Con el edificio vallado y rodeado de efectivos de la Policía Federal y Gendarmería, el Tribunal Oral Criminal Federal de General Roca condenó de forma unánime a cuatro años y cinco años a los prefectos imputados por el asesinato del joven mapuche Rafael Nahuel ocurrido en noviembre de 2017 durante la gestión de Patricia Bullrich en el Ministerio de Seguridad, cargo que volvería a ocupar en el gobierno de Javier Milei.
Sergio Guillermo Cavia recibió cinco años de prisión, mientras que Francisco Javier Pinto, Juan Ramón Obregón, Carlos Valentín Sosa y Sergio Damián García fueron condenados a cuatro años y seis meses por homicidio agravado en exceso de la legítima defensa.
Hace seis años, Bullrich había defendido el accionar de los prefectos al afirmar que llevaron adelante "una acción legal y legítima totalmente enmarcada en la ley, frente a una acción ilegal, violenta, inaceptable para la democracia de un pueblo que quiere vivir en paz".
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En su veredicto, los jueces federales Alejandro Silva, Simón Bracco y Pablo Díaz Lacava consideraron a Guillermo Cavia como autor material del hecho y por eso le dictaron una pena un año mayor que al resto de sus colegas. Durante todo el juicio, los cinco imputados se conectaron por Zoom y este miércoles tampoco se presentaron en el tribunal de Río Negro. Los fundamentos el veredicto se darán a conocer el 29 de diciembre.
Ya se ordenó la detención y se establecieron medidas restrictivas para garantizar que los condenados por el asesinato del joven mapuche no abandonen el país ni se ausenten por más de 24 horas de sus domicilios sin autorización del tribunal. También deberán realizar presentaciones mensuales ante la División de la Unidad Operativa Federal, según detalló el diario Río Negro.
En sus últimas declaraciones, los prefectos habían reiterado que cumplieron una orden judicial, actuaron "sin cometer excesos" y se ajustaron “a derecho” y le habían pedido a los jueces que fueran "justos" e impartieran "justicia".