Apenas unos pocos pudieron salvar la ropa. Tucumán, Formosa, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero y La Pampa pudieron preservar sus distritos frente al vendaval libertario. No pudo Axel Kicillof en territorio bonaerense, donde el 7-S le había dado una paliza a La Libertad Avanza: 14 puntos arriba Fuerza Patria. Un mes y medio después, escándalo de narcotráfico de por medio, el oficialismo construyó una remontada histórica y le ganó al peronismo en su casa.
El resultado de la provincia no estaba en la calculadora de nadie. La dirigencia peronista entendía que sería difícil repetir el 26 de octubre la diferencia de septiembre. El número iba a achicarse por las características propias de la elección, la reconfiguración de la oferta electoral y la no participación de los intendentes.
El viernes, fuentes del peronismo le dijeron a Letra P que el triunfo podía darse por un margen de entre tres y siete puntos. Otros dirigentes más cercanos a Axel Kicillof pensaban que podía ser mayor. En ningún caso se pensó en la derrota. El domingo, las actas del conurbano empezaron a dar señales de alerta. Los distritos en los que el peronismo había ganado con comodidad en la elección local de septiembre mostraban una paridad alarmante.
El cristinismo sacó su rosario de reproches. “Cristina tenía razón”, escribió en sus redes sociales Mayra Mendoza. Erigida en vocera del cristinismo, la intendenta de Quilmes se refería a la discusión que Kicillof tuvo con la expresidenta por el desdoblamiento. La siguieron otros dirigentes de La Cámpora. Cristina entendía que la elección anticipada de la provincia de Buenos Aires iba a funcionar como una suerte de PASO que haría reaccionar y aglutinaría al antiperonismo.
Gracias #Quilmes por votar con sentimiento nacional y por ser parte de la defensa del país. Gracias por no perder la solidaridad y la empatía con los jubilados, las personas con discapacidad, las mujeres, lxs niñxs y el pueblo trabajador.
Kicillof, por el contrario, se había colgado la medalla del triunfo como un primer paso en su carrera por la candidatura presidencial. De repetir el resultado, el domingo a la noche podía soñarse como lanzamiento. Los números frustraron el plan. Ya a sabiendas del resultado, Cristina salió a bailar al balcón de San José 1111.
El ambiente se calentó en La Plata, donde la cúpula de Fuerza Patria procesaba los resultados. Hubo reproches cruzados. El cristinismo preguntó irónicamente por el “cumpleaños” frustrado de Kicillof, en referencia al festejo que no fue. Le adjudicó directamente la derrota. Dirigentes del kicillofismo apuntaron contra Cristina por el armado de la lista, que puso a Jorge Taiana a la cabeza. Los intendentes sacaron pecho. “Los dirigentes nacionales tienen que entender que los intendentes somos los que tenemos los votos”, dijo Gastón Granados, de Ezeiza.
Tras conocerse los resultados de las Legislativas, la expresidenta Cristina Kirchner salió al balcón de su casa a saludar a los militantes pic.twitter.com/Ico4niYPou
En el búnker, Juan Grabois improvisó una suerte de conferencia de prensa que fue más una catarsis no consensuada con nadie. Máximo Kirchner y Sergio Massa se bajaron de la lista de oradores que había previsto el equipo de campaña. El gobernador fue el único que habló en el acto de cierre, el encargado de anunciar que había “una mínima diferencia de 0,5%” en contra del peronismo. En medio de la debacle, Kicillof alcanzó a anunciar que Fuerza Patria había puesto 15 bancas en juego en Diputados y se había quedado con 16 para la provincia de Buenos Aires.
Hubo caras largas en el escenario y la sensación de que lo que viene será una guerra. "Catástrofe", fue la palabra que sintetizó la jornada. Solo un triunfo holgado le hubiera dado a Kicillof aire para arrancar su carrera nacional. Ahora, el gobernador quedó enterrado en la interna y rodeado en su propio distrito, donde La Cámpora acecha. Los planes de construcción nacional están congelados. Sus rivales en la interna sacan a relucir las advertencias previas. Dicen que “Axel estaba demasiado apurado” y lo comparan con la frustrada carrera presidencial de Horacio Rodríguez Larreta.
La debacle nacional del peronismo
Como anunció Kicillof, Fuerza Patria ganó un diputado en la provincia de Buenos Aires. También en la Ciudad, donde el peronismo renovaba tres bancas y logró quedarse con cuatro. Pero perdió bancas en todo el resto del país, con resultados para el olvido que obligan a un replanteo general sobre el mensaje, la conexión con el electorado y la conducción. En la previa, soñaba con armar un bloque de más de 100 diputados.
Por primera vez, el Partido Justicialista no obtuvo ninguna banca en la provincia de Jujuy, donde la candidata de La Cámpora, Leila Chaher, obtuvo el 15,4% de los votos. En Salta, el resultado fue peor de lo esperado. Después de años de alejamiento, Juan Manuel Urtubey volvió a verse con Cristina y se puso al hombro la candidatura a senador. Urtubey fue tres veces gobernador de la provincia, pero obtuvo el 13% de los votos y se quedó a fuera del Senado. En Misiones, Fuerza Patria obtuvo apenas el 9,4% de los votos. En los tres distritos, el PJ fue intervenido por la conducción nacional, que encabeza Cristina. En todos los casos, la decisión generó problemas y resistencias. Si Kicillof quedó mal parado, la expresidenta tampoco salió airosa de los problemas del movimiento. La debacle fue generalizada.
Por la división, en Tierra del Fuego, el peronismo perdió los dos senadores por la mayoría. En Chaco, el exgobernador Jorge Capitanich quedó a nueve décimas de La Libertad Avanza y también perdió una banca en la Cámara alta. En total, el bloque de Fuerza Patria en el Senado puso en juego 15 bancas y ganó nueve. Se quedará con apenas 28 votos, el número más bajo de su historia en la democracia. El número alcanzará para el bloqueo de los dos tercios, pero dificultará el avance de cualquier iniciativa propia.
El único triunfo resonante fue el de Río Negro, donde Martín Soria se impuso por menos de tres mil votos frente a la libertaria Lorena Villaverde, de quien se supo que tuvo una causa por narcotráfico en Estados Unidos. Nada pesó para electorado, decidido a dar vuelta la página.
Una carrera frustrada hacia las elecciones 2027
La cuenta del peronismo en Diputados quedó en cero. Fuerza Patria puso 46 bancas en juego y consiguió 46. Frente a las pérdidas, las sumas llegaron provincia de Buenos Aires, la Ciudad, La Pampa, Río Negro, Santa Cruz y Santa Fe. Pero el balance nacional es ruinoso frente al desempeño exitoso de Milei, que se impuso en 15 provincias a pesar de los números rojos de la economía y los errores propios.
Ahora, el bloque de 99 será segunda minoría -frente a LLA y aliados - y estará expuesto a la seducción libertaria, que ya sabe de conseguir apoyos peronistas cuando los necesita. Sin un liderazgo claro que pueda contener lasinternas tras la derrota, la balcanización está a la vuelta de la esquina.
A eso se suma una interna a cielo abierto entre Kicillof y Cristina que, lejos de aplacarse, se reavivará con la derrota. Habrá que ver si el gobernador de la provincia de Buenos Aires logra reacomodarse para volver a pensar en la construcción nacional. El escenario es sombrío. Massa, Grabois y otros nombres que aparecían como posibles presidenciables, como el gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, querrán ver cómo se reacomoda el tablero. Todos querrán rediscutir un modelo de armado agotado que sumergió al peronismo en una de las crisis de representación más profunda de su historia.