Los gremios de Rosario se mostraron en pie de guerra contra el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) anunciado por Javier Milei. La multitudinaria concentración del jueves a la tarde-noche reclamó a los legisladores frenar "el avasallamiento a la democracia" y anticiparon la necesidad de lanzar un paro nacional en contra de las medidas dispuestas por el presidente. En línea directa con la CGT, ya plantearon que no hay alternativas a una huelga. El jueves, al caer la tarde, se escuchaban en algunos sectores de la ciudad ruido de cacerolas.
La masiva movida desarrollada en Rosario fue impulsada por el Movimiento Sindical Rosario, que nuclea a distintas representaciones gremiales: bancarios, docentes, recolectores, camioneros, municipales, empleados de Luz y Fuerza, marítimos, judiciales, prensa, trabajadores de la sanidad, de salud, de dragado y balizamiento y no docentes, son algunos de los que comparten desde los tiempos del macrismo el mismo paraguas.
Con consignas contra Milei y el decretazo, pero sin oradores ni discursos, representantes de los gremios, pero también agrupaciones sociales, políticas, estudiantiles y de derechos humanos concentraron en el Monumento a la Bandera.
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Se sumaron, además, ciudadanos dispersos empujados por una convocatoria impulsada desde organizaciones sindicales, pero completamente abierta y transversal. Desde muy temprano se invitaba a la concentración por redes sociales y el detalle del lugar y el horario corría de celular en celular.
Las llamadas de los líderes gremiales rosarinos a la sede central de la CGT fueron recurrentes durante el miércoles y el jueves. La intención era dejar en claro la necesidad de lanzar un paro general para plantar una postura clara frente a los alcances del DNU. De hecho, varios de esos dirigentes seguían desde la calle las alternativas de las reuniones de las cúpulas gremiales en Buenos Aires. Una de ellas, la secretaria general de la CTERA, Sonia Alesso.
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El secretario general del Sindicato de Trabajadores Municipales, Antonio Ratner, aceptó que las medidas propuestas por el DNU pasen por el Congreso, pero pidió responsabilidad histórica a los legisladores y advirtió que en caso de ser aprobada la propuesta de Milei se “retrocederá cien años”.
Algunos dirigentes, como el titular de Amsafé Rosario, Juan Pablo Casiello, leían la movida presidencial como una “declaración de guerra” contra los trabajadores. Otros marcaban que con las privatizaciones y la libertad para la adquisición de tierras a extranjeros se “está vendiendo el país” y que con la desregulación total de la economía se empuja a la pobreza a amplios sectores de la población.
“Es una muestra total de antidemocracia, de autoritarismo y de acciones anticonstitucionales con las que se quieren borrar las históricas luchas y conquistas del pueblo argentino y de sus movimientos populares”, planteó a través de un comunicado el Sindicato de Prensa Rosario (SPR).
La actividad se desarrolló sin incidentes. Aunque por momentos la concentración cortó calles céntricas de la ciudad, no se aplicó el protocolo antipiquete, tal como lo reclaman desde Nación. El gobernador Maximiliano Pullaro prometió acompañar el nuevo esquema para evitar cortes durante las protestas sociales, pero el jueves la custodia de la policía santafesina era modesta. Casi simbólica para el número de manifestantes que se congregó.
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La manifestación en el Monumento tuvo su correlato en el Concejo Municipal. Una propuesta para rechazar el DNU e invitar a legisladores de todo el país a pronunciarse en el mismo sentido, presentada por el ex candidato a intendente y líder de Ciudad Futura, Juan Monteverde, consiguió la adhesión de 21 ediles de 28.
El peronismo, el radicalismo y el socialismo acompañaron la iniciativa. Dos concejales del PRO y dos de La Libertad Avanza lo rechazaron. Hubo tres abstenciones del bloque que responde a Miguel Tessandori, un espacio independiente que en las PASo jugó dentro del frente Unidos para Cambiar Santa Fe y en cercanía con Pullaro.
