El cierre de alianzas de Santa Fe se pareció a un cierre de listas.
Maximiliano Pullaro y el peronismo no tuvieron fisuras y La Libertad
Avanza espera.
El cierre de alianzas en Santa Fe se pareció a un cierre de listas, por lo que fue más tenso que lo habitual. Sin embargo, tras horas de rosca, Maximiliano Pullaro y el peronismo cerraron sus frentes sin fisuras y ya se preparan para enfrentar a La Libertad Avanza, en el enésimo regreso del escenario de tercios a la Bota.
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El gobernador se puso al frente del armado de Provincias Unidas en su terruño. Por fungir de polea de transmisión en el nuevo espacio animado por los gobernadores del medio, no podía permitirse que en casa de herrero hubiera un cuchillo de palo. No era, sin embargo, una tarea fácil: se trataba de replicar la coalición provincial Unidos pero a nivel nacional y con otro nombre. Es decir, hacer en pocos días lo que en su momento llevó meses. Para poder cerrar el acuerdo, se aceleraron los tiempos y la discusión incluyó también el punteo de nombres.
En el peronismo todo fue con fórceps. El miércoles por la tarde, un día antes del cierre de alianzas, las fuerzas que operan en el ecosistema justicialista firmaron la alianza, que se llamará Fuerza Patria como en el resto del país. Haberlo hecho con tiempo y que nadie haya quedado afuera -desde el Frente Renovador hasta Patria Grande- no se traduce como un cierre ordenado: es una unidad precaria, minada de conflictos que pueden estallar de acá al cierre de listas del 17 de agosto, con espacios que amenazan con romper, judicializaciones y acuerdos que se desconocen.
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La plana mayor del peronismo de Santa Fe. Foto: archivo.
La disputa es por el primer lugar de la lista. El exjefe de gabinete Agustín Rossi está lanzado hace ya meses y estrenó cartelería este jueves. Cuenta en su haber con una alianza con los senadores, que tienen la manija institucional del partido. Enfrente, se planta Eduardo Toniolli, del Movimiento Evita, que enumera las derrotas y la alta imagen negativa de Rossi para exigir ese primer lugar. También salió con cartelería a la calle y ostenta un vínculo nada despreciable: el que tiene con Juan Monteverde, el aliado del peronismo que puso la cara y sorprendió en las elecciones constituyentes.
Encima, el peronismo tendrá que lidiar con ofertas de centroizquierda de fuste, como la que selló la alianza Frente Amplio por la Soberanía. Ese frente -que engloba a espacios como Libres del Sur, la tribu socialista díscola Bases, la Liga de los Pueblos Libres y el Partido Comunista- se reivindica como “de izquierda nacional, progresista y popular” y lleva como bandera muchas propuestas similares a las de Fuerza Patria. Como frutilla del postre, tendrán un candidato de peso: irá Carlos del Frade, el periodista que va por su tercer mandato como diputado provincial.
No será la única oferta electoral en el espectro. Aunque al cierre de esta nota no se hayan informado los detalles de su cierre, el Frente de Izquierda mantiene su voluntad de jugar en todas las disputas electorales con un discurso hipercrítico del gobierno provincial. De hecho, su excandidata a convencional Carla Deiana se despachó tratando al gobernador de “oligárquico” que "viola la división de poderes y las responsabilidades de funcionario público” por llevar a su vicegobernadora de candidata.
Carlos Del Frade Carlos Del Frade
Carlos del Frade será candidato a diputado por Santa Fe.
La calma que antecede al huracán libertario
En La Libertad Avanza siguen de lejos y sin hacer olas las negociaciones de sus rivales. Al igual que en los comicios locales, la tropa de Javier Milei jugará con su partido y por eso no firmará ninguna alianza. Incluso, hasta anunciaron a su candidata: será Romina Diez, su lideresa santafesina, aunque aún le quedan dos años como diputada.
La disputa que asoma, y se intensificará de acá al 17 de agosto, es por los lugares detrás de Diez. Allí se anotan, por ejemplo, Agustín Pellegrini -su colaborador más estrecho- y Marcos Peyrano -vicepresidente de la Convención Constituyente-.
El riesgo que corre La Libertad Avanza no es interno, sino externo. Hay al menos dos candidaturas que se están cocinando y que, de confirmarse, podrían partir su electorado. Una es la de Soledad Aramendi, presidenta de la Sociedad Rural de Rosario, que podría ir acompañada de la Coalición Cívica. La otra es una amenaza de fuste: Amalia Granata evalúa por estas horas jugar. “Casi seguro que sí”, dicen a su lado. La mediática ya demostró tener poder de fuego: en las elecciones locales sacó 175 mil votos, tan solo 25 mil menos que el sello de Javier Milei.