El miércoles a las 14 se elegirán autoridades en la Cámara de Diputados y Martín Menem, al menos hasta este viernes, estaba convencido de tener el respaldo suficiente para continuar como presidente. "Estamos aguantando el resultado. Pero no podemos confiarnos", aclaraban cerca del riojano. Durante el fin de semana habrá chats entre jefes de bancada para acercar posiciones.
La única puja ahora es por las vicepresidencias: el PRO quiere quedarse con la segunda, que tiene la UCR, porque cuenta con un bloque más numeroso. Menem podría saldar la discusión con algún cargo extra para el partido centenario y así ratificar el apoyo para su reelección. Es decisiva la postura de Unión por la Patria para la votación de autoridades y se definirá el martes en una reunión de bloque.
En el oficialismo confían en que, en el peor de los casos, podría haber abstenciones y ausencias que no cambiarían el resultado. En UP no lo descartan, pero abren el juego. "Hay posturas distintas: algunos se quieren abstenerse, otros votar en contra. Vamos a juntarlas y discutir el martes", sostuvo ante Letra P una autoridad de la bancada. La caída de Ficha Limpia, claro está, acerca posiciones en el peronismo con el oficialismo, o al menos lo aleja de una ruptura total.
Después de la sesión fallida, Menem habló con Miguel Pichetto y quedó convencido de tener su apoyo, aunque sabe que en su bloque, Encuentro Federal, hay muchos detractores a su conducción. Los principales son Nicolás Massot y Emilio Monzó, quienes sondearon en los últimos días sus chances de relevar al riojano de la presidencia.
La apuesta de Martín Menem
Luego de caída la sesión de Ficha Limpia, Massot posteó que la ayuda del oficialismo para bloquear el tratamiento del proyecto fue un acuerdo de Menem con Martínez para asegurarse su continuidad en la presidencia de la cámara baja. "Ya está hablado entre ellos. No tenemos nada que hacer", ratificaron desde el sector díscolo de EF a Letra P.
El santafesino lo niega y asegura que reunirá a su bloque el martes por la tarde para tomar una definición de cómo votar al día siguiente. Esa postura de UP es crucial: la suma de esa bancada (99 votos) y de LLA (39) alcanza para llegar a la mayoría del recinto. Cualquier acuerdo entre estas fuerzas deja a las demás de testigo.
Con la mira en su reelección, Menem reunió el último martes a los jefes de bancada y, por primera vez, invitó a Martínez, quien dejó una reflexión: advirtió que si prosperaba Ficha Limpia, el diálogo político en la cámara iba a quedar condicionado. Hace un año, UP fue clave para frenar una embestida del PRO, que amenazaba con juntar los votos y nombrar de presidente de Diputados al jefe de la bancada, Cristian Ritondo.
Esa vez, el peronismo obedeció a un tuit de Cristina Fernández de Kirchner, quien pidió ceder las líneas sucesorias a referentes del Gobierno, para no ser acusados de golpistas. En UP no hay indicios de que haya otro juego para el miércoles.
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La presión amarilla para correr a Menem resurgió luego de la caída de la ley Bases, en febrero; y Mauricio Macri la hizo explícita en un acto a mediados de año, cuando dijo si vueltas que faltaba conducción en la cámara baja. Le contestó el jefe de LLA en Diputados, Gabriel Bornoroni. "Son los mismos que no supieron conducir el Ejecutivo cuando tuvieron su oportunidad", disparó.
Sin embargo, la relación de Ritondo y Menem fue mejorando en los últimos meses. El jefe de la bancada PRO resultó clave para blindar los vetos presidenciales a la reforma previsional y a la ley de presupuesto universitario. Fuentes del bloque amarillo indicaron a Letra P que no imaginan una embestida para llevarse puesto a Menem, pese al desaire que significó para el macrismo la caída de ficha limpia, que este viernes tuvo una guerra de comunicados.
UP y las vices
El bloque peronista tendrá una reunión decisiva el martes para definir su postura. La primera decisión es la continuidad de Cecilia Moreau en la vice primera, que por ahora nadie discute. Tampoco hay una rosca de peso para relevar las autoridades, pero sí quejas de una decena de díscolos que no apoyaron a CFK al frente del PJ nacional y cuestionan la falta de diálogo interno. Victoria Tolosa Paz es la referente de este grupo que intentará hacer ruido en la reunión.
Habrá un largo debate sobre cómo encarar el 2025. Habrá reproches a Menem por el reparto de los lugares en las comisiones, porque Martínez considera que no se respetó el sistema D'hont. Es otra de las quejas de Massot y Monzó, quienes se cruzaron fuerte con el riojano por la distribución de lugares en las bicamerales. Fue cuando se rompió la relación.
Una pelea abierta que se tratará de resolver este fin de semana es por el resto de las vicepresidencias. La segunda la ocupa el radical Julio Cobos, debido a un acuerdo de la UCR con el bloque Encuentro Federal hace un año. El PRO tenía más integrantes que el partido centenario, pero aún así se quedó con la vice tercera, que fue para Silvia Lospennato.
Ritondo ha decidido pedir que la diputada suba un escalón y no cree tener resistencia en UP y LLA para lograrlo. En el radicalismo no había definiciones, pero sí internas. Cobos se mantuvo en el bloque pese a su molestia por la conversión al oficialismo de un sector y con su permanencia exigirá seguir como autoridad. Por ahora, no tiene detractores.
La bancada radical quedó con 20 miembros tras la fractura. Sus autoridades, Rodrigo De Loredo y Karina Banfi, mantienen una buena relación con Menem. Si pierden la vice segunda, el riojano buscaría compensarlos con alguna de las direcciones de la Cámara. "Algo hay que darles", admiten en la presidencia.
El otro bloque radical, Democracia Por Siempre, liderado por Facundo Manes y presidido por Pablo Juliano, se mantiene fuera de las negociaciones y evalúa abstenerse en la votación, una postura habitual de la izquierda. Lo que es seguro, es que no votarán a nadie violeta del bloque de De Loredo como autoridad. "Es Cobos o nos abstenemos", repiten.