Las fracturas que dejó la discusión interna en el PJ por la asunción como presidenta de Cristina Fernández de Kirchner quedaron expuestas este martes en la Cámara de Diputados, donde las sorpresivas ausencias en Unión por la Patria contribuyeron a postergar la sesión convocada por distintos bloques de la oposición para tratar la restricción al uso de los DNU.
Hubo ocho faltazos confirmados, cinco de figuras cercanas a los gobernadores y el resto de referentes que apoyaron la fallida candidatura a presidir el PJ del riojano Ricardo Quintela. En un principio, se especuló con la ausencia del jujeño Guillermo Snopek. Sin embargo, el diputado rechazó las versiones durante una reunión de bloque.
Como la sesión nunca empezó, porque hubo un pedido de postergación de la oposición, Snopek podrá decir que hubiera ido. No así el resto de los ausentes, quienes faltaron a una reunión de bancada convocada por su jefe, Germán Martínez, para dejar a la vista las tribus que habitan en el PJ.
Fueron cuatro horas de una intensa discusión, con una definición de Paula Penacca, la secretaria del bloque y mano derecha de CFK. “Tenemos que convertirnos en una minoría intensa”, planteó. Esto significa que el kirchnerismo ya no perseguirá una agenda en la búsqueda de mayorías.
Las fracturas en Unión por la Patria
La trama de los faltazos de UP se inició el martes a la mañana, cuando Penacca y Martínez empezaron a dudar de aportar los 94 votos que necesitaban para no pasar sobresaltos. El sábado, el gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, había informado que no estarían sus cuatro representantes (Fernanda Ávila, Silvana Ginocchio, Dante López Rodríguez y Sebastián Nóblega)
La otra ausencia que se esperaba en el recinto era la del diputado mendocino Adolfo Bermejo, de viaje en el exterior. Hasta ahí, lo previsible. Pero las alarmas se encendieron cuando algunos teléfonos dejaron de sonar. Según supo Letra P, quienes respaldaron la fallida candidatura de Quintela contra CFK se tornaron inubicables.
En esa lista estaban la chubutense Eugenia Aianiello y la mendocina Liliana Paponet, ambas enfrentadas a La Cámpora en sus provincias. Snopek tampoco confirmaba su presencia y Martínez aceptó que estaba ante una rebelión con final desconocido.
La albertista Victoria Tolosa Paz, referente del antikichnerismo del PJ, se mantuvo al tanto de la maniobra, pero en su entorno siempre dejaron claro que iba a participar de la sesión. Una actitud similar tuvo la riojana Hilda Aguirre. Entre los díscolos hubo sondeos para saber si sus presencias eran decisivas o si podían dejar bancas vacías sin frustrar la sesión. La idea era dar un gesto.
Con un escenario adverso, las ausencias llegaron con justificaciones. Paponet explicó su faltazo en problemas de salud de familiares. El santiagueño José Gómez arrastra problemas de salud. A nadie escapa que es uno de los referentes del gobernador Gerardo Zamora.
La neuquina Tanya Bertoldi no dijo nada, pero avisó que no llegaba. En UP creen que tiene un vínculo estrecho con su gobernador, Rolando Figueroa. No comulga con la conducción peronista de su provincia, liderada por los kirchneristas Darío Martínez y el senador Oscar Parrilli.
El martes por la mañana, Penacca dejó de responder a los llamados de los referentes de Encuentro Federal y la UCR blue para confirmar presencias. Según contó en su bloque, Martínez se enteró al mediodía de que sólo podía garantizar 90 bancas. En ese momento, el santafesino se comunicó con sus colegas de otras fuerzas, quienes también tenían bajas, y acordaron posponer la sesión.
PJ roto y con CFK de referente
Para exponer la crisis interna, Martínez convocó a una “previa” a su bloque en la sala de reuniones, pero, cuando informó que no habría sesión, la convirtió en una reunión de bloque catártica. Fuentes de la bancada de UP coinciden en describir el encuentro como "el más tenso" de este año, con muchos reproches a los ausentes y críticas que derivarán en una nueva metodología de trabajo. La reunión empezó a las 15 y finalizó a las 20.
Martínez quedó herido por jugar a una alianza opositora que intentó imponer la agenda y no fue suficiente para garantizar una mayoría. Para defenderse, aclaró que supo recién el martes que tendría 90 bancas y no 94, pero no supo dar explicaciones.
Estallaron las quejas. El chubutense José Ginski contó que estaba de viaje por Brasil y volvió para sesionar. Una situación similar tuvo la chaqueña María Luisa Chomiak. No podían creer que ni siquiera se abriera el recinto.
Hubo elogios a los cuatro gobernadores peronistas que siguen con los pies en el plato: Axel Kicillof (Buenos Aires), Gildo Insfrán (Formosa), Sergio Ziliotto (La Pampa) y también al riojano Quintela, pese a los faltazos de sus exseguidores. Al resto de los mandatarios, ni justicia.
Nadie defendió a los ausentes y Tolosa Paz no abrió la boca. Snopek negó las versiones sobre su posible ausencia. Sus pares no confían en él desde que votó con el Gobierno la Boleta Única. Hubo cuestionamientos a la moderación que tuvo el bloque UP durante este año, a la espera de acuerdos parlamentarios. Penacca abrió el juego con la propuesta de una “minoría intensa”.
Sobraron pases de factura por no haber convocado a sesiones con temas propios y dejar testimonio, sin importar el cuórum. Una queja fue que nunca llegó al recinto el DNU 70/23, rechazado en el Senado. Falló la idea de buscar mayoría con otros bloques.