La rosca por la reforma constitucional ocupa cada vez más lugar en las tertulias que se organizan en Unidos para Cambiar Santa Fe. Los partidos de la alianza empiezan a mostrar qué propuestas quieren -y cuáles no- en la nueva Carta Magna. En ese marco, el PRO está puliendo un pliego de condiciones con claro tono libertario.
Lo que el PRO ya dejó saber
Hay dos propuestas que forman parte de los intereses del PRO que ya salieron a la luz. Una de ellas es la reticencia en el macrismo a declarar intransferible la Caja de Jubilaciones de Santa Fe, una propuesta incluida en la ley declarativa de la reforma a pedido del socialismo. En el bloque de convencionales amarillos creen que alcanza con la intransferibilidad declarada en una ley -algo que ya existe- porque constitucionalizar la protección es atarse de manos: “Los sistemas de reparto son deficitarios en todo el mundo, no sabemos si en diez o quince años aparecerá otra solución”, explican.
La otra negativa del macrismo es a la creación del Consejo de la Magistratura. Por un lado, resaltan que existe un acuerdo para que los cincuenta escaños de la cámara baja se repartan por d’hondt, lo que hará que haya una “representación pura” para aprobar pliegos. Por otro lado, que el órgano a nivel nacional no funcionó: “Tiene 1600 empleados, un presupuesto de $1.9 mil millones, y el caso Bailaque ya mostró que no sirve”. Lo que aceptan en el PRO es que haya un comité técnico encargado de los concursos que solo indique si el candidato aprobó o no el examen.
Las propuestas libertarias del PRO Santa Fe
El tono libertario de las propuestas se hace palmario con la negativa del PRO a que se reconozcan constitucionalmente los colegios profesionales. “No podemos poner algo de las corporaciones en la Constitución, nosotros estamos para cuestiones estatales”, dicen en estricto off the record. La posición va en línea con el proyecto que La Libertad Avanza presentó en el Congreso de la Nación para desmantelar el sistema de colegios profesionales en todo el país.
Dicha iniciativa fue presentada por Marcela Pagano y propone eliminar la obligatoriedad de matriculación y cuotas colegiales, creando en su lugar un registro único de profesionales en el ámbito del Ministerio de Capital Humano. Los colegios, en ese escenario, se transformarían en meras sedes administrativas, sin poder sancionatorio ni capacidad recaudatoria.
La otra exigencia del PRO tiene que ver con la autonomía municipal. El macrismo la acepta siempre y cuando no incluya facultades de seguridad ni la potestad de crear impuestos. Así lo dijo Germana Figueroa Casas en un debate organizado por la Universidad Nacional de Rosario. “No es un buen camino darle a los municipios la potestad de establecer impuestos, lo que no es lo mismo que otorgarle la potestad de cobrar impuestos”, sostuvo la convencional amarilla.
En ese mismo debate, Figueroa Casas dejó en clara la postura en torno a la seguridad cuando sostuvo que la "descoordinación" entre estamentos provinciales y federales en materia de seguridad “no justifica” la creación de policías municipales. Para la diputada macrista, los municipios tuvieron que invertir en seguridad -especialmente, en videovigilancia- justamente por esa descoordinación. Sí dijo estar de acuerdo con la creación de “un cuerpo de control” en materia de faltas y gestión de la videovigilancia.
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Germana Figueroa Casas, convencional del PRO en Santa Fe.
La estrategia al servicio de Unidos para Cambiar Santa Fe
En la tropa que preside Gisela Scaglia confían en que podrán imponer sus condiciones a pesar de tener un bloque de tan solo cuatro convencionales -Figueroa Casas, Lucas Incicco, Cristian Cunha y Sara Sánchez Lecumberri-. Saben que sus posturas tienen cierta adhesión en las filas radicales y, además, el tono libertario puede ubicar circunstancialmente de su lado a La Libertad Avanza. La resistencia más importante en la mayoría de los temas la plantea el socialismo que, en un movimiento espejo, puede encontrar apoyos en el bloque peronista.
Más allá del poroteo en la Convención, de fondo asoma una intención estratégica del PRO de copar el espectro del centro a la derecha y así “ahogar” a La Libertad Avanza en sus primeros pasos como fuerza provincial. Lo plantean como un servicio a Unidos, que así podría contrarrestar el surgimiento de una fuerza que le disputa el electorado no peronista. Una movida que remite a aquella frase que repetían una y otra vez quienes negociaron la conformación de la alianza oficialista: “Para que Unidos funcione, necesitamos un socialismo muy a la izquierda y un PRO muy a la derecha”