"Nadie debe asustarse. Esto ya pasó en Diputados hace dos años cuando Rodrigo de Loredo y Mario Negri encabezaron dos bancadas y todo anduvo bien”. La sentencia del legislador Dante Rossi marcó el tempo del tórrido lunes, cuando el futuro bloque la Unión Cívica Radical (UCR) en la Legislatura terminó de implosionar en virtud de las conocidas diferencias internas. Mientras todavía resuenan de la decisión de Karina Bruno (PRO) de formar un monobloque funcional a Hacemos Unidos por Córdoba, el centenario partido mal disimula algunas fisuras inoportunas que también pueden afectar la capacidad de fuego de Luis Juez, el elegido para confrontar con Martín Llaryora.
Pese al festejo de De Loredo en redes sociales por el triunfo en la pulseada interna, la situación se complejiza a menos de una semana de la sesión preparatoria para la designación de autoridades. La chispa saltó tras la confirmación de Matías Gvozdenovich como jefe del bloque. Representante del intendentismo que desde hace tiempo reclama voz y voto en las decisiones, el exjefe comunal de la localidad de Arias, ubicada en el límite con Santa Fe y 360 kilómetros de la capital, será la voz cantante de un cuerpo que tendrá por lo menos 19 integrantes.
Ante la designación, Rossi y el ex intendente de Villa Tulumba, Sebastián Peralta, ausentes en la reunión, pegaron el portazo con el argumento de que el espacio deloredista, que a nivel nacional responde a Martín Lousteau, “se quedó con todo”.
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“Este año perdimos todo: en la provincia, en la Municipalidad de la capital y las presidenciales. A pesar eso, hay un sector que quiere concentrar la toma de decisiones. Vamos a trabajar en la formación de otro bloque”, lanzó Rossi a Letra P.
El legislador alfonsinista y una de las voces más críticas del rol del radicalismo en Juntos por el Cambio (JxC) referenció el “ir por todo” al sostener que los alfiles deloredistas quieren quedarse con la conducción provincial del partido, del bloque legislativo y del Foro de Intendentes Radicales. Este lugar estratégico aglutina a todos los jefes comunales radicales, quienes no pedirán permiso para reclamar lo ganado de manera legítima al caminar la provincia y quedar a tres puntos de la gobernación.
“Pensamos que tiene que haber una mirada que integre a todos en este momento tan delicado por el que estamos atravesando”, especificó.
Sin embargo, en los corrillos de la casona ubicada en bulevar San Juan y Vélez Sarsfield las sensaciones no son precisamente de sorpresa. “Era de esperarse”, dicen algunos boinablancas con recorrido legislativo. “Parece que la UCR quiere seguir siendo furgón de cola de Juntos por el Cambio”, remarcan en la Casa Radical.
“Va a correr mucha agua debajo del puente en estos días. Por ahora vamos a estar Peralta y yo. Pero pueden sumarse más”, indicó Rossi. Uno de los apuntados para definir la cuestión es el exintendente de Bell Ville, Carlos Briner, quien no asistió al cónclave por encontrarse de licencia, y es uno de los que pica en punta para tener protagonismo en el recinto.
La unidad ante todo
Ante la consulta de Letra P, Gvozdenovich trató de bajar la espuma. “Dante es un amigo. No creo que haga eso. Tiene los valores alfonsinistas bien marcados”, aseguró el flamante titular del bloque. “No hubo problemas. Todos queremos trabajar en unidad”, aseguró el exjefe comunal, quien descartó de plano que principio de cisma esté relacionado al posible “enfrentamiento” entre el Comité capital y representantes del interior.
Punto de contacto: Rossi también tiró por tierra la especie. De cualquier manera, ya en rol primus inter pares, que será oficializado en la sesión preparatoria del 7 de diciembre, Gvozdenovich avisó: “no pongo las manos en el fuego por nadie”.
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"La Legislatura tiene un rol clave que cumplir para evitar que se someta a Córdoba a una visión monolítica y hegemónica de partido único. Los cordobeses votaron con equilibrio político y eligieron a Juntos por el Cambio en la Legislatura. Vamos a honrar ese compromiso con toda nuestra fuerza", expresó.
Paralelamente, también se postuló a Alejandra Ferrero como candidata a presidir el interbloque de Juntos por el Cambio que, a la luz de lo sucedido, podría presentarse con otro nombre. Ferrero es actual vicepresidenta del Colegio de Abogados de Córdoba y "debutará" como legisladora.
La espera de los socios
Mientras tanto, el Frente Cívico, el PRO y la Coalición Cívica aguardan expectantes la resolución del entuerto. La fuerza que dirige el senado Luis Juez ya definió el rumbo, al tiempo que el lilito, Gregorio Hernández Maqueda, tuvo el “ok” de Elisa Carrió para continuar bajo el paraguas juntista, a contramano de lo que sucede a nivel nacional.
El PRO, en tanto, también debe saldar cuestiones internas. La salida de Bruno del bloque forma parte de un movimiento que también incluye a Pedro Dellarrossa, futuro ministro de Industria, y al propio Capitani, quien ocupará la estratégica Agencia Córdoba Turismo.
Los pases al Partido Cordobés no terminan ahí. En el Concejo Deliberante también hubo run run: Gabriel Huespe se abrió y tendrá su propio bloque. Antes, la llegada de Javier Pretto había marcado un camino que nadie descarta que se corte.
Del otro lado del ring, Llaryora observa. Sabe que sólo se trata del principio y que muchas cosas pueden pasar en cuatro años, sobre todo en una Unicameral “pesada”. Y para ello, nada mejor que usar a su favor la fuerza de un rival que tarda en reaccionar a los golpes.