A once días del plazo final para presentar listas y algo más de 24 horas para cerrar alianzas electorales, desde las entrañas del kirchnerismo renace una segunda avanzada de presión para empujar el corrimiento “para arriba” de Axel Kicillof, es decir, para que termine siendo el precandidato a presidente en representación del espacio cristimassista. La versión emerge con fuerza de las mesas de rosca panperonistas en las que ven a Máximo Kirchner desplegando la estrategia de “dejar correr” a Daniel Scioli con el objetivo de forzar un pedido/orden de Cristina Fernández de Kirchner al gobernador para que abandone el sueño de la reelección y compita por el sillón de Rivadavia.
Dirigentes de diversas tribus del Frente de Todos (FdT) consultados por Letra P vislumbran esa jugada por parte del jefe de La Cámpora, quien siempre consideró que el gobernador de Buenos Aires es la mejor opción de la coalición para competir por la presidencia. “Lo está dejando correr y ganar volumen a Scioli para que Cristina no pueda arriesgarse con Wado (de Pedro) y tenga que pedirle a Kicillof que juegue”. La declaración a Letra P de un intendente peronista con despacho en el conurbano resume el runrún que se esparce en mesas de encumbradas figuras del oficialismo.
En ese análisis coinciden dirigentes de distintas tribus. “No sabemos qué va a pasar, pero es notable cómo lo están dejando caminar a Scioli. No se ve una decisión fuerte de bajarlo, al menos ahora”, afirma a este medio otro jefe comunal; también ve al presidente del PJ bonaerense urdiendo una jugada.
Presidenciables - Axel Kicillof, el soldado de Cristina
Los movimientos sociales hacen la misma lectura. Afirman que “le están dando volumen a Scioli para empujar a Axel” a la presidencia. “A nosotros nos sugirieron que esa podía ser la estrategia”, dijo a este medio un referente de una organización social con puentes a ambos lados de la grieta frentetodista.
En La Plata toman nota. “Ya sabíamos que las presiones que ya venían metiendo se iban a acrecentar en estos días, cerca del cierre de listas. Kicillof no opera ni especula, lo que tiene que decir lo está diciendo y hasta ahora nadie le pidió formalmente que sea candidato a presidente. Nadie lo hizo, ni Cristina, ni Máximo, ni los intendentes”, afirmó a Letra P una fuente del entorno del mandatario.
Pese a la rosca frenética, el gobernador continuará esta semana con su agenda de gestión, con Olavarría, Presidente Perón, Púan y Adofo Alsina en su derrotero. Hasta el 24 de junio, afirman en calle 6, el esquema seguirá siendo el mismo.
Como contó Letra P, el sciolismo se mueve bajo la misma premisa. Tanto Scioli como Victoria Tolosa Paz, lanzada a la competencia por la gobernación de Buenos Aires, creen que finalmente será Kicillof el designado para competir por la presidencia y que el kirchnerismo tendrá que buscar otro nombre para Buenos Aires.
De concretarse, esa movida dejará vacante el casillero de la gobernación, para el que ya suenan algunos nombres, entre ellos, el del ministro de Economía, Sergio Massa. Otro: el de la titular de Aysa, Malena Galmarini. La versión de una candidatura a la gobernación del titular de Hacienda creció en las últimas horas con las declaraciones del diputado bonaerense Rubén Eslaiman, voz autorizada del massismo. “Sergio Massa si tiene que ser presidente lo va a ser, o quizás tenga que ser vicepresidente o quizás gobernador o consejero escolar, cuando conformás una coalición electoral las candidaturas están para conversar”, dijo en declaraciones a 221Radio.
Un posible enroque entre Massa –anotado como candidato único a la presidencia– y Kicillof corre en las últimas horas en medio de un mar de especualciones y con Scioli aferrado a la interna que en principio intentó desactivar la sociedad M&M (Máximo-Massa).
En los últimos días surgieron también versiones sobre la posibilidad de que sea Kirchner quien vaya por el sillón bonaerense. Sin embargo, dirigentes consultados por este medio restaron fuerza a esa idea, principalmente por dos motivos: en primer lugar, porque ambas fórmulas serían de puro ADN K, un exceso si se quieren pescar votos por afuera y en el centro; en segundo término, por la falta de experiencia del hijo de la vicepresidenta que nunca formó parte de un ejecutivo. También suena el enroque con De Pedro
El escenario todavía sigue abierto y las diferentes tribus del Frente de Todos coinciden en que cada sector está jugando sus cartas a la espera de una definición de la vicepresidenta que ordene el escenario. Por el momento no hay certeza alguna, sólo especulaciones.