La posibilidad de que la provincia de Buenos Aires deba adherir obligatoriamente al RIGI para conseguir la instalación en Bahía Blanca de una planta de Gas Natural Licuado (GNL) de YPF fue desmentida en las últimas horas por el intendente de esa ciudad, Federico Susbielles, quien aclaró que la empresa no exigirá ese requisito, sino que resolverá la localización en base a criterios de competitividad.
En medio del silencio del gobierno de Axel Kicillof, replegado para no entrar en confrontación abierta con YPF, el intendente peronista refutó las declaraciones que el lunes por la noche hizo el presidente de la empresa, Horacio Marín, y que generaron una fuerte controversia.
En una entrevista con el canal LN+, el empresario relató que le había advertido al bonaerense que si su provincia no adhería al RIGI, la planta de GNL -una codiciada inversión estimada en U$S 40 mil millones- no podría instalarse ahí y se iría a Río Negro. "Si (Buenos Aires) no adhiere al RIGI, no hay que discutir nada. Irá a la provincia que adhiera al RIGI", disparó.
Desmentida de Federico Susbielles
Pero Susbielles, alineado con el gobierno bonaerense en la pulseada, desmintió a Marín. En declaraciones al medio La Brújula 24, el jefe comunal reveló que habló con el presidente de YPF la semana pasada y que éste le aclaró que la decisión sobre qué destino final tendrá ese proyecto que llevará adelante la empresa Petronas no depende de la adhesión o no al RIGI.
"Es lo que me dijo. Este tema específico lo hablé con Marín en YPF hace una semana. Lo que dice es que le presentó a ambas provincias un pliego de condiciones de ventajas comparativas, permisos, diversas situaciones. Y que cuando observe cuál es la más competitiva, se lo va a plantear a la gente de Petronas y le van a comunicar la decisión a los gobernadores", afirmó Susbielles. "La provincia que resulte beneficiada deberá adherir al RIGI. Pero no tiene que hacerlo previamente", aclaró el intendente.
Silencio de Axel Kicillof
La reacción de Susbielles se produjo en medio del silencio en La Plata sobre la controversia planteada por Marín, que generó un alto impacto. Es que, si como plantea el presidente de YPF, la adhesión al RIGI -un régimen que Kicillof ya rechazó- es requisito indispensable para resolver la localización de la planta, Buenos Aires está obligada a aceptar un régimen que Kicillof ya rechazó y cuestionó públicamente o aceptar perder la pulseada por la planta de GNL con su par rionegrino Alberto Weretilnek.
En la gobernación evitaron responder a consultas de Letra P sobre si consideran necesario adherir al RIGI para recibir la inversión, una decisión para esquivar la confrontación directa con YPF, que debe resolver próximamente dónde va la planta.
Como contó este medio, las declaraciones de Marín en LN+ se sumaron a los guiños y señales entre el presidente de la empresa y el gobernador Weretilnek. Después de que el mandatario encabezara una reunión de gabinete provincial en Sierra Grande, donde se proyecta un puerto de aguas profundas y avanza el oleoducto Vaca Muerta sur de la petrolera nacional que alimentó las especulaciones sobre un acuerdo ya sellado para que Río Negro reciba el proyecto millonario.
Reacción en Buenos Aires
La avanzada de Río Negro generaron un efecto político inmediato en Buenos Aires. En la Legislatura bonaerense, todos los bloques de ambas cámaras, a excepción de La Libertad Avanza, firmaron el respaldo a Bahía Blanca. La declaración fue en la misma línea que lo que había firmado Kicillof para declarar de interés provincial la propuesta presentada por las empresas petroleras.
En las últimas semanas, con la cuestión entrando en etapa de definiciones, el gobierno aceleró para imponerse en la pulseada contra Río Negro. A través del ministro de la Producción, Augusto Costa, Kicillof planteó que “no hay motivos” para poner en duda la radicación de la planta en territorio bonaerense. El proyecto, al que el gobernador declaró de “interés provincial”, prevé inversiones por 40 mil millones de dólares.
“Más allá de algunos trascendidos, no vemos ningún motivo para que la conveniencia del proyecto ni la radicación específica en el puerto de Bahía Blanca tenga que ser puesta en cuestión”, afirmó Costa.