La irrupción de Cristina Fernández de Kirchner copó el espacio opositor y junto a su confrontación directa con el Presidente, Javier Milei, en la que ambos se eligen mutuamente para subirse al ring, dejó al gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, ante el desafío de afinar su estrategia en la que que apuntaba a ser el primer contrincante del líder libertario y el constructor de una alternativa federal para enfrentarlo.
El cambio puede llegar a ser sutil o un giro abrupto de su plan. De lo que no hay dudas, y así lo entienden quienes están alineados en el kicillofismo, es que hay que recalcular y dar de nuevo porque el mapa político cambió.
CFK dio sobradas pruebas de que está dispuesta a mantener una centralidad desde la conducción del PJ nacional: en las últimas semanas recorrió diferentes distritos de la provincia de Buenos Aires y comenzó también una gira por el resto del país con una primera parada en Santiago de Estero y una segunda en Rosario, Santa Fe, prevista para este sábado. También se preocupó de alimentar la confrontación directa con Milei, un lugar que hasta no hace mucho tiempo ocupaba Kicillof.
Un mapa político que cambió
El tablero donde se juega la partida para constituirse como alternativa de poder a Milei se modificó, según coinciden quienes comulgan con el gobernador. Un dirigente de dialogo fluido con el gobernador explicó, ante la consulta de Letra P, que La Cámpora tuvo como primera estrategia fallida “limar” a Kicillof y que el acto en Atenas de Máximo Kirchner fue el punto de inflexión.
“No funcionó, la reacción de la militancia fue brutal. Axel se había constituido como el primer opositor a Milei y no pudieron tirarlo para abajo”, reflexionó la fuente, para luego opinar que ante ese escenario se “improvisó” la salida de CFK a la cancha con el PJ. "En vez de bajar a Axel porque no podían, buscan opacarlo”, es su análisis.
Ahora bien, esta supuesta segunda estrategia, reconocen, le funcionó al cristinismo. Cerca del mandatario estiman que la sombra de Cristina Kirchner se mantendrá, al menos, hasta fines de 2026, poco antes de la antesala de las presidenciales.
“Cristina en la cancha cambia el punto de vista. Una cosa era con ella en el banco mientras se impulsaba la consolidación de Axel nacionalmente. Ella podía confrontar con Milei, pero con Kicillof como punto de anclaje. Ahora es distinto”, reconoce un intendente en diálogo con Letra P.
Las fuentes consultadas por este medio coinciden en que esta estrategia de una CFK onmipresente le permitirá al cristinismo llegar mejor posicionado a la hora de tomar definiciones tanto en 2025, como en 2027. El control por la lapicera vuelve a ser la verdadera madre de todas las batallas en PBA.
Sacar a Axel Kicillof del cono de sombra
“Lo pusieron a Axel en un cono de sombra y hay que sacarlo de ahí”, dice a este medio un dirigente que trabaja por la candidatura presidencial del gobernador. El cómo es la pregunta que orbita en el universo kicillofista y todavía no halla una respuesta clara.
Un kicillofista fue conciso: deben “consolidar a Axel sin demasiada simulación”. “Las distintas estrategias van a convivir con tensiones entre los que creemos que Axel tiene que ser y los que no, esas tensiones van a tener picos de mucho quilombo y eso va a pintar el paisaje hacia adelante”, se prepara la fuente.
Entre las estrategias que se marcan hacia adelante, aunque no hay una definición orgánica, surgen diferentes sugerencias para el gobernador que, por ahora, decidió no correrse de su plan ya elaborado antes de la irrupción de CFK en escena: seguir confrontando con Milei, profundizar la gestión y mantenerse al margen de la discusión interna pública.
Entre los auspiciantes del plan recalcular, toma fuerza la idea de armar una mesa de articulación política bonaerense donde estén todos los espacios que están alineados con Kicillof y desde ahí “ tensionar los espacios de representación con el armado de Cristina”, incluso, uno de los dirigentes que lo impulsa, pide “hacerlo nacionalmente, buscando instancias de diferenciación sin ruptura”. “Tiene que armar una caja donde se ubiquen todos los que lo apoyan a él y que eso vaya madurando”, afirma.
Axel Kicillof en San Pedro
El gobernador de la provincia de Buenos Aires encabezó un acto por el Día de la Soberanía Nacional
“La conformación de esa mesa está al caer”, augura otra fuente que, incluso, añade que en los próximos días habrá una reunión para ir tomando definiciones al respecto.
A su vez, la idea de la gobernación es que se repitan las presentaciones públicas, con muestras de volumen político, como la realizada por el Día de la Soberanía en San Pedro. Como contó Letra P, la hoja de ruta kicillofista es comenzar a lanzar las mesas distritales bajo el lema “Es con Axel”, que permitan una construcción territorial sólida de cara a sentarse a discutir la lapicera en 2025.
“Axel tiene un activo, Cristina lo puede opacar, pero no lo pueden tirar para abajo porque no tienen con quién reemplazarlo. Hay que reafirmar y profundizar el mismo camino, formalizar el armado y avanzar en ese sentido para darle centralidad política más allá de la gobernación, Hay que darle protagonismo”, apuntó otro de los dirigentes consultados.
El desdoblamiento, una oportunidad
La definición de cómo se disputará la próxima elección legislativa será clave para terminar de pulir la estrategia política del gobernador. “El desdoblamiento es una oportunidad para Axel”, afirma un intendente que impulsa que los comicios bonaerenses se hagan separados del cronograma electoral nacional, una idea que toma fuerza entre las tribus peronistas ante la aprobación en el Congreso de la Boleta Única de Papel (BUP).
Los partidarios de desenganchar las elecciones sostienen que eso le dará mayor autonomía a Kicillof para poder pelear mejor con el cristinismo la conformación de la listas. “Nuestra prioridad es la elección bonaerense, no tanto la nacional. Lo que tenemos que hacer en consolidar a Axel en esa elección”, evaluó ante Letra P un intendente que forma parte de la mesa chica del gobernador. El desdoblamiento, cree, le puede permitir a Kicillof llevar adelante una campaña diferenciada a la que pueda liderar CFK.
Además, cerca del gobernador consideran que el próximo año, si hay desdoblamiento, cada sección electoral tendrá un candidato o candidata diferente, mientras que quien se pondrá al frente de la campaña en toda la provincia sería Kicillof, a modo de plebiscito de su gestión. “Si gana, va a quedar totalmente fortalecido para la discusión que sigue y eso es lo que tenemos que lograr”, se entusiasma uno de los principales promotores de la candidatura del gobernador.
Como sea, el camino que estaba trazado por el kicillofismo hace unas semanas, comenzó a mostrar líneas en rojo por donde no podrá avanzar. El nuevo plan es recalcular afinando la estrategia para no chocar de frente con CFK.