Concejal de Casilda, va por la banca departamental a la Convención. Link histórico con un dirigente radical, respaldo del gobierno y apuesta al territorio.
Maroevich, pegado a la figura de Maximiliano Pullaro, para ir por la grande en el departamento Caseros.
El candidato a convencional constituyente de Unidos para Cambiar Santa Fe por el departamento Caseros, Mauricio Maroevich, cree que el domingo se alzará con el triunfo y aportará una banca más a la reforma constitucional que pretende el gobernador Maximiliano Pullaro.
Esa convicción parte de un análisis político en el que confluyen varios factores. El primero de ellos, el respaldo del propio mandatario provincial, a quien también presume ganador en ese territorio del sudoeste santafesino.
Además, gravita el empuje a su candidatura que le pueden ofrecer desde la base intendentes y presidentes comunales, que mayoritariamente están enrolados en el oficialismo provincial. De ese núcleo nació y creció la idea de su postulación.
Cerca de Maroevich incluyen en ese esquema al intendente de Casilda, Guillermo Franchella, cuyo nombre se hizo viral por obvias razones en 2023 cuando ganó las elecciones. La relación entre ambos tuvo momentos pésimos: a principios del año pasado, el jefe municipal de la ciudad cabecera acusó al hoy candidato departamental de armar una “intendencia paralela”.
Luego de perder por 33 votos en las PASO de Unidos para la intendencia, Maroevich continuó con su mandato de concejal, que concluye este año, y desde allí hizo pesar su vínculo con el gobierno de Pullaro. Franchella, por su parte, armó un gabinete con perfil propio y algunos sectores se declararon heridos. De allí el cortocircuito virulento.
Esas peleas, aseguran en los alrededores del candidato, fueron superadas. E incluso evalúan que la postulación departamental y el no intento de renovar la banca de concejal contribuyeron a bajar las tensiones y mejorar la convivencia. Se verá el domingo.
La batalla de Caseros tiene una singularidad: es el único departamento en el que su senador no se presenta como candidato. Y no es cualquiera: Eduardo Rosconi fue uno de los pocos que sobrevivió a la ola de Unidos en 2023 y atraviesa su sexto mandato en la cámara alta de la provincia.
Claro que tiene un perfil particular. El año pasado, el senador le anunció a Letra P que se desafiliaría del PJ y avanzaría en un partido vecinal porque “el peronismo se convirtió en un club de perdedores”. “No tengo nada que ver con el Movimiento Evita y La Cámpora”, afirmó en aquella ocasión y agregó: “El kirchnerismo está agotado, yo quiero volver al peronismo, al capitalismo, a la inserción al mundo. No se puede estar atrás de Rusia, Cuba, Irán y Venezuela, eso no es el peronismo”.
Hay quienes vieron con suspicacia este movimiento, especialmente a partir de gestos amistosos del histórico senador casildense con Pullaro. De hecho, en ese mismo diálogo con este medio, afirmó que el gobernador “está trabajando bien, acá a Caseros vino siete, ocho veces”.
No obstante, en la Casa Gris aseveran que la decisión de Rosconi de no participar en las elecciones para convencionales constituyentes no obedece a un acuerdo político con el oficialismo provincial. “No terminamos de descifrarlo”, abundan.
En cualquier caso, en el comando electoral de Maroevich se frotan las manos porque entienden que la ausencia del senador en la boleta única de papel los hace naturalmente más competitivos.
Maroevich arrancó desde muy joven con el oficio de periodista y fue esa labor la que lo llevó a su primera responsabilidad política: encargado de prensa del entonces diputado provincial de la UCR Jorge Álvarez.
A partir de allí, el vínculo con el dirigente radical escaló y se extendió largamente en el tiempo. Fue su asesor en el Congreso y secretario privado durante la gestión de Álvarez en el ministerio de Desarrollo Social de la provincia y la secretaría de Estado de Energía en los gobiernos del Frente Progresista. Con su aval, Maroevich llegó en 2021 a una banca en el Concejo de Casilda y allí se desempeña hasta la actualidad
La relación entre ambos trascendió a la política: ambos son padrinos de casamiento del otro. “Es mi viejo”, suele decir el candidato de Unidos que pretende, y está convencido de lograr, la victoria en la Batalla de Caseros.