares a las que en 2023 existieron para luego acusar por mal desempeño a los jueces de la Corte Suprema.

Nadie imagina que el ministro de Economía soporte ese proceso: lo natural es que, en caso de iniciarse una investigación, Caputo renuncie para dejarla trunco, porque ya no podría haber un pedido de destitución si no ocupa el cargo. Además, el debate sería otro foro para mantener el caso $Libra vigente durante todo el año. En la Casa Rosada buscan estrategias para evitar la erosión de uno de los funcionarios claves del Gabinete, que representa las medidas económicas anunciadas la semana pasada.

El protocolo de interpelación no está definido. Durante el fin de semana, referentes de la oposición dura intercambiarán opiniones sobre el formato que crean conveniente.

Entre las alternativas que evalúan predomina la de sentar a los funcionarios de frente al recinto, uno al lado del otro, para que tengan un intercambio fluido con los diputados. No quieren preguntas en tandas de bloques, como se acostumbra cuando brinda informes el jefe de Gabinete.

Por ahora, está descartada la posibilidad de votar el mismo martes la interpretación de la resolución que creó la comisión investigadora del Libragate. El plan de la oposición dura es tratar de romper la paridad con aliados entre figuras que el Gobierno considera propias, en la UCR e Innovación Federal. Sólo así podría tener una mayoría para que la comisión pueda funcionar en los tres meses de plazo que tiene para emitir un dictamen. La reunión constitutiva será el miércoles. Otra jornada tensa.

Facundo Manes, con sus pares Pablo Juliano y Jorge Rizzotti (DPS). Mira Germán Martínez (UP). Referentes de la oposición. 
Guillermo Francos al brindar su informe de gestión. 

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