Sergio Massa busca agitar las aguas electorales en la provincia con el desembarco de la Fundación Encuentro, el think tank del jefe del Frente Renovador que hará base en la Ciudad Universitaria de Córdoba. Será este sábado, con una escudería completa de exfuncionarios.
Comprometieron su presencia el exdirector de Aduanas y dirigente del PJ de Entre Ríos, Guillermo Michel; el exministro de Transporte, el santafesino Diego Giuliano; el exministro de Producción, José Ignacio de Mendiguren; el exsecretario de Agricultura, Juan José Bahillo y el productor Jorge Solmi.
El conversatorio pautado para las 9 en la Facultad de Matemática, Astronomía, Física y Computación (FAMAF) se titula “Producción y Futuro: Encuentro Federal por una Argentina que produce”. La invitación formal propone “reflexionar colectivamente sobre desarrollo con sentido federal, educación, tecnología, juventud y talento”.
El objetivo de Sergio Massa
“Massa eligió Córdoba para la segunda reunión de la Fundación Encuentro. Apuntamos a la Región Centro, a la zona más castigada por las políticas de Javier Milei, que van en contra de la producción y la historia”, resumen en la organización local.
Detrás de las formas se trata del primer movimiento explícito de Massa en la provincia, a dos meses de las inscripciones de las listas para la Cámara de Diputados. Sus armadores locales, el intendente de Cruz Alta, Agustín González, y la exlegisladora Tania Kishakevych, cultivan la paciencia.
La semana pasada mantuvieron una reunión con Massa en Buenos Aires y quedó claro que las internas del peronismo a nivel nacional no deben derramar en el interior. Por lo tanto, el armado cordobés del massismo seguirá apuntando a construir una identidad política en una provincia compleja para otras expresiones del justicialismo que no sean el cordobesismo.
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La dupla armadora hasta ahora cumple a la perfección la consigna que les dejara Massa a inicios de este año: moverse sin entrar en cortocircuito con el gobernador Martín Llaryora.
“Es una víctima de Milei”, dicen en despachos porteños y, en cierto sentido, el think tank massista mostrará su preocupación por las señales negativas que ya empieza a mostrar el entramado productivo de la zona núcleo que, poco a poco, se las ingenia para exponer su descontento con el gobierno libertario.
La lista del Frente Renovador
Fortalecer una estructura implica hablar de candidaturas. El FR tendrá su propia boleta en el cuarto oscuro en octubre, más allá de la decisión que tome Natalia de la Sota, la apuntada por Massa para liderar su oferta. O bien, de la buenas conversaciones que hay con la dirigencia kirchnerista mediterránea.
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Sergio Massa y Natalia de la Sota en el sprint final de la campaña por el ballotage con Javier Milei
La hija de José Manuel de la Sota no tiene diálogo con Llaryora. Especula con que su perfil opositor al gobierno nacional será necesario en el mano a mano del cordobesismo con la lista de Milei. Sin embargo, el Panal le aplica la ley del hielo a la diputada que sigue su propio juego en el recinto. Una herejía para un peronismo que mudó su piel, pero conserva la esencia de la verticalidad.
Massa sabe que es un activo posible, pero necesita mantener a su tropa activa en este suelo. La cita en una de las unidades académicas de la Universidad Nacional de Córdoba se da casi en simultáneo a las salidas del exministro de Economía por la provincia de Buenos Aires, que en septiembre irá a las urnas para renovar escaños en ambas cámaras de la Legislatura.
La relación con Martín Llaryora
¿Un acuerdo rumbo a octubre con Llaryora? La tropa del massismo no lo ve viable. “No se la juega para enfrentar a Milei”, dicen sin vueltas, dejando entrever el objetivo de la avanzada en la provincia cordobesista.
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Del otro lado, a su vez, no sueltan mieles. Si bien se conocen desde la tierna militancia, la relación entre el gobernador y Massa mostró su cara más tensa en la campaña presidencial, cuando el cordobesismo prefirió el silencio en el duelo entre el peronista y el libertario en el ballotage.
Lo cierto es que la atomización opositora es una variable que el oficialismo provincial espera rumbo a octubre, donde imagina un escenario de polarización con La Libertad Avanza.