En medio de una tensión cada vez más creciente en torno al primer mes de gobierno de Javier Milei, Martín Llaryora busca arrancar su gestión al frente de la provincia de Córdoba con el pie derecho y llevando tranquilidad a la planta estatal. Mientras las voces de los gobernadores electos se superponen advirtiendo sobre la falta de fondos y el riesgo que ello acarrea para hacer frente a las obligaciones urgentes, el cordobesismo confirmó que no habrá problemas para pagar sueldos y aguinaldos de diciembre, uno de los aspectos que ya puso a la defensiva al grueso de los gremios de las diferentes reparticiones públicas del país.
A pesar de reconocer los impactos de la realidad económica nacional, que Schiaretti inmortalizó como “el gobierno kirchnerista de Sergio Massa”, en el entorno del gobernador electo confirmaron a Letra P que el Estado provincial se encuentra en condiciones de hacer frente a las obligaciones salariales de fin de año sin problemas de ningún tipo. Así, cuando hasta el propio Milei lanzó un diagnóstico que puso en duda ese pago, Llaryora asegura que pagará.
Este martes, el gobernador electo de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, se sumó al grupo de mandatarios provinciales que advirtieron dificultades económicas para afrontar pagos y compromisos. “No tenemos la totalidad de los recursos para pagar sueldos y aguinaldo ni la deuda en dólares que dejan en la provincia”, planteó el hombre de Juntos por el Cambio, sumando su voz a sus colegas de Chubut, Ignacio Torres; Santa Cruz, Claudio Vidal; y Santa Fe, Maximiliano Pullaro.
Los argumentos de quienes advierten sobre los pagos futuros se fundamentan en el impacto de las medidas económicas tomadas por el gobierno saliente durante la campaña electoral. Según dicen, la caída en la recaudación empeoró aún más la crisis que se acarrea en los últimos años y pusieron el ojo puntualmente en la modificación en el impuesto a las ganancias y en la reducción del IVA para los bienes de la canasta básica pagados con tarjeta de débito.
Los gobernadores radicales de Mendoza y Corrientes, de hecho, fueron a la Justicia al asegurar que sus administraciones se veían perjudicadas por la baja en la recaudación que impactaba de modo directo en una disminución en los montos coparticipables, algo que en su momento había sido desmentido por el propio Massa.
El cordobesismo había advertido sobre ese riesgo en la discusión por los cambios en Ganancias, donde se buscó incluir un proyecto para coparticipar a las provincias el 30% del Impuesto al Cheque y subsanar las eventuales pérdidas ocasionadas junto a un grupo parlamentario con representantes de Río Negro, Santa Cruz y Misiones. No pasó por Diputados ni tampoco por el Senado, donde Alejandra Vigo insistió casi en soledad.
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A pesar de que los gobernadores que llaman la atención sobre el pago del aguinaldo señalan directamente a las responsabilidades de la actual administración, la noticia que Llaryora envía desde Córdoba representa una buena noticia para Milei, que esquivará en el segundo distrito más poblado del país un foco de conflicto en el comienzo mismo de su gestión.
Con dos funcionarios mediterráneos ya confirmados en el gabinete nacional en ciernes y un par más por caer, hay quienes ven cada vez con mayor transparencia el acercamiento definitivo del cordobesismo al Presidente electo.
