Con traje de economista, presentará la ley de leyes. Hablara menos de una hora. Descartó la idea de dar un anuncio sorpresa. Karina llamó a la diva de la TV.
Javier MIlei en la apertura de sesiones el 1M.
Alineado al estilo de comunicación norteamericana, el presidente Javier Milei brindará este domingo por la noche un breve discurso ante la Cámara de Diputados al presentar el proyecto de Presupuesto 2025. Lo hará desde un atril, escoltado por algunos pocos invitados especiales.
El monólogo no contendrá ningún anuncio sorpresivo, algo que se barajó en algún momento y será emitido por cadena nacional. Fuentes de la mesa chica presidencial calculan su extensión entre media hora y 45 minutos.
Milei hará un repaso por la "herencia" recibida en materia económica por parte de la gestión Alberto Fernández, como es habitual en mucho de sus otros discursos. Luego se centrará en las políticas de crecimiento, la inflación, la balanza comercial o los gastos que diseñó junto a su ministro Toto Caputo, que al día siguiente dará a conocer la letra chica de la llamada ley de leyes. El mantra del Presupuesto 2025, como ya adelantó el propio jefe de Estado, será el déficit cero.
"Con el Presidente nunca nada es tradicional o tranquilo, aunque podemos esperar un discurso más clásico como el que escuchamos ante la Asamblea Legislativa", aseguró a Letra P una fuente al tanto de la organización que adelantó que se esperan invitados especiales, quizá con la idea de equilibrar las bancas vacías que pretende dejar la oposición más intransigente.
Recién luego de la exposición del jefe de Estado, sin horario aún, se espera que el titular del Palacio de Hacienda junto al titular de la comisión de Presupuesto, José Luis Espert y el vocero presidencial Manuel Adorni, brinden una conferencia para dar los detalles de los lineamientos económicos para el próximo año, como puede ser la posibilidad de levantar las restricciones cambiarias.
En un principio había trascendido que la Casa Rosada preparaba una "sorpresa" para lanzar durante el discurso de Milei: se había mencionado incluso algún tipo de anuncio en materia fiscal o algún mensaje político para la oposición. Finalmente, esta posibilidad se descartó de plano bajo el argumento de que no querían desviar la atención del tema central de la noche: la propia presentación de los gastos que proyecta la administración libertaria para el año próximo.
Después de una semana en la que la política copó la agenda, el Gobierno busca recuperar la centralidad con la cadena nacional del Presidente. Puertas adentro de la Casa Rosada se le asigna tal importancia que la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, se comunicó en persona con Susana Giménez, para evitar que su regreso a la pantalla chica eclipsara el discurso de su hermano.
Según contó la propia diva de la televisión, la llamó para que postergara su regreso a la televisión, previsto para el mismo domingo a las 22. La presentadora aceptó la propuesta: “Está bueno, la gente un domingo a la noche está en la casa. Lo escucha tranquilo. Por algo será", dijo a la señal de streaming Olga.
Para el primer programa de Susana Giménez está prevista la primera entrevista conjunta de Milei con su pareja, Yuyito González.
No es la primera vez que el jefe de Estado tuerce la tradición de sus antecesores en el sillón de Rivadavia. De hecho, su primer discurso con la banda y el bastón presidencial lo ofreció en las escalinatas del Congreso y no en el recinto de Diputados ante el pleno de las dos cámaras, como marca la tradición. El argumento oficial fue que Milei quería mostrarse de cara al pueblo, que se congregó en la Plaza del Congreso, y de espaldas al "nido de ratas", como definió más tarde al Palacio legislativo.
El 1 de marzo volvió a romper el protocolo, al reiterar su perfil disruptivo: abrió las sesiones ordinarias del Congreso por la noche, y no durante el mediodía, en sintonía no sólo con el prime time de la televisión, que batió récords históricos de rating, sino también con las costumbres de Estados Unidos.
La copia de aquellos modelos fueron pensadas por Santiago Caputo, el influyente estratega presidencial, y se imprimen mucho más allá de los discursos de Milei, como en la estética de la vocería que encabeza cada semana Manuel Adorni desde el segundo piso de la Casa Rosada, o el diseño de los nuevos isologotipos de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), que en los papeles conduce Sergio Neiffert.