Santa Fe: una filtración aumenta la desconfianza dentro de La Libertad Avanza a días del cierre de listas
Una reunión secreta con constructores privados salió a la luz. Por qué se enojó -y desenojó- Romina Diez. Las hipótesis detrás de la fuga y los celos internos.
La Libertad Avanza de Santa Fe estuvo revolucionada por un par de horas.
Una reunión que se suponía secreta salió a la luz y reavivó la desconfianza al interior de La Libertad Avanza. Se trató de un encuentro con constructores de Santa Fe que, al principio, causó el enojo de Romina Diez, aunque luego la furia se disipó. Sin embargo, la noticia atravesó las fronteras libertarias y generó sospechas por doquier.
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Lo que motivó el enredo fue una reunión realizada en el búnker que la tropa que responde a Diez tiene en Rosario, sobre calle Sarmiento entre San Lorenzo y Santa Fe -hay otro espacio a pocas cuadras, pero es controlado por Nicolás Mayoraz-. Allí, un grupo de empresarios de la construcción se encontró con parte de los equipos técnicos libertarios para hablar sobre “las trabas” que dicen sufrir por parte del municipio y el gobierno provincial a la hora de realizar un desarrollo urbano en la ciudad. “Una mesa de desregulación”, la simplificaron.
Al encuentro asistieron figuras top del mundillo de la construcción privada rosarina, con la garantía de que sus nombres no trascenderían: aparecer en un encuentro de ese estilo puede ser malo para los negocios. “Parecía una reunión de autoayuda”, comentó uno de los presentes. La charla, dicen, fluyó bien y hubo buena recepción. De hecho, la idea era replicarla más adelante con otras temáticas, como salud y legislación de armas, e ir generando propuestas para los futuros concejales. Hasta se habló de propuestas para una hipotética candidatura a la gobernación dentro de dos años.
Los apuntados y una aclaración
Sin embargo, Diez no fue reportada de la reunión y, dicen a su lado, se enteró por uno de los empresarios que asistió al encuentro. La versión que le llegó a la jefa de LLA en Santa Fe fue que del mitín habían participado contratistas de obra pública, un tema más que espinoso para todo el ecosistema libertario.
Si Javier Milei desde su arribo a la Casa Rosada le puso un freno a la obra pública y se despachó con variados epítetos hacia la Cámara de la Construcción, que personas de la patria contratista fueran invitados a un búnker de su espacio político podría ser fatal.
AQUÍ VIDEO DE UNA OPERADORA DEL CAOS. Desde que comencé mi carrera a la presidencia siempre se equivocó para el mismo lado, donde su error siempre estaba totalmente alineado con la opinión de la Cámara Arg. de la Construcción. El error sistemático no es error, es sesgo. CIAO! https://t.co/Mt5K7Wam7t
Así las cosas, Diez comenzó a buscar a responsables y los encontró en su entorno más cercano. Martín Tomassini -el exstriper que quedó a cargo de una de las delegaciones de la ANSES en Rosario- asumió ser el organizador vía Patricio De Gaetano, un colaborador que viene desempeñándose como asesor de la concejala Sabrina Prence y que tiene fluidos contactos con el mundo de los negocios. Fue Tomassini el que le explicó a Diez la verdadera naturaleza de la reunión y quiénes habían asistido, lo que disipó la bronca de la diputada y hasta la entusiasmó.
Las hipótesis de la filtración
Aclarado el problema, el foco viró a la filtración. ¿Quién le contó a Diez una versión distinta de la reunión? Más aún, ¿quién se encargó de que el tema escalara hasta llegar a oídos periodísticos? Cerca de la diputada dicen que se enteró por el comentario de un empresario, pero es una afirmación que pocos creen dentro de La Libertad Avanza. El espacio está cruzado por los celos, que suelen aflorar aún más en la previa de los cierres de listas, y entre la segunda línea libertaria se multiplican las acusaciones.
Así las cosas, surgieron dos hipótesis con distintos grados de verosimilitud. Una interna entre coroneles de Diez por lugares en las listas de cara a las elecciones de octubre fue la primera, aunque es la menos creíble. La versión que primó fue otra, que se subordina a las lógicas que demostraron gobernar la construcción política libertaria. “Fue disciplinamiento”, dice un baqueano del ecosistema. “No le habían avisado a Romina y la organización del evento no había pasado por cierta gente de su entorno”, sumó. “En LLA no hay que hacer nada, quedarse quieto, es la única forma de sobrevivir”, concluyeron.